Capítulo 1: Viernes.

1712 Words
28 de Septiembre de 2018.     Abigail.     "Call Me Mother" de RuPaul es una buena canción para tomar mi almuerzo. Había empezado el día de malas pero comer y escuchar música me pone de buen humor, más si son canciones que me hacen querer bailar y hacer voguing[1] en medio de la cafetería pero no, todavía no llego a ese punto de aburrimiento.   Estaba cantando la letra en mi mente hasta que llegó Clío, mi amiga desde que estudio aquí. Con lo que me gusta que me corten la inspiración.   Hace algunos años yo vivía en México, pero por mejores cuestiones de trabajo para mi padre, nos mudamos aquí. Con el tiempo mi madre consiguió un empleo también; mi hermano, Dylan, una beca en la universidad local y yo, bueno, solo la experiencia de vivir en otro país.   Solo mi hermana se había quedado con algunos familiares pero porque no es tan osada como nosotros.   Me quité los audífonos para ponerle atención a Clío.   — ¿Te gustaría ir a una fiesta conmigo el viernes?—me sonrió tratando de convencerme. —Nop.   Generalmente yo amo ir a fiestas, pero los viernes no, los viernes son mis días de paz mental. Simplemente libero todo el estrés de la semana comiendo como un cerdito y viendo programas.   — ¿Por qué?   — ¡Es noche de Netflix!   — ¿Eso significa noche de drag?   Cada semana me obsesiono con un nuevo programa y bueno, RuPaul's Drag Race [2] me tenía entretenida por casi dos meses ya que habían subido recientemente todas las temporadas.   —Absolutamente.   Benditos sean los viernes.   Nada va a arruinar mi día ahora que logré estar de buen humor.   Bueno solo ciertas personas pueden arruinar eso y una de ellas acababa de llegar: Eve.   No es que la odie o algo por el estilo pero, a veces me sacaba de quicio, eso sí es guapa y buena onda en algunas ocasiones  pero la mayor parte del tiempo tiene una actitud de mierda. Pero bueno, a veces puedo tolerarla y sé que ella también algunas veces no me tolera así que estamos a mano.   En cambio Clío, quien es su prima, es hermosa y con un muy buen carisma. De hecho solo por ella Eve y yo soportamos estar juntas, sin Clío de por medio no nos dirigiríamos la palabra.   Y bueno yo, yo soy bonita lo sé, me gusto, me amo y sobre todo me  caigo muy bien. Si pudiera casarme conmigo misma lo haría, a mis cortos 17 años he logrado formar una  gran autoestima. Aunque lo único que odio a veces es ser mal hablada.   En realidad no, me gusta decir groserías, libero el estrés. Y las dos personas que ahora están interrumpiendo mis canciones siempre se quejan de ello.   —El mundo me está jodiendo—dijo Eve, la que dice que odia que sea mal hablada pero ella hace lo mismo.   — ¿Por qué?—Clío le contestó.   No estoy lo más mínimamente interesada en esta conversación.   —Daniel está haciendo una gran fiesta esta noche. Es viernes y no tengo ningún plan para decir que tuve algo mejor que hacer.   Así que de él era la fiesta, que bueno que no acepté. Daniel es otra de mis personas menos favoritas aquí que ni siquiera vale la pena pensar en él.   Sé que dije que no estaba interesada en el tema pero soy muy chismosa, solo finjo no prestar atención pero Clío me pateó para que le dijera algo a su querida prima.   — ¿Y por qué no vas?—le pregunté, aunque creo que fue una mala elección de palabras.   No es que odie a Daniel, no creo que sea una mala persona después de todo, así que no le veo problema a que Eve vaya a su simple fiesta.   Ja, mentira, si le tengo rencor pero poquito. Odio es una palabra muy fuerte o eso dice mi mamá. Pero aún así dicen que sus fiestas son buenas aunque nunca he sido invitada, creo que tenemos él y yo el mismo sentimiento. — ¿Estás loca? No puedo ir a la casa de mi ex aunque sea para una fiesta.   Ah sí es cierto, Eve y Daniel fueron novios por algún tiempo y luego ella lo terminó y dice que hasta la fecha él le sigue rogando que regresen. Dice.   —La verdad yo si quisiera ir, solo por Nathan—empezó a decir y luego me miró tratando de hacer los ojos manipuladores que solo a mi me salen—. Pero alguien ama pasar lo viernes en su cama.   —Lo siento, me interesa más mi televisión que una estúpida fiesta de Daniel en la que obviamente no soy bienvenida—Clío sabe muy bien de mi rivalidad con ese tarado pero a veces lo ignora—. Y ahora tengo que ir a mi clase.   En realidad faltaban diez minutos para entrar pero no quiero que sigan arruinando mi viernes perfecto.      (...)     El resto del día transcurrió normal, ahora sí nada puede arruinar mi viernes perfecto. Estoy lista para largarme a mi casa y ver otro capítulo de Drag Race. O tal vez unas tres temporadas.   Iba muy feliz por el pasillo hasta que alguien me jaló del brazo.   —    ¿Qué quieres Daniel?—dije en cuanto noté quien era.   Genial, antes de ver mi programa debo de lavarme el brazo, o mejor bañarme. No lo detesto por ser el ex novio de Eve, hay mucha historia detrás y lo conocí antes de que Eve lo conociera.   Para empezar él es otro chico que vivía en México, no sé exactamente donde pero afortunadamente muy lejos de donde yo vivía ya que apuesto a que si nos conocíamos antes no estaríamos vivos por aquí o me hubiera fastidiado con su presencia mucho antes.   