Enamorarse y otros problemas

   Y en medio de una tranquila mañana ella se levantó por la tormenta que caía en su cara... o no, mejor dicho me di cuenta que eso ya no era parte de mi sueño y por desgracia me levanté porque los estúpidos de mis hermanos me tiraron un balde de agua en la cara y cuerpo. Estos inútiles no van a salir con vida de esta. - VUELVAN ACÁ COBARDES - les grito corriéndolos.    A la primera que agarro es a mi hermana Laura, alcanzo a tirarla al piso y como ella era la que había salido corriendo con el balde se lo agarro y se lo pongo en la cabeza junto a la poca agua que le quedaba dentro. Corro hasta la cocina y mi mamá me intercepta. - ¿Por qué estás toda mojada? – me pregunta con una sonrisa divertida. - Preguntale a los subnormales de tus otros hijos tres hijos – le contesto enojada mientras voy hacia la heladera. - Tengo cinco hijos además de vos, pero te lo acepto porque estás graciosa. - Da igual mamá, me refiero a los tres más grandes. - Muy bien. Y, entonces, ¿qué vas a hacer? ¿Qué es lo que buscás en la heladera? – habla después de un rato en el que no encuentro las malditas botellas. - Busco las botellas de agua. - Oh, las tengo acá – y efectivamente en la mano tiene una botella en cada una. - Mami, ¿me las das? – pregunto tratando de sonar angelical. - ¿Para qué? - Venganza, obvio – al decir eso sonríe y me las entrega llenas de agua.    Gracias a eso salgo corriendo lo más rápido que puedo para encontrar a mis otros dos hermanos, encuentro primero a Santiago y en cuanto lo veo abro la botella y te tiro toda el agua encima de su cabeza. - ¿Dónde está el último? - No te lo diré – habla mi hermano con toda la cabeza y remera mojadas. - Bien, lo encontraré yo misma – digo saliendo con mi salida triunfal.    Corro por toda la casa hasta que lo encuentro y lo único que hace él a verme es correr, más rápido que yo obviamente asique aprovecho mi puntería y le lanzo directamente la botella, la cual le pega en la cabeza. - ¡Maldita sea Sara! Te pasaste – me dice enojado mi hermano David. - Lo siento, pero corrías demasiado rápido y no te iba a alcanzar nunca, en cambio mi botella si lo hizo. - Te odio. - La próxima les va a ir peor a los tres si vuelven a hacer eso. - Entendido – escucho que dicen Santiago y Laura a la vez detrás de mí. - En nuestra defensa, fuiste la última en despertarte – dice mi hermana, a lo que simplemente los ignoro y voy hacia la cocina a desayunar.    Y esta soy yo, tengo 17 años y estoy en último año del instituto. Con mis hermanos somos cuatrillizos, si, desgraciadamente somos cuatrillizos. Los amo pero a veces, como el día de hoy, no los soporto aunque no me imagino ser hija única. Laura es castaña claro con ojos azules y de mi altura, Santiago es rubio con ojos marrones, David es castaño claro con ojos verdes, ellos dos son de las misma altura pero un poco más altos que nosotras aunque no lo entiendo si deberíamos de ser todos iguales, o no, no sé cómo funciona la genética, y por último yo soy Sara que tengo pelo rubio y ojos verdes. Somos parecidos entre nosotros pero no iguales, lo cual es bueno porque ni loca quiero ser igual a esos tres monstruos.    David es el más grande, le sigue Laura, luego Santiago y luego yo (la más chiquita de los cuatro). Se preguntarán cómo es que lo sabemos a eso, y es por cómo salimos cuando nuestra madre nos parió, sí, todo muy sutil.    También tenemos dos hermanas de 12 años cada una ya que son gemelas, ellas se llaman una Alexa y la otra Kiara. Son las dos rubias pero Alexa tiene ojos verdes y Kiara marrones. Al parecer mi familia tiene algo en la genética que hace tener muchos bebes de una para nuestra buena o mala suerte, aún no lo decido, creo que es depende el día.    Bueno... y esta soy yo. Con mi enorme familia y mi último año de instituto, ¿pasara algo interesante en último año? No lo sé, en las novelas siempre pasa algo, pero no, como estamos en una novela será un normal año de colegio como en todo el mundo. No estás en una novela.    ¿Quién sos? Y lo sé, ya lo dije. Tu conciencia duh    Bueno "Sarita", ya sé que no estoy en una novela, pero ojalá pase algo interesante. Sarita jajajaj    Yo soy Sara y vos sos Sarita, fin de la discusión. Hasta me siento una loca. Bien. Y si estás loca.    Si yo estoy, vos también lo estás. Es cierto, maldita sea. - Mañana vuelven a las clases, ¿no están emocionados? – los cinco nos reímos ante la pregunta de mi papá. - ¿Es chiste, verdad? – pregunta primero Kiara a lo que ambos, mi papá y mi mamá niegan con la cabeza. - Por dios, quiero que sean vacaciones por siempre – habla ahora Alexa. - ¿Por qué están los cuatro mojados? – pregunta de nuevo mi papá a lo que mi mamá ríe. - Fue su culpa – hablamos mis hermanos y yo a la vez, mientras que ellos me señalan con sus manos a mí, yo los señalo a ellos. - En mi defensa, me despertaron con un balde de agua tirándomelo en todo el cuerpo – hablo yo. – Y mamá me ayudó a vengarme – al decir eso mis hermanos la miran mal y mi papá la mira divertida. - A mi no me metras querida, solo te alcancé las botellas que ibas a terminar agarrando te las diera yo o no. - Verdad, pero no empecé yo asique estamos todos bien – terminamos de reir y desayunamos los cuatro juntos.    No sé qué es lo que haremos hoy, pero es el último día de vacaciones asique lo quiero disfrutar al máximo. Último año de instituto, último día de vacaciones, último todo. No sé qué será de nosotros el año que viene, pero sé que éste lo tenemos que disfrutar al máximo que podamos.    Aunque muchas veces nos llevemos mal como hoy, amo a todos mis hermanos y la verdad es que somos súper unidos entre nosotros. A veces se espera que al ser tantos hermanos juntos haya diferencias o más peleas, pero nosotros somos bromistas y nos solemos hacer bromas acá, pero solo eso, nada de peleas fuertes o egoísmo o no sé, no somos celosos y esas cosas. No podría haber pedido una familia mejor, me alegro tanto de que sean ellos quienes están junto a mí.    Nuestro disfrutar al máximo de hoy seguro que será quedarnos como morsas los cinco en los sillones mientras vemos películas y comemos chocolate, helado, pizza y cosas que después nos van a hacer doler la panza. Con Alexa y Kiara tenemos bastante diferencia de edad pero no le prestamos atención a eso, excepto cuando hablamos de relaciones que las excluimos porque claramente para eso sí son chicas, pero después hacemos casi todo juntos, a veces hasta les hacemos bromas a nuestros padres los cuales nos quieren matar después pero se alegran de que nos llevemos tan bien entre nosotros.