Gran encuentro

1386 Words
Siempre odié las fiestas, tal vez no las pequeñas donde solo estaban mis tíos, primos, padres, hermano y abuelos; pero detestaba aquellas fiestas donde estuvieran los familiares de los esposos o esposas de mis tíos o personas que no conociera. Esta fiesta no era igual, era extraño, algo en ella no se sentía...normal; había muchas personas que no conocía, pero no me sentía incomoda como normalmente me sucedería. Estábamos en uno de los edificios más caros del país; el "hotel de los arcángeles", ¿razón? Aún no la tenía muy clara. Había muchas personas desconocidas, personas que parecían ser de rango alto en la sociedad; gente con la cual, normalmente, no pasaría tiempo o simplemente no me interesaría quiénes eran. Al mirar al fondo del salón vi las caras tan conocidas de mi abuela y mi tío con su esposa y su nuevo hijo. Mi tío y su esposa nunca habían podido tener hijos, solo Dios y ellos sabían si el problema era mi tío o su esposa. Es por ello por lo que, cuando se enteraron de que serían padres, casi no nos veíamos al intentar proteger aquello que aún no nacía, pero ellos ya amaban. La primera a quien fui a saludar fue a mi abuela materna, no con muchas ansias claro está. Esto se debe a que mi abuela nunca me enseñó un "amor único de abuelas" o el querer relacionarse en un lazo abuela-nieta conmigo hasta recientes tiempos, pero aun así no confío en ella y no le muestro simpatía o afecto alguno. Al terminar de saludar a mi abuela, instintivamente, miré frente a mí donde, a poca distancia, podía ver un coche de bebé con quien reconocería como mi nuevo primo. Armada de valor, y con mucha alegría, me dispuse a dar el primer paso camino a mi tío, su esposa y su nuevo hijo, pero algo, o mejor dicho alguien, tocó mi hombro y me detuvo antes de siquiera levantar mi pie del suelo. Me giré a ver de quién se trataba, solo para encontrarme con uno de mis vecinos y mi mejor amigo de infancia a quien no veía desde mis diez años. - no lo creo, James - dije en un tono suave mientras lo miraba algo atontada - ¡James! - suprimí mi grito de alegría cuanto pude mientras saltaba para abrazar a ese hombre alto de cabello oscuro, tes clara y ojos azul oscuro - me alegra saber que aún me recuerdas, Lizy - dijo él mientras me abrazaba intentado no caer por el gran impulso que causé al saltar a sus brazos - ¿cómo podría olvidarte? - pregunté aun abrazándolo - pero ¿qué haces aquí? Desapareciste hace diez años, ¿qué ocurrió? - pregunté mientras él me dejaba segura en el suelo, posando sus manos delicadamente en mi cintura y mirándome a los ojos como si estos contuvieran todo lo que él necesitara - ¿no es obvio? Esta es mi fiesta - dijo algo obvio mientras yo lo miraba con notable duda - ¿has olvidado qué día es hoy? - preguntó algo triste por lo que pensé cuidadosamente antes de contestar ¡Pues claro! ¿Cómo pude olvidar un día como hoy? Es su cumpleaños y yo no lo recordaba, pero después de diez años sin su respuesta en ninguno de sus cumpleaños o festividades del año... hasta yo me daba por vencida y con el camino olvidaba unas cosas. - James lo siento - dije de inmediato - lo había olvidado, feliz cumpleaños - inmediatamente mi sonrisa causó el mismo efecto en sus finos labios bien formados - en cuanto a tu otra pregunta sobre todos estos años sin respuesta... - decía James antes de ser cortado por las palabras de mi abuela - nena, cuéntame sobre el nene ese del que siempre hablas - dijo mi abuela interrumpiendo mi charla con James - abuela, te cuento luego - dije mirándola mientras sentía como James me atraía más a él impulsándome por su suave agarre en mí cintura - habla con ella, sé que trata de que la perdones - susurró James en mi oído - no quiero hablar con ella, tengo todo el tiempo del mundo con ella… pero