Capítulo 2

988 Words
Magaly.* Deje a André en su casa y fui directo a la mía. Sonreí un poco dándome cuenta que las cosas han cambiado tanto, gran parte del día estoy sola... Aunque ya lo estaba antes, solo que quizás se deba a que por lo menos sentía su presencia en la casa, pero sentimentalmente y psicológicamente siempre he estado así. Desvíe esos pensamientos y sólo me dediqué a conducir. Llegue en un par de minutos, estacioné y me quedé un momento dentro del auto, solté un largo suspiro... Si escribo me sentiré mejor. Salí tomando mis cosas, fui a la puerta y la abrí adentrándome a mi hogar. Me senté en el sofá de la sala y saqué mi laptop. Cheque el perfil, conteste los mensajes que pude junto a comentarios y simplemente la cerré, solo observo al frente sin saber cómo sentirme... ¿Estoy vacía?, ¿Por eso no he podido a amar a nadie? Mi teléfono sonó, lo tomé notando el mensaje que hay en él. "¿Te sientes sola?" Fruncí el ceño y solo deje el teléfono a un lado... A mi mente llegó el tema de la soledad, mi pecho dolió como en el pasado. Nuevamente escuche que el teléfono sonó, hice una mueca. "Tranquila, no estás sola... Siempre has sido difícil de querer y comprender, pero te entiendo, se cómo te sientes y que somos el uno para el otro... Tú escribiendo para mí y yo siento deleitado con tu increíble imaginación." Hice una mueca por eso, creo que esa persona se está pasando, una cosa es la admiración y otra el hecho de fastidiar. "Déjame en paz por favor." Escribí esperando a que se detuviera, pero contestó de inmediato. "¿Dejarte en paz?, ¿Bromeas?, Soy tu fan número uno, aquel que sabe todo de ti, no importa que tan mínimo sea, llevó tiempo deseando poder mirarte de cerca, hablar contigo... Pero no como los demás atrás vez de tu página, esa estúpida cosa que seguramente contesta tu madre... Ha no, ella está lejos de ti, estás sola." Fruncí el ceño al leer eso, ¿Quién demonios se cree para decirme algo así, no le han enseñado lo que es el respeto. "Deja de meterte en mi vida, no me interesa... La página la respondo yo misma, es para los lectores, así que déjame en paz y borra mi número." Escribí sintiéndome muy molesta, no les negare que tengo un poco de miedo. "Eres un niña mal educada, esa no es forma de tratar a tu mayor seguidor, aquel que siempre es el primero en comprar tu libro, los he leído todos, más de una vez." Escribió... Esta enfermo o enferma, no importa el caso es que esto no es para nada cómodo. "Responde." Puso... No lo hice, deje el teléfono en la mesita de noche, me senté en el sofá sin saber que hacer, nunca me había pasado algo como esto, no me considero la mejor, hay más escritores allá afuera. Tocaron la puerta y al mismo tiempo el teléfono no dejaba de sonar, la puerta cada vez era tocada con más fuerza. Agarre el teléfono entre mis manos, observando lo nuevo que había mandando. "Responde." "No me dejes esperando." "Abre la puerta para hablar." "Voy a tumbar la maldita puerta." "Te amo tanto." "ERES UNA PERRA MAL AGRADECIDA." Solo me quedé rígida llevando mi mano a mi boca sin poder creer que este tipo de cosas me pasen a mi, no le he hecho nada a nadie, soy solo una chica como cualquier otra. "Ya basta." Escribí asustada, con bastantes ganas de que me deje en paz de una vez. Eliminé el número de teléfono, pero llegó otro mensaje de diferente número. "No te vas a separar de mi tan fácil. Yo soy tu fan número uno, el único que verdaderamente ama tu trabajo... Se una niña buena y déjame entrar, hablaremos de tu próximo libro." Sin poder evitarlo, las lágrimas empezaron a salir, soy una chica fuerte pero esto es demasiado. Marque el número de la policía sin importarme nada, no voy a dejar que ese loco entre a mi casa y me haga algo. — ¿Si?, ¿Cuál es su emergencia? — Preguntó la encargada. — Alguien quiere entrar a mi casa, así mismo me manda mensajes... Intenté borrar el número pero sigue mandando de diferentes lugares. — Explique esperado a que vengan lo antes posible ayudarme. — Entiendo señorita, una patrulla va para allá... El teléfono se cortó a lo que una nueva llamada se abrió sin siquiera saber cómo. — Escribirás solo para mí, no importa lo que suceda o pienses... Solo serás mía. — Dijo su voz distorsiona. Colgó de inmediato y solo me quedé ahí de pie. La puerta dejó de ser golpeada dándome a entender que eso ha sido todo, necesito una denuncia... Una orden de restricción, pero el verdadero problema es a quién le pondré algo como eso. Espere a la policía, está llegó y me preguntó lo que había pasado, se los dije, en lo que ellos levantaban el reporte me quedo sentada en la banqueta. El auto de André se paró en enfrente y salió de inmediato corriendo hacia mí. Me puse se pie, sus brazos me rodearon, soltó un suspiro y se separó observándome. — ¿Estas bien?, ¿Qué pasó?, ¿Estas herida? — Preguntó mirándome de arriba abajo. Negué tragándome el miedo que sentía. — Estoy bien, solo un pequeño susto. Nada importante. — Dije sonriendo un poco. Negó y se acercó abrazándome. — No puedes mentirme a mí, sé que estás mal... Me quedaré a cuidarte. — Dijo firme. Me aleje de él al instante, fruncí el ceño y negué de manera rápida. — Claro que no, Liz podría malinterpretar todo, no me agrada la ideas de que vaya a pensar que tenemos algo a sus espaldas. — Dije con disgusto. Alzó una ceja por mi respuesta, quizás haya sido infantil pero me agrada el hecho de respetar su relación al cien por ciento, hemos sido mejores amigos desde siempre. — Estaré bien. Solo fue algo infantil. — Dije encogiéndome en los hombros. Asintió y me estrecho una vez más en sus brazos, aunque eso infantil me dió el susto de mi vida... Gracias por leer. Voten y comenten. Espero que les guste.
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