FIN

3000 Words
Escucho el sonido de los golpes en la puerta, producto del desesperado llamado que me hace Cristina el ama de llaves de está enorme casa hace más de 10 minutos; ni siquiera todo el afán que debe tener en este instante es suficiente para que yo le abra y así poder anunciarme que el momento ha llegado, es capaz de faltar a sus pulcros e intachables modales de abrir la puerta de “mi” habitación. Lo cual me hace suspirar, recordando que debo cumplir con mi palabra  que debo abrir o responder o saludar o al menos seguir adelante con todo esto.  -Si?  -Señorita, la esperan abajo, tiene más de 5 minutos de retraso. Y usted mejor que nadie, sabe como exaspera eso al Señor. -Claro que lo sé Cristina, en todo caso estoy lista. Justo en ese momento se abre la puerta y ella me observa de arriba a abajo con total anhelo, admiración, respeto, hasta puedo decir que amor y felicidad. La verdad es que es indiscutible que mi amistad con Cristina a través estos años, ha crecido descomunalmente, teniendo en cuenta la diferencia de edad además de uno que otro pequeño incidente que me hace sonreír justo cuando me observa a los ojos.  -Se ve usted preciosa y más que lista para… -No Cristina!!! no lo digas por favor, así es más fácil. -Porque aceptó entonces? -Ni siquiera yo lo sé, jajajaja suelto una risotada- y si, esa es la más falsa que jamás he dado en mi vida-  -Creo que por alguna extraña razón las cosas han llegado a este punto, pero permítame ser muy atrevida debo decirle que esa chispa en sus ojos y en los del señor cada vez que cruzan miradas no es en vano. Y es entonces que mi estomago se llena de mariposas, digo que por la ansiedad pero se que no es por eso aun así estoy a punto de cometer un suicidio contra mi integridad mental, con todas esas mariposas que no son respuesta a mi ansiedad voy bajando las amplias escaleras de mármol, con mis zapatos tacón de aguja levantando el precioso vestido gris perla de la parte delantera como toda una dama, un vestido impecable y dramático, sobra decir que es como yo, es un vestido de gala con escote redondo elaborado de organza de encaje y adornos que se costarían el salario de toda mi vida, terminaciones en lentejuelas y plumas, además de varios adornos dispuestos por el vestido y sus preciosas mangas largas.  Cuando llegue al final de la escalera, Cristina tomó mi mano y me dirigió hasta el jardín. Las puertas del acceso están completamente cerradas, y se que una vez se abran voy a poder ver a mis padres, que por cierto estaban bastantes molestos por la inesperada situación, ni qué decir de Mamá, que armó toda una rabieta por que no le permití acompañarme durante el proceso de peinado y maquillaje, aunque eso no fue todo ya que casi se desmaya cuando le expliqué que era perfectamente capaz de poner mi vestido yo sola, cosa que era falsa, y situación en la que afortunadamente la maquilladora acepto ayudarme. Pero es que con tantas cosas pasando por mi cabeza a mil por hora no era capaz de actuar la felicidad que debe sentir una novia real en un día como esté, si es que a duras penas lograba sentir algo, mi alegría era nula.  Cristina abre las hermosas puertas francesas que dan al jardín y justo al fondo lo veo, impecable en su traje n***o, lo miro de arriba a abajo sin llegar a sus ojos, se que si lo miro saldré corriendo como toda una cobarde, obviamente se que no huiría por cobardía yo huiría en defensa propia. Mi padre carraspeó e inmediatamente me di cuenta que pase lo suficiente observando a ese hombre al final del camino, dirijo mi mirada a Papá que me sonríe y por automático le respondo igual. Me dio su mano y la apreté tan fuerte que creí sentir que lo iba a lastimar, pero como siempre y cada día desde que nací Papá resiste, resiste para mi como el buen hombre que es. Tan pronto como iniciamos a caminar sobre la alfombra blanca con bordes negros  que demarca el camino hasta el precioso altar, me sorprendo al escuchar de fondo una canción que no se si es propia para el momento, la situación, el contexto, y sobre todo por lo que está a punto de pasar.  Escuchar la fuerte voz de Nina Simone y su Feeling Good, me pone los pelos de punta,  por un segundo levantó la mirada, para observar que tararea suavemente la canción, y justo cuando ella canta.  You know how I feel. It's a new dawn. It's a new day. It's a new life For me, And I'm feeling good. Puedo ver en sus carnosos labios pronunciar esa pequeña estrofa con más ahínco de lo que venía haciendo con el resto de la canción. Y mi corazón se acelera tanto que siento por un instante que le creo, pero inmediatamente me recuerdo que esto es falso, este matrimonio es una mentira, una mentira necesaria como tantas otras que los adultos estamos acostumbrados a decir e inventar. Decido concentrarme en lo hermoso que se ve este elegante pasillo lleno de arreglos florales con Peonías lilas y hojas verdes, y en medio de ellas casi imperceptibles logro ver las velas entre jarros de cristal, velas de diferentes tamaños y por un pequeño instante me digo que esto es mi sueño, claro que no está hecho realidad, pero es mi sueño. No sé en qué momento cubrieron el jardín, con tantos arreglos y flores colgantes y las pequeñas luces, hacen que sea aún más perfecto, justo cuando mi mirada llega al frente, al altar, es que veo ese arco de cuento de hadas, esta todo en tan justa medida que me doy cuenta que lo único que no está bien soy yo. Cuando llegamos al altar, mi padre me entrega, él en ese momento le sonríe, y no se como hace para actuar tan bien, aunque no me puedo quejar porque no lo hago nada mal, me toma de la mano y siento una fuerte electricidad que me recorre entera, y no sólo esa ostentosa electricidad me recorre, también un miedo terrible, por esa razón desde que entre al jardín, que parece una nube de flores y luces, no he sido capaz de mirarlo a los ojos. Iniciada la ceremonia, créanme cuando les digo que intento prestar toda la atención posible, pero estoy mirando un punto fijo al frente, no puedo, no quiero y no me permito dejar de mirar esa pequeña flor lila, tan pequeña y tan firme sobre las que la rodean. De repente siento un ligero apretón en mi mano y se que algo importante va a pasar, como decir que 1. "si acepto" o 2. los votos que me invente apenas hace unas horas, en curso mi mirada nuevamente al cura que dirige la ceremonia y entiendo que es momento de la segunda .  "Desde el momento en que te vi, sabía que podría pasar de todo menos el amor, por que tu eres tan claro como yo oscuro, pero a pesar de eso, y luego de 3 años de ir y venir estoy frente a ti, con todo lo que mi corazón puede dar y ofrecer a un hombre como tú, que lo merece todo, estoy dispuesta a ser mejor y trabajar más duro para que entiendas que no habrá oportunidad de desfallecer ante esta decisión y este nuevo comienzo para los dos, es todo lo que fuimos, somos y construiremos en el futuro para nosotros, que ahora somos familia unida por el amor que tanto nos profesamos entre los dos, porque no necesitamos de aprobaciones o que nos vean tomados de la mano, porque se que nunca me vas a soltar, por que te necesito estoy aquí y digo que si a una vida entera y eterna contigo a mi lado". Luego de escuchar sus Votos y ver como mamá dejaba ver un par de lagrimas, sabía que todo había salido a la perfección, el beso?, Ja eso fue pan comido, algo así cómo... -El novio puede besar a la novia.  Y como mi torpe estomago estaba dando vueltas a punto de salirse por la boca, me incline y lo besé, me acelere y lo hice primero que él, porque no sabía si el lo iba a hacer, o se iba a quedar ahí petrificado, así que me lance sin miedo, como siempre he tratado de vivir mi vida, y puse mis manos sobre su cuello y lo tome como si mi vida dependiera de ese beso, al principio las mariposas de mi estomago recibieron una fuerte puñalada, porque mi beso no fue correspondido, pero quiero pensar que una vez se dio cuenta que debía seguirme la cuerda, para hacer todo lo mas creíble posible, decidió besarme aún más fuerte de lo que yo lo había hecho inicialmente, lo cual me reconforto un poco porque no puedo negar que lo disfrute, sus labios, ese calor y ese olor por un fugaz momento lo sentí como mío, y justo cuando terminamos el beso, hice lo que había estado evitando desde hace mucho, levante mi mirada y cruce mis ojos con esos ojos que a veces son cafés, otros días parecen casi amarillos, y en ocasiones de alegría los puedo percibir casi verdes, y mi mundo tembló, me aparte y seguí sonriendo a todos, como si nada hubiese pasado.  La cena y la fiesta fueron una total locura, todos los invitados, que inicialmente habían recibido una invitación para una boda con una novia distinta, en un lugar distinto y con un amor profesado distinto pero sobre todo publico, en ese momento se encontraban como si los cambios fuesen de lo mas normal de la vida y yo hubiese sido la novia desde siempre, Su postura me ayudo a calmar mis miedos y mis nervios sobre todo para el momento cuando llegue frente a mi muy querida suegra. -Estás más que preciosa, y la elección del vestido, no podía esperar menos de una linda señorita con un gusto tan impecable como el tuyo, o no estarías con mi amado hijo. Todo esto lo dijo con la sonrisa más amplia que jamás le había visto y es que a Mariana si que la había visto sonreír.  -Bueno pues gracias Mariana, no ha sido nada fácil tantas decisiones tan apresuradas, pero estoy mas que feliz de poder estar con el amor de mi vida.  -Claro que si y nunca lo dudaría, tus ojos al menos brillan al mirar a mi querido Cristóbal. -Wow, jajaja no imagine que fuese tan perceptible. -Digo con toda la incredulidad que puedo, porque hasta la fecha, creo que nunca me había detenido a mirar a Cristóbal de ninguna manera posible, o eso creía yo al menos.  Luego de varias horas de baile, alcohol y felicitaciones, siento una mano que se posa en mi cintura y me dice que es hora de irnos a nuestra "luna de miel". Pueden creerlo?. Luna de Miel, suena tan irreal, que casi escupo toda la champaña que tenía en mi boca, porque si señoras y señores ya estaba por mi segunda botella y no es como que el trago fuese un problema para mi, pero en esté momento si que lo necesitaba y sobre todo necesitaba sacar toda mi fuerza para seguir bebiendo y que no se notara, tarea que hasta estos 33 años de mi vida había sabido realizar muy bien. Nos despedimos con unas sonrisas impecables para todos, y una vez en el carro, lo que paso no lo vi venir, no lo espere y no quería si quiera que pasara. Que Cristóbal me tomara de la cara, me pegara a sus labios y me besara con tanto desenfreno, que mi ropa interior quedara completamente mojada, era una cosa que mi ebria mente en ese momento no podía soportar, así que hice lo que toda dama en mi lugar haría. Me separe un segundo para mirarlo a los ojos, levantar mi mano y tomar su cara para pegar sus labios de nuevo a los míos, empecé a quitar ese hermoso velo que iba acompañado de un tocado de pedrería de la mas fina categoría con tanto afán como si me estuviese persiguiendo la policía y yo fuese el criminal más buscado de la historia y poder arrojarlo a cualquier lugar del auto, levante mi falta como pude,  ya que no era nada pequeña, me subí sobre sus piernas, durante un segundo instante que nos separamos nos miramos a los ojos, pero yo no podía soportar su mirada, así que me pegue de nuevo a sus labios tan rápido como pude, cuando sentí su mano en mi entre pierna, no tengo ni la mas mínima sospecha de como lo logro entre tanta organza, y una vez su mano entro en mi intimidad, el gemido gutural que salió de su boca solo hizo que yo me prendiera más de lo que ya estaba y que mi interior entero lo deseara más que a nada en este mundo. Con tanta rapidez como pude desbroche su pantalón, para ese momento el ya había dejado mis pechos al aire y los tomaba con tanta necesidad, que sólo hacía que mi deseo aumentara y por defecto mi poca capacidad para abrir su pantalón y obtener lo que tanto deseaba. Una vez logro que mi mano se pose en su duro m*****o, empiezo un movimiento ascendente y descendente suave pero firme y sus besos se vuelven mordiscos en mi labio inferior, y los movimientos de sus dedos en mi clítoris solo me hacen pensar en una cosa y es en que me penetre con tanta fuerza como pueda, al mismo tiempo que esos pensamientos llegan a mi siento sus dedos penetrarme y por primera vez desde que empezamos esté asunto, gimo, suelto un gemido desde lo más profundo de mi ser, porque se siente delicioso, refrescante y caliente, y me sonrojo, no se como lo logré, pero siento su punta en mi entrada y entonces se que el ha sentido lo mismo porque deja de besarme para mirarme, sonreír engreídamente de medio lado y decirme -"segura?, quizás luego te enamores más de mi", bufo tan duro como puedo, tomo su m*****o en mi mano y me penetro mirándolo a los ojos, cuando lo siento tan caliente adentro mío cierro los ojos, inclinando mi cabeza hacía atrás por el goce que estoy sintiendo, rápidamente vuelvo mi mirada a Cristóbal y logro pronunciar -"espero que no seas tú el que en un futuro me necesite para vivir". Con estás palabras y completamente llena de él se inicio una cadena de movimientos que me volvieron loca, no se como termine de espaldas a él en el carro, pero su manera de sostenerme de la cintura tan firmemente y que las penetraciones se sintieran más y más fuertes, hacen mis gemidos descontrolados, me toma de los pechos, me hala el cabello, pasa sus dedos por mi clítoris y luego los sube a mis labios y me hace lamerlos, para ese punto ya me estaba volviendo loca, unos minutos más de movimientos y estaba sobre mí, cada vez más rápido nos movíamos y cuando llegue al clímax, quede sorda por unos instantes, pero no lo suficiente para sentir como mientras llegaba a su clímax decía mi nombre tan fuerte y rasgado apretando mis caderas como si al soltarme su vida dejara de existir, al final, puso su frente a la mía.  -Katerina, que fue todo esto? -Sexo jefe, se llama sexo. -Sentí su mirada sobre mí, pero solo pude pronunciar un "por favor, necesito acomodarme, estamos por llegar al aeropuerto"  Siento mis ojos pesado y solo quiero dormir, el sexo y el alcohol, además de la adrenalina y los nervios de todo lo pasado hoy y el incierto de un futuro para nada lejano, me dejan agotada, justo cuando se que ya no puedo más y cierro los ojos, el auto se detiene y nos anuncian que hemos llegado a una pista, doy una pequeña maldición en mi mente, Cristóbal extiende su mano para ayudarme a bajar del vehículo situación que realmente me incomoda, porque no entiendo si lo hace por la culpabilidad de toda la situación en general, por lo que acaba de pasar en su auto, por que mi elegante y precioso vestido a estas alturas empieza a incomodarme o porque realmente quiere darme la mano, luego recuerdo que afuera pueden haber paparazzis o personas a las que les debemos la fachada de un nuevo matrimonio feliz y tomo su mano, el simple contacto hace que mis piernas tiemblen, que se sientan como imanes que se quieren aferrar nuevamente a su cintura y rozar nuestras entrepiernas, pero una linda azafata que tiene una bandeja con finas copas de champaña nos espera en la entrada del avión, me apresuro tanto como puedo sin dejarlo muy atrás y como por instintiva fuerza y antes de que nadie me recrimine nada, de la bandeja tomo las dos copas y dirijo mi mirada para darme cuenta que Cristóbal ni por un segundo me ha perdido rastro. Me las tomo de un solo golpe una tras otra, mientras le sonrío a la auxiliar de vuelo, de largas piernas por cierto. -Querida, creo que esta botella me va mejor a mi. Sin más la dejo parada con la boca abierta y me dirijo dentro del privado, que no es para nada sencillo, pero no quiero fijarme en eso ahora, no era la primera vez que me encontraba en su interior, así que tan rápido como mi estorboso pero hermoso vestido me lo permite, me encamino a la habitación del jet, de repente siento una mano firme y fuerte, demasiado fuerte, tomar mi brazo y girarme muy bruscamente. -Katerina, tan malo fue lo que paso en el carro?
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD