Capítulo 2

3521 Words
(2) Dos grandes suspiros salieron de nuestras bocas, que aún seguían sin creer de lo que estaba pasando. -Hazlo pasar.-Murmuró Demian con los dedos de sus manos bien duras.- ¿¡Qué estás esperando!?-Preguntó molesto y algo nervioso, dándole la espalda a todo el mundo. Parecía algo nervioso por la visita tan repentina de Paul, así que mi mirada sorprendida, lo siguió hasta su enorme asiento de cuero n***o. -¿Qué pasa?-Le pregunté muy sorprendida al ver su reacción. -Nada.-Me contesta no muy seguro de esa respuesta, mientras pasa sus manos sobre sus sienes tratando de decir algo más, pero sorpresivamente. ¡Paul ya estaba en el lugar!   Así que no puede terminar de expresarle mis dudas a Demian. -¡Alice!-Lo primero que dice el hombre alto y algo imponente es mi nombre, parecía alegre de verme después de hace mucho tiempo. -Hola.-Le respondo mientras él va hacia mí, regalándome un gran abrazo y un beso en cada una de mis mejillas. -Te ves bellísima.-Me comenta mientras me mira de pies a cabeza.-He traído presentes para su hijo.-Me dice con felicidad, luciendo como un abuelo feliz de ver muy pronto a su nieto, pero lo extraño en su comportamiento era que el bebé no era su nieto.-Pero los presentes te los daré luego, mi querida Alice.-Así que para sumarle a su comportamiento extraño, de la nada me toma de los hombros  y me observa detenidamente,  para luego decir: -Tu siempre tan bella. -Bueno, gracias Paul.-Agradecí sus cumplidos, ya que necesitaba un poco de autoestima.-Tengo que decirte que cada día te estás poniendo más joven.-El hombre ríe de inmediato, apenado por mis palabras, para después apretar mis mejillas con sus manos grandes. -¡Oh, Alice! Tú siempre tan elocuente, por eso eres la niña de mis ojos.-No pude evitar sonreír a lo que me decía, era algo que no podía evitar y más proveniente de una persona tan difícil como Paul.  Mi padre era igual, así que de inmediato pude ver esa parte tan cariñosa y humana, que mi padre me brindaba todos los días. Por otra parte, miro hacía la otra parte de la habitación, esperando que Demian siguiera muy nervioso y algo abrumado junto a la pared de vidrio. Pero lo que me encontré fue a mi esposo con una sonrisa juguetona en sus labios, luciendo como un niño al vernos como padre e hija. -Tienes una esposa increíble.-Dijo Paul de inmediato, mirando a Demian con mucho orgullo. Yo en realidad me sentía como la princesa Diana, tan amada por todos. -Lo sé.-Contestó Demian de inmediato mientras me mira con orgullo, recargado sobre su escritorio. Después Demian como todo un caballero, se levanta de su escritorio y le ofrece su mano a Paul; él cual la acepta con gusto, pera después lo atraerlo inesperadamente hacia él, para abrazarlo fuertemente.  Toda esta vibra extraña de Paul nos hacía sentir incómodos, ya que él era un tipo de persona que cualquier cosa le molesta y no suele ser muy expresivo. Es más, ni siquiera lo he visto tan cariñoso con Emilien, su propio hijo. Demian algo incómodo se queda en sus brazos, mientras yo mofo por dentro, ya que Demian se está ahogando en su propio coraje. Demian era otra persona que no era muy expresiva y menos cariñoso, estos dos estaban jugando con fuego.  Después de algunos segundos, Paul suelta a Demian con gentileza mientras aún luce una sonrisa muy hermosa a pesar de ser aterradora en un hombre que la mayor parte del tiempo es inexpresivo. -Volkova eres un niño bonito.-Dijo Paul con su acento francés muy marcado, así que no podía esconder mi risa ni un minuto más. Tuve que salir de lugar para reírme cómodamente a carcajadas, para luego volver para tratar de lucir normal.-Lo siento.-Les dije escondiendo un poco mis labios, ya que no era muy buena conteniendo mis sentimientos encapsulados por tanto tiempo. -Como siempre, tan inesperada pequeña.-Me dice Paul con una gran admiración.-Pero bueno, no vengo hablar de eso.-Trata de darle sentido a su visita, ya que él solo venir a dejar regalos y saludos, no parece ser mucho de Paul.-Leí tu e-mail Volkova y supe que tenía que tomar el primer vuelo hacia Londres.