me aterra el no volver a verte luego de hoy - dije en un tono de queja lo que causó una leve risa de parte de James - no te rías, sabes que ella y yo nunca nos llevaremos bien - - entonces, hazlo por mí - dijo James en otro susurro - tengo tanto que contarte, búscame luego de la fiesta - dicho esto dio me soltó dejando que el frio se apoderara de donde, hace unos segundos, se encontraban sus brazos dando media vuelta y comenzando a caminar a un grupo de personas en etiqueta, ¿cómo James conoce a estas personas? Me senté junto a mi abuela y di una última mirada a James, quien permanecía junto al grupo de personas. Mi mirada se concentró en su cuerpo bien desarrollado con su traje de etiqueta elegante color azul celeste; ¿desde cuándo James tiene tal cuerpo? Miré a mí abuela una vez más y empecé a hablar. El "nene" del que mi abuela hablaba era un chico con quien había pasado dos años conociendo y empezaba a sentirme cómoda a su lado. Ahora solo dudaba de quién podía ser ese chico para mí si James llegaba a mí vida nuevamente. James es mayor por cuatro años, es de la misma edad que mi hermano si nos vamos a eso. Sin embargo, eso nunca fue una obstrucción para nuestra amistad como muchas personas dirían. Al contrario, nuestra diferencia de edad solo nos hacía más especial y claro de que lo que teníamos era una amistad algo rara y única. Siempre supe que estaríamos juntos, de una manera o de otra, pero esto no fue así y aún no tenía clara la razón por la cual James se había alejado. Luego de un rato hablando con mi abuela, pedí un milagro de Dios para que me sacara de su lado, ya no soportaba esta conversación. Mi pedido fue respondido, mi salvación era un chico alto de tes clara, ojos azul oscuro y cabello oscuro. Sí, mi salvación fue James pues vi cómo se acercaba a mi tío y su familia haciendo que recordara que aún no saludaba a mis tíos. - abuela, iré a saludar a mí tío - dije levantándome del asiento y caminando, sin pensarlo dos veces, a donde se encontraba mí tío - ¡tío! - grité haciendo que el mencionado se girara a verme - mi amor - dijo mi tío con una sonrisa mientras me abrazaba - ¿cómo estás? Llevo tiempo sin verte- Al parecer, el dolor de no poder vernos había sido mutuo. En mi familia materna mi hermano y yo somos los únicos descendientes lo que nos hace algo especiales tanto para mi abuela como para mis tíos. Claro que, de parte de mi abuela, mi hermano era el favorito y ella nunca se cohibió en demostrarlo. - estoy bien, veo que ustedes también lo están - dije mirando a mi pequeño primo - aunque algo exhaustos. Sabíamos que era trabajoso, pero el tener que atender nuestro negocio y al bebé al mismo tiempo nos ha agotado por completo - contestó mi tío y solo entonces me percaté de las manchas negras bajo sus ojos - deberían tomarse algunos días para descansar y estar con mi primo - dije mirando el niño en el coche - ¿cómo se llama mi primo? - pregunté y mi tío sonrió - su nombre es Christopher - dijo y sonreí Empecé a hacerle niñerías al bebé, siempre pendiente a la esposa de mi tío ya que, normalmente, todo le esta malo y, con un primer hijo, sería aún peor. Ella hizo el gesto de querer decir algo, pero mi hermano me llamó y yo me dirigí a él. Al mirar atrás pude ver cómo la esposa de mi tío se llevaba el coche del bebé a una esquina y ella se sentaba al lado de él pendiente a que más nadie se acercara. Giré los ojos y seguí mi camino a mi hermano. En esos momentos sentí como todo a mi alrededor temblaba, cosa que hizo que inmediatamente girara la cabeza para mirar por la ventana viendo como todo parecía elevarse. ¡El edificio parecía estar cayendo! Si esto está cayendo quiere decir que cuando termine de caer el edificio se destruirá y nosotros...  
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD