Amor Psicopata.

Narrador. * La directora del orfanato estaba frente a una pareja que eran algo diferente a las demás que ya había visto, lo que notariaba que tenía que pedir ver a cada niño que buscaba quién era su hijo, pero ninguno lograba llenar el corazón, luego de haber pedido a su único bebé solo les quedaba adoptar ya que no había más posibilidades de procrear otro bebé. La mujer de unos cuarenta años se puso de pie, fue al archivero y de ahí saco una carpeta, regreso a su lugar observado un momento a la mujer de cabello n***o, ojos verdes y piel pálida quien se mantuvo abrazada de su esposo quién tenía el cabello rubio, ojos color café oscuro y una piel bronceada. Ambos eran doctores, ella una pediatra y él un cirujano quien aún seguía aprendiendo pero tenía un trabajo estable. Sacó las fotografías de los pequeños de la edad que estaban buscando, los observaron a cada uno hasta que la mujer se fijó en uno. Lo señaló y la directora soltó un largo suspiro, tomó la fotografía y sonrió un poco. - Su nombre es: Michael, un niño super dotado, inteligente, tranquilo, ama la música clásica y gracias a un concurso que ganó leyendo pudo tomar clases de violín, aprende rápido, también es muy sociable. - Dijo con orgullo. No mentía, Michael era el mejor niño, solo que no era adoptado al saber que sus padres eran hermanos y uno de ellos no era muy grato que digamos. - Quisiéramos verlo. - Dijo el hombre abrazando a su mujer quien mostraba un brillo en sus ojos. Hizo una mueca, una vez que les dijera la verdad detrás de Michael se iría o le daría la oportunidad a otro niño. - Verán ... Los padres de Michael ... Ellos son hermanos ... Y su padre ... Él, es el asesino de los mil muertos. - Reveló apenada. Ella no quisiera tener que decir que un niño tan lindo cargaba con todo eso, pero tenía que hacerlo. Se quedó un momento con la vista baja, esperando escuchar la puerta, pero no lo hizo, tuvieron la mirada y aún estaban allí. - Es un bebé que necesita mucho amor ¿verdad cariño? - Dijo la mujer mirando a su marido. Este sonrió y asintió besando su frente, la observaron esperando a que saliera del shock en el que estaba y les indicara que tenían verlo. Se puso se pie aún sin poder creer la idea de que de verdad desean verlo. Los tres salieron de la oficina y caminaron por el pasillo, poco a poco empezaron a escuchar música de violín, era un sonido tan suave y lento que lograba la relajación inmediata. Poco a poco el volumen comenzó a subir, abrieron la puerta de una de las habitaciones y vieron un pequeño de pie y de espaldas, con el violín entre sus manos. No podría ignorar la presencia de una joven que observa al pequeño de cercas.  El niño se detuvo, bajo el violín y se giró a mirarlos, unos grandes ojos bastante llamativos los observaron. - Isabel viene a visitar a Michael. - Dijo al directora. La chica se sorprendió pero se puso se pie. - Entiendo. Volveré mañana pequeño. - Le dijo colocando su mano en sus cabellos rubios. Michael el sentir su toque cerró sus ojos disfrutando del amor maternal que le fue negado. Isabel salió y las dos personas que eran desconocidos para él se acercaron a un paso lento, no querían abrumarlo. - Hola pequeño. - Dijo la mujer acercándose a él. Michael sonrió dejado que su encanto los conquiste de inmediato. - Hola. - Dijo con dulzura. De un momento a otro los dos ya estaban abrazandolo y Michael se sintió extraño, era un sentimiento raro. - ¿Te gustaría venir a casa con nosotros? - Preguntó el hombre con amabilidad. Michael se quedó en silencio y solo le dió una afirmación. Los dos estaban más que satisfechos y estaban seguros de que Michael estaría el hijo perfecto para ambos ... Miguel.* Me quedo mirando como se marchan desde la ventana. - Les has agradad, Michael. - Dijo la voz en mi cabeza. Mi mirada se oscureció por completo y mostré una sonrisa de lado. Obviamente les iba a agradar, las apariencias son las que suelen engañar. - ¿Te irás con ellos? - Cuestionó. Obviamente, en este sucio agujero no me espera nada más que cumplir la mayoría de edad e irme, pero si me voy con ellos tendré más oportunidades. - Que tal si ... Cállate, tú no vas a opinar nada, sé yo quien haga lo que quieras, soy yo el de la mente y el cuerpo, solo observa y aprende de mí. - Siempre tan engreído ... Pero tienes que saber que vas a hacer si ellos te descubren. - Murmuró. Alcé una ceja, para cuando ya lo hicieron hecho bajo tierra. Soltó una débil risa que me hizo hacer una mueca, la felicidad superficial me enferma. - ¿Vas a ensuciarte las manos? - Dijo aún con esa gracia. Levanté mi mano y la observación de cerca, no, los gérmenes me dan tanta repulsión que suelo darme cuatro duchas al día, sin peligro que siempre carga con un bote de gel antibacteriano ... Odio la suciedad. - Eres un psicópata extraño. - Dijo extrañado. No, no soy un psicópata, soy un genio, el ser más impresionante de todos, bueno, una comparación de la basura putrefacta que existe en este mundo, habrá que eliminarla así como el hecho con muchas personas de aquí. Solo hay que aprender que puntos tocar para la sangre no salpique y guantes para no ensuciarme. - Será muy interesante Michael, pero deberías ... Cállate, ya te dije que no, yo soy quien toma las decisiones aquí, no darás órdenes, seré yo quien lo haga ... Ana. * Lavó los trastes en lo que por lo ventana verifico que Zack este en el jardín, diría que jugando pero solo está sentado observando al frente. Solté un largo suspiro, es complicado, no ha dicho ni una sola palabra, bueno una vez y eso fue porque lo obligue a hacer, lo que llevó con psicólogos pero dicen que eso es debido a que está demasiado consentido, tal vez tengan razón y yo preocupo demasiado. Fruncí el ceño al darme cuenta que frente a Zack hay un pequeño sentado, quizás de unos tres o cuatro años, tiene unas lentes, es de piel blanca y sus ojos son adorables. Sonreí con ternura al ver como Zack le extendió una flor al pequeño ... Eso es muy lindo. El niño la perdió, iba a ponerse de pie para ir quizás a la pantalla de su madre, pero Zack lo perdió del brazo y lo hizo volver a su lugar. - Quédate. - Fue lo único que dijo. Me sorprendí bastante por eso, el pequeño iba a empezar a llorar pero una vez más Zack miró. - No llores, no debes hacerlo. - Dijo con un tono bastante firme. El pequeño le dió una afirmación y soportó sus lágrimas, eso hizo que Zack le diera otra flor. Me limpie las manos y decidí salir a ver qué todo estaría bien y qué Zack dejara de atormentar al pobre niño de la vecina. Al salir el pequeño perdió las flores y se pudo yéndose. Hice una mueca de decepción, se veían tan lindos que quería una fotografía. Me puse a lado de Zack quien tenía un cuaderno entre sus piernas, lo observé y me sorprendí al ver el dibujó del pequeño con la flor. - Ángel - Dijo señalóladolo. Me sorprendí por eso ... Es bastante bueno dibujando, nunca fui bueno con ello pero es bueno que Zack lo sea. - Vamos a comer cariño. - Dije tomándolo de la mano. Asintió y se puso de pie caminando a mi lado. Lo observé de reojo dejando que la imagen de Max se presente, moviendo mi cabeza de un lado a otro, es raro que se parezca a él ... Max. * Escucho las tonterías y las excusas que me dicen de la razón por cual no han pagado la cuota. - Aquí hay reglas, sobretodo si consumen. - Dije con obviedad poniéndome de pie. Camine a uno de ellos y lo tomé con fuerza del cabello. - Hay que pagar o mataré mañana. - Advertí sombrío. Sus ojos se abrieron y empezaron a asentir una y otra vez, se pusieron de pie y me quedé ahí con los demás. - ¿cuándo podré largarme viejo? - Cuestioné esperando a que dijera que en uno días. - Tendrás que esperar un poco más Max. Tenemos dificultades con quién iba a sacarte, de todos modos tienes la información de tu hijo, él sigue ahí. - Dijo sin darle importancia. Hice una mueca por eso, tal vez haya razón en sus argumentos pero esperaba salir lo antes posible. - No más de dos años viejo, ya estoy harto de esto y el trabajo para ti. - Dije mirándolo fijamente. - Claro Max, ya verás que si, solo diez un poco de paciencia y saldrás. - Dijo con seguridad y firmeza. Me puse de pie y empecé a caminar ha mi habitación, solo un poco más y los tendré una vez más conmigo, solo esperen y ya verán ... Espero que les guste. Gracias por leer. Voten y comenten. ❤️