-Ahora yo miro incrédulamente a Paul y a Demian. No entendía nada de lo que estaba pasando, así que me empecé a sentir en un mundo donde nada tenía sentido. Quizás ya estaba en Wonderland. ¿Qué era eso tan importante que se tenían que decir? -¡Qué bien!-Contesta Demian rápidamente mientras se encamina de nuevo a su asiento.  Y de repente y de la nada, las puertas de la oficina se abren, dejándome ver cómo entran mis damas de compañía a la habitación.-Lleven a la señora Volkova a casa.-Ordenó Demian muy sacado de la pena, mientras Paul se sienta enfrente de Demian de igual manera. Yo no entendía por qué debía yo de salir de la habitación. ¿Qué me estaban ocultando este par? Así que no pude evitar quedarme intacta frente  de este par de hombres ricos. -¿Qué?-Pregunté aún sin creer que me estén echando de la habitación sin darme una razón. -Sí, necesitas descansar.-Me mira con determinación, como si me estuviera ordenando que lo hiciera. Conocía esa cara tan bien, que de inmediato me empecé a sentir amenazada.-Llévenla a casa y asegúrense que tenga el descanso que el doctor le recetó, y que coma sus verduras.–Lana, Christina y Taylor solo asiente con la cabeza, mientras yo me encuentro colmada por el discurso que a dicho Demian: "Y que coma sus verduras". Pareciera más un anuncio de televisión barata.  -Pero Demian no estoy cansada.-Siempre tengo que salirme del protocolo, pero no puedo evitarlo, no soy la típica esposa de un hombre que solo hace lo que él hombre rico dice. Ese no era mi forma de actuar y menos las de Demian, ya que sabía que yo le respondería. Todos estaban actuando extraño.  -Necesitas descansar, ya has estado mucho tiempo afuera, ahora has lo que te dije.-Él ahora se nota molesto, ya que le estoy haciendo un berrinche enfrente de Paul. Pero sé que Paul sabe y ama como soy yo, así que no me preocupo mucho por él, sino de Demian. Lo único que me provocaba de su actitud era rabia. Demian solo se encarga de acomodarse la chaqueta, y después darme una última mirada de pistola. Era tan fuerte y atemorizante que termine cediendo. No hay más que decir, él tenía la última palabra. Así que lo miró con ojos de ametralladora, para luego salir de la habitación junto a las chicas.  Estaba más que enojada, así que cuando salir por esas puertas de madera, me di cuenta que había algo que no me dejaba en paz. Quizás era mi sexto sentido que me decía que algo estaba mal. Pero a pesar de que me quería ir de vuelta a casa, Leona me detuvo. -¿Ya te vas?-Pregunta cuando ya está desocupada. ¡Pobre, se la pasando trabajando como una esclava! -¡Oh sí! Al parecer Demian sabe cuándo tengo que descansar.-Le digo alzando los hombros. Llevó a su hijo dentro, así que tengo que obedecer. -Bueno, antes de irte Paul te dejo presentes, se los daré a tus guardaespaldas.-Dice viéndole las caras a Lana, Christina y Taylor, quienes no estaban felices de cargar nada. Esta vez me sonreí internamente, ya que para mí era un dolor de trasero tenerla tras de mí, y esto les daría un poco del dolor que yo tengo día a día con ellas. -Más bien a mis tres sombras.-Me mofe secretamente con Leona, mientras las chicas intentan cargar las enormes cajas envueltas en papel de regalo amarillo que ha traído Paul. Leona se ha convertido rápidamente en una de mis mejores amigas, la dueña de mis secretos y la persona que me ayuda a soportar a Demian cuando él no está en sus mejores días. Ella sabe todo de mí, incluido de la manera en la que Demian y yo nos conocimos, y la forma en la que nos amamos. Ella lo sabe todo, así que no me molesta contarle de los horribles ataques de protección que tiene Demian hacia mí. -Bueno, descansa amiga. No quiero que te pase absolutamente nada a tí y a mi sobrino.-Dijo la joven morena tocándome el vientre hinchado. -Estaremos bien.–La abrazo y beso su mejilla.-Adiós.-Me despedí con mucho apego a ella, ya que no me quería ir, pero no podía hacer nada más que descansar por el bebé y la tranquilidad de Demian. * El día pasa algo lento y aburrido; algunas lecciones de pintura y arte me hacen querer desmayarme, y no volver a ver ninguna pintura nunca más en mi vida. Ya son las ocho de la noche y mi apetito de chatarra es grande, pero lo único que puedo  comer son horribles verduras sabor a pasto.  