Aterrizaje

915 Words
Después de horas durmiendo sobre el hombro de Martin, mientras unas pocas lágrimas se me escapaban, mi cuello ha quedado rígido. Mi cara es terrible, y no me siento de lo mejor tampoco. Suspiro mientras me miro en el espejo del pequeño baño del avión. ¿Qué mierda le diré a mi madre? Ni siquiera le mande un mensaje antes de venir. Estúpida me digo a mi misma y bufo mientras me lavo la cara. Como si eso fuera a mejorarlo me dice esa vocecilla en mi interior, la mando al diablo y sigo restregándome los ojos con abundante agua. Me seco la cara y me voy del pequeño baño, me hace sentir claustrofobia ese espacio tan reducido. Me dirijo a mi asiento, esta vez he optado por el pasillo ya que antes yo fui en la ventana. Martin tiene los audífonos puestos y ve una película en la pequeña pantalla del avión, no lo dice, pero sé que he arruinado su relación con Zendaya, aunque él podría haberse quedado, supongo que tengo que agradecerle no haberme dejado sola. Me siento y me abrocho el cinturón, lo miro, pero él está concentrado en la película. Tomo una bolsita de maní que nos han entregado hace un rato y comienzo a comer. -¿Qué vas a hacer?-pregunta Martin, me toma desprevenida y pego un brinco al oír su voz. -¿Qué? ¿De qué?- pregunto sin entender, el rueda los ojos. -Con tus padres, que les vas a decir-me explica, abro la boca y susurro un pequeño “oh”, y fijo mi mirada en el asiento delantero. -Ni puta idea- le digo. Suelta una carcajada. -Podrías quedarte unos días conmigo, mis padres están en su viaje de aniversario y mi hermano no dirá nada-dice encogiéndose de hombros, lo miro y frunzo el ceño. -¿Qué tus padres no estaban en su doceava luna de miel?-le pregunto, su cara se pone pensativa y luego se encoge de hombros. -No tengo idea, solo sé que no están-me dice, yo me rio por lo bajo. -No sé si mentirle a mis padres sea lo mejor-le digo, el suelta una gran carcajada. -Disculpa, pero les mentiste descaradamente cuando les hablaste sobre la prolongación del viaje-me dice, sonrió con nostalgia, él lo nota y toma la mano para estrujarla. -¿Y qué hago después de que pase la semana? Van a querer irme a buscar al aeropuerto-le digo, él sonríe y suelta mi mano para pasar su brazo por mis hombros. -Ay, tontita, a veces eres demasiado inocente-me dice, y le golpeo suavemente su brazo.- Venimos acá y fingimos. -Claro, somos maestros de la actuación-digo sarcásticamente y nos reímos.   Él tiene en su mente una idea que no logra sacar de su cabeza, que lo atormenta, que no lo deja concentrarse. Han pasado solo unas horas, el avión puede que ya haya aterrizado, no sabe cuánto demora en llegar al país de ella, pero se imagina todos los posibles escenarios en su cabeza, incluso que el avión se estrelle. Sus manos se afirman rígidamente a los costados del sillón en que está sentado. Hay una película que se supone está viendo, y a su lado su mejor amigo y su hermano comen alguna golosina, pero el solo puede pensar en una cosa, en ella. -¿Tom?-pregunta Harry, él mira a su hermano y le sonríe, o lo intenta porque todo lo que sale es una mueca. -Dime-dice él intentando disimular su falta de concentración. -Te estaba preguntando que si querías ir a comer algo-dice Harry, está sentado junto con su mejor amigo, y ambos lo miran muy detenidamente. -No, no tengo hambre-dice Tom colocando nuevamente la extraña mueca que hace al intentar sonreír. -¿Por qué no bajas y traes unas patatas fritas?-dice Harrison a Harry, Harry se encoge de hombros y se aleja. Harrison lo mira hasta que sale de la suite.-Tom, ¿en qué piensas? -¿Yo?-pregunta Tom haciéndose el tonto, intenta evadir la respuesta. -¿Quién más, el aire?-pregunta Harrison rodando los ojos y en un tono sarcástico. -No lo sé-dice Tom y suspira. -Yo sé cuándo estas mintiendo-dice Harrison en tono de advertencia, Tom bufa. -¿Qué se supone que haga, Harrison?-pregunta el mientras mira la alfombra, evita la mirada de su amigo, no cree poder soportar mirarlo y no quebrarse. -Eso no lo sé, y además, eres tu quien debe decidirlo-dice Harrison, se acerca a él y le coloca una mano en su hombro.- Pero quizás hablarlo de ayude a tomar esa decisión. Tom lo mira, se aguanta las lágrimas que amenazaban con salir. Controla su respiración y comienza a hilar esa idea en su cabeza. -Creo que… debería ir a verla-dice él. Harrison asiente con la cabeza. -¿Y qué pretendes decirle?-pregunta el, Tom frunce el ceño. -¿A qué te refieres?-pregunta Tom. -¿Acaso crees que _______ te vera y saltara a tus brazos, después de como terminaron las cosas?- pregunta Harrison, Tom mira hacia un lado y aprieta sus labios. -No lo sé-dice negando con la cabeza. -Exacto, no tienes idea, puede que salte a tus brazos a besarte como puede que a golpearte-dice Harrison. -¿Entonces crees que no debería ir?-pregunta Tom, Harrison niega con la cabeza. -No, yo creo que debes pensar en un plan, muy detalladamente. Además, sabes que ella vive en (tu país) pero quizás en donde, no tienes idea de la dirección de su casa, de cómo es allí ni nada-dice Harrison. -Tienes razón-dice Tom, y luego resopla- ¿y cómo voy a averiguar esas cosas? -Para tu suerte, tenemos a una pequeña infiltrada-dice Harrison y le guiña el ojo. -Zendaya-dicen ambos al mismo tiempo.   -¿Lista?-me pregunta Martin. Me abrocho el cinturón en el asiento del copiloto. -Lista-digo. Martin enciende el auto y nos vamos rápidamente del aeropuerto. Comienza mi semana como “prófuga” de mis padres.
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