Es la única persona con la que puedo hablar en español lo cual es irritante cuando quiero fastidiar a las personas con palabras que no conocen.   —Necesito tu ayuda con algo.   ¿Este pendejo en serio cree que voy a ayudarle a algo? Soy muy buena persona pero no con las malas personas.   —Por ti no haría nada.   Al menos que sea enterrarlo, ahí tal vez sí.   Daniel en realidad es guapo, para que voy a negarlo. Básicamente si no hablara o no se moviera o no respirara sería mi chico ideal. Aunque soy un asco para las relaciones a decir verdad.   Pero desde que nos conocemos me ha molestado y obviamente no iba a dejar que lo hiciera así que sí, tenemos una bonita y agradable relación de odio.   —Quiero que vayas a mi fiesta hoy con Clío.   — ¿Estas bromeando?—siempre ha declarado que yo no soy invitada a sus famosas fiestas y no tengo problemas con ello.   —No, en serio necesito que vayas. Clío no irá sin ti. Me lo dijo esta mañana.   — ¿Y por qué te interesa que ella vaya?   Se quedó pensando por algunos minutos.   Ya me quiero ir y este tipo es demasiado lento pensando.   —Eve ha amenazado a todas las chicas de la escuela a que no tengan ningún tipo de relación conmigo desde que terminamos.   — ¿Qué? Si eso paso hace varios meses.   La ruptura de Eve y Daniel había vuelto locas a las hormonas de las chicas ya que como dije, Daniel es guapísimo, lo cual ya no repetiré; pero no sabía que Eve las había amenazado.   ¡Qué divertido!   O sea sí está loca pero estoy segura de que las chicas si le hicieron caso, ella es muy intimidante.   —Imaginarás lo desesperado que estoy—dijo tomando mis hombros dramáticamente. Ya he decidido que si me tendré que bañar.   No entiendo porque una persona normal no puede vivir sin sexo.   Bueno, me gusta el sexo, lo disfruto pero no hay problema si no hago nada por unos meses, así ha sido y no me he acomplejado por ello.   Maldito ninfómano.   — ¿Y por qué tenemos que ir?—me crucé de brazos y el miró a mis pechos por lo que le di un zape[3].   —Porque tú y ella son las únicas en la escuela que no le tienen miedo. Así que eso deja a Clío libre, contigo no gracias.   —    ¿Gracias?   —    ¿Irás?   —No—comencé a caminar hacia la salida.   —    ¿Por qué?—voltee a verlo.   — ¿Tal vez porque básicamente no me agradas? Además, ¿qué te hace creer que Clío, siendo prima de Eve, estaría contigo? y para agregar, si sabes que Clío está quedando con Nathan, tu amigo ¿no?   —Creo que todo puede ser posible con esfuerzo, tengo un increíble poder de convencimiento que no le importará su prima y Nathan está enterado de todo esto, ellos aún no son nada y si Clío acepta é no puede hacer nada—se encogió de hombros.   Par de idiotas, todos los hombres me caen mal menos el que me gusta. Por suerte nadie me gusta así que ahora todos me caen mal.   —Bien, pues esfuérzate y ve si lo consigues sin mi ayuda—quería hacer mi camino de nuevo a la salida—. Adiós, animal.   —Está bien, quería hacerlo por las buenas... no me dejas otra opción que divulgar esto—dijo mostrándome una foto mía en estado etílico sin blusa sobre una estatua del parque.   Recuerdo ese día, no sabía que había evidencia y es una historia que no quiero recordar ahora.   — ¿De dónde sacaste eso?   —Oh, yo la tomé y la guarde para alguna ocasión así—la arrebaté de sus manos y la rompí.   — ¡Ja!—estúpido.   — ¿Creerías que es la única copia?—dijo mostrando su celular bloqueado. No permitiría que esa cosa saliera, nadie sabe y nadie sabrá, tengo una reputación que cuidar—. Las veo a las 8 en mi casa—dijo sonriente y se marchó.   Ha ganado una batalla pero no la guerra.   Tome mi celular y le llame a Clío.   —Será mejor que tengas dos vestidos.      (...)     Clío y yo llegamos a la casa de Daniel, llena de adolescentes hormonales, alcohol, sustancias ilegales y música horrible. No se compara a las fiestas de mi México mágico, hace falta más alcohol y cumbias.   Esto se añade a la lista de cosas por las cual aborrezco a Daniel, la cual creé desde el momento que llegué a esta casa.   1.      Pegarme un chicle en el cabello el año pasado.   2.      Ponerme apodo de Ana Frank por el corte de cabello gracias a su chicle.   3.      Quemar mi casillero. (Eso no lo he confirmado pero sé que fue él).   4.      Amenazarme con fotos mías para venir aquí.   5.      Otras cosas no tan relevantes que no recuerdo pero que me hacen detestarlo.   6.      Y esto, por mucho, lo más horrible   Soy una exagerada de la fregada  pero no quita lo mucho que quiero pegarle en el rostro.   ¿Había dicho que es guapo? Bueno, no por mucho tiempo.   Después de un rato de la horrible fiesta Nathan llegó con nosotras, pasamos un rato agradable con él hasta que Clío y Nathan comenzaron a coquetear así que esta era mi señal de irme.   O eso planeaba hacer.   ***   [1]  Voguing: Estilo de Baile. [2] Ru Paul’s Drag Race: Programa de tele realidad y competición de Drag Queens. [3] Zape: Golpe en la cabeza.
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