Así que decido no cenar esta noche y dormir una larga siesta, pero aunque lo intento, mi estómago me ruge varias veces. Así que preocupada, me levanto al baño a lavarme los dientes y distraerme un poco del dolor de estómago.  Así que  me paro enfrente del lavamanos con mi pequeña pijama de seda blanca, y me quedaba pequeña  ya que mi estómago lo hace ver más pequeño.  Así mientras veo mi reflejo en el espejo, respiro profundamente  y tomó mi cepillo de dientes, pero un dolor algo más intento que solo tener hambre, hace que me recargue en mis rodillas. El dolor al contrario del dolor de no haber comido, se prolonga cada vez más. Era tan intento que mis ojos se cierran con fuerza, mientras arrugo cada parte de mi cara. Trato de recargarme en el lavamanos, y cuando lo hago, puedo visualizar el suelo de mármol blanco manchado de color rojo escarlata. De inmediato me exalto al ver tal cosa en el suelo, que corre desde mis piernas, manchando también mis pantuflas. Mi miedo hace que de inmediato llame a las tres mujeres que están a cargo de mí. -Christina...Taylor... Lana.-Gritó con todas mis fuerzas, pero no se escucha nada de ellas, así que caminó lentamente y con la respiración cortada hacia la habitación, sentándome en la cama con mucha dificultad, tratando de respirar algunas veces para lograr estabilizarme, pero eso no me ayuda en nada, parece mentira que las clases de respiración que Demian me hizo tomar son una farsa completa. -¡Laura!–Grité el nombre de mi madre ficticia y amiga, pero ella tampoco me no contesta. ¡¿Cómo es posible que todo el tiempo me vigilen, y que en este momento que las necesito no estén?! El dolor aumenta cada vez que intento moverme, en realidad nunca en mi vida pensé que el dolor se sintiera como si fueras a morir, pero era cierto, me sentía a morir. Se suponía que por lo pequeña que soy me harían cesárea,  tenía programada la cita para la otra semana, pero parece que no aguantaré toda una semana.  Lloró y gritó un poco por el dolor, tratando de hacerme como siempre la fuerte ante tal cosa, como tener un hijo. Trato más de una vez de tomar mi celular que estaba en un mueble algo cerca de la cama, para conseguirlo con éxito, marcando el número de Demian  varias veces suena, pero sé que no contestara, ya que tal vez esté ocupado trabajando. El miedo y la incertidumbre corrompen mi cuerpo, pero sigo tratando una vez más con perseverancia, para darme cuenta que por suerte, esta vez él mismo contesta. -¿Hola?-Me contesta con mucha tranquilidad, ya que él también sabe que el día del parto será en una semana. -¡Me duele!-Le grité con fuerza, es lo primero que me sale de la boca.-¡Me duele mucho!-Estoy jadeando mientras le expreso mi dolor. No había nada más literal que un "Me duele mucho", así que solo podía pedir que pudiera entender lo que estaba pasando. -¿Alice, qué pasa?-Me preguntó consternado, haciendo que me esforzara en tratar de explicarle. Definitivamente nada estaba saliendo como el plan. -¡Tendré a mi bebé!-En realidad yo no sabía el porqué sabía que este bebé nacerá esta noche; quizás era el dolor y la sangre muy vivaz, pero sabía que sería en la casa en donde mi hijo nacería. -¡Demonios!-Gritó Demian con fuerza.-Estoy saliendo amor, respira como te dijeron.-Me aconseja inútilmente.  -¡Al diablo con tus respiraciones, me duele!-Le contesté sin temerle al hombre, mientras que solo podía apretar con mi mano las sábanas de la cama. -¿Dónde están las chicas?-Pregunta consternado, ya que se suponía que ellas estarían aquí para mí si algo malo me llegara a suceder. -¡Ay!-Me quejo.-No tengo ni la menor idea en donde están, solo ven rápido.-Gemí con dolor, dejando caer el teléfono celular al suelo sin querer. Esta vez decidido no recoger el celular y seguir gritando, mientras el sudor pasa por mi frente como agua caliente. Mi ideal era estar medio anestesiada cuando tuviera a mi hijo, pero ahora que estoy sola en la casa, me doy cuenta que lo tendré que hacer yo sola. Así que me recuesto por completo en la cama, arqueando mis rodillas y abriéndolas un poco, dejando un espacio para que el bebé pueda salir. -¡Tendré este bebé yo sola!-Grité bien decidida a hacerlo. Era como si una clase de fuerza me viniera al cuerpo, en realidad nunca supe lo fuerte que era hasta que llegó este momento, en donde empecé a pujar inesperadamente, mientras que el dolor que era indescriptible pasaba por todo mi cuerpo.  Las colchas están arrugado por mis manos que no han dejado de apretarlas, mientras meto una almohada entre mis dientes, apretando y tratando de que el dolor pase, pero no es así. Demian no llega y literalmente siento que estoy muriendo. Mi mente lo disculpa por el amor tan estúpido que le tengo; supongo que hay traficó a esta hora y no hay que hablar del hecho de que nuestra casa está algo retirado de la ciudad por lo enorme que es nuestra propiedad.  Respiro y trato de controlar el dolor, pero es demasiado para mí. Gritó a los cuatro vientos por el dolor, pero el tiempo parece congelarse frente a mí, ya que esto parece que nunca terminara.  Así que cuando pasaron algunos minutos después, aún me sentía que me moría, podía sentir como v****a se iba rasgando poco a poco, así que sabía que tenía que seguir pujando. Mis gritos no pudieron ser más escandalosos, creo que si tuviera vecinos, alguien vendría en auxilio mío, pero no los tengo, ya que como dije antes, la casa estaba retirada por muchas razones estúpidas. ¡Ja! ¿Ahora son estúpidas? ¿Y por qué nunca te quejaste antes?- Mi mismos ser está peleando conmigo, tratando de distraerme un poco del dolor, pero a pesar de que mi vida es completamente estúpida, me doy cuenta que no es hora de hacer una guerra mundial en mi cabeza.   Tenía que pujar, así que me dedico arduamente a pujar increíblemente fuerte, escuchando el sonido inesperado de una alarma en la calle. Así que con mucho fervor sonrió, ya que sé que ha llegado Demian, pero desgraciadamente unas dos horas después de que lo llame.  Pujo más y más fuerte, logrando sentir como si me succionaran. El dolor es inmenso, la succión fue algo dolorosa, hasta que de pronto y de la nada, empiezo a escuchar un pequeño y delicado llanto. Estaba tan cansada que ese llanto se escuchó para mí como el canto de unos ángeles. ¿Acaso era el llanto de mi hijo?  No puedo ver nada, ya que he caído en un sueño muy profundo. Pero quiero ver la cara de mi bebé con tanta fuerza, que me obligo a mí misma a abrir los ojos. Abro una vez más mis ojos, dándome cuenta que ya no estaba sola en la habitación. Varias personas estaban en mi habitación rodeándome. Pude ver a unas tres enfermeras, un hombre de bata blanca y también estaba Demian viéndome desde el fondo de la habitación, luciendo pálido y muy mortificado. Su ropa estaba llena de sangre, así que me sorprendí al verle. Él de inmediato corre hacía mí como un niño asustado. -¿Amor?-Toma mi mano, y la besa una y otra vez.-Despertaste.-Sonríe ligeramente mientras que yo no puedo evitar sonreír también. Él tenía unos dientes tan blanco y un aliento a fresas, que me hacía caer enamorada a pesar de haber tenido un hijo sin él.-Tuviste al bebé antes de tiempo, porque estabas dilatando durante toda esta semana.-Yo realmente ignore esos dolores, pensando que era el hambre o algo más. Estaba tan segura de que mi parto sería en una semana, que me mentí a mí misma, al punto de ignorar que esto era una alarma para mi embarazo. -¿Y mi bebé?-Pregunté con pocas fuerzas, mientras algunas lágrimas salían inesperadamente de mis ojos. Demian  sonríe con una magnífica sonrisa de dientes de perla.-¿Que fue?-Pregunté con ansias mientras intentaba pensar positivamente. Así que Demian se aleja un poco mientras una enfermera trae a un pequeño bulto envuelto en sábanas blancas. De inmediato me empiezo a reír y a llorar al mismo tiempo, cuando Demian sostiene al pequeño bulto entre sus brazos, para contemplarlo por completo. Pone su dedo pequeño en su carita para acercarlo hacia mí.  Lentamente, como una película lo pone al lado mío, y entonces me encuentro con un bebé con piel pálida, cabellera negra como el azabache, labios rojos y una cara tan angelical. De inmediato esta imagen me recuerda al retrato de blanca nieves. Estoy impactada por lo hermoso que es este bebé, ya que tiene unas pestañas muy largas y unas mejillas rojizas. ¿Eres mi bebé, o un sueño? Me preguntó delirando por saber si era cierto que este bebé era mío. -Es una pequeña niña.-Me avisa Demian que es una niña, pasando su dedo por su boquita. Yo de inmediato me empiezo a reír y a llorar una vez más. Y de la nada, como un par de locos, los dos empezamos a llorar y a reír sin saber el porqué lo hacíamos. Jamás había sentido un sentimiento que Demian pudiéramos sentir al mismo tiempo que yo, más que el amor que ya compartimos. La bebé atrapa el dedo de Demian y lame de él, yo la miró con ternura mientras una enfermera se nos acerca. -Tiene hambre.-Yo no sabía qué hacer, así que miro a Demian y él está sonriendo alegremente. Entonces me ayuda a sentarme, poniéndome varias almohadas tras de mí, para que pudiera estar lo suficientemente cómoda para darle por primera vez a alguien de comer, algo que provenía de mi cuerpo.  Y cuando termina de acomodarme, toma al bebé entre sus brazos, mientras yo bajaba ligeramente mi vestido, hasta dejar salir mi pecho. Él me da al bebé con mucho cuidado, para que yo la tomé entre mis brazos. Ella casi no pesa absolutamente nada.  Demian por su parte está un poco avergonzado, ya que creo que jamás en su vida pensaría que esto le pasaría, y para ser sincera, el miedo se acomodaba en mi cuerpo. Lentamente acerque a la hermosa bebé a mi pecho derecho, mientras que no poder ver venir como la bebé inteligente, me atrapa el pezón con rapidez. Ella empezó a succionar mientras Demian y yo nos quedamos demasiado impresionados de lo sencillo que fue. El libro de "Madre primeriza" decía que a veces era muy difícil que el bebé pudiera tomar el pezón, pero mi bebé era tan inteligente que me empecé a sentir orgullosa de ella.  Después de ver la maravilla de la vida, vi la sonrisa de Demian, al ver como mi hija se alimenta. Él se acuesta al lado mío, poniendo su brazo alrededor de mis hombros, mientras que toma el pie de mi bebé y lo besa como si fuera un tesoro hermoso. Y lo es. -No puedo creer que sea nuestra bebé, es tan pequeña y fina.-Le dije secando mis lágrimas, mientras él me observaba con mucha atención. -Yo tampoco puedo creer que sea mi bebé, es tan  hermosa.-Su sonrisa no desaparece, es más se expande más y más.-La amo.-Lo dice con tanta naturalidad, que eso me hace sentir aún más orgullosa de Demian. -Yo también la amo.-Acerco mis labios a mi pequeña y la beso, dejando algunas lágrimas en su frente de color nieve. -¿Cómo la llamaremos?-Pregunta Demian, contento de ver a su pequeña hija sana y viva. Mi mirada también es completamente dueña de esta bebé tan hermosa, así que empiezo a pensar en que nombre ponerle. Pero yo sabía hace mucho tiempo cual nombre quería para ella, así que lo dije. -Sissi.-Él me mira algo sorprendido al saber que es un poco extraño el nombre, pero luego de algunos segundos acaricia su frente, era como si estuviera aceptando que el destino de mi hija era llamarse Sissi. -¿Sissi?-Pregunta mientras sigue mirando a la bebé. -Como la emperatriz de Austria.-Dije muy feliz de poder nombrar a mi hija, como la juguetona y libre emperatriz de Austria. Él no dudo en hacer algunas caras, para después mirarme a los ojos y decirme: -Me gusta, pero quiero que tenga dos nombres.-Así que empieza a tocar su barbilla pensativo, espero que no sea feo su segundo nombre.-Elizabeth.–Dijo con facilidad después de pensarlo solo por algunos segundos. Y aunque el diminutivo de Elizabeth también era Sisisi, yo sonreí y asentí con la cabeza más de una vez, contenta de la decisión que ha tomado Demian, puesto que es el nombre original de la emperatriz. -Sissi Elizabeth Volkova.-Murmuré nombrándola desde ahora y para siempre, nuestra querida hija. Sissi Elizabeth Volkova Nació el 6 de Junio con 2,400 Kilogramos y 45,5 centímetros de altura. Nació algo pequeña pero sana y muy hermosa.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD