Capítulo 1

2284 Words
Reviso el celular esperando que llegue el mensaje que tanto estoy esperando, pero las únicas notificaciones que no me dejan de llegar son las de las r************* . Esta cosa no ha dejado de timbrar toda la mañana haciéndome pensar que probablemente ha salido un nuevo chisme más temprano.  - Cariño deja de ver tu celular por un segundo, te estoy hablando – levanto la mirada ante las palabras de mi madre y ruedo los ojos cuando la encuentro en la misma posición en la que yo estaba hace un par de segundos. - No me digas, que maleducada – comento con sarcasmo haciendo que ella levante la mirada por escasos segundos con la sonrisa que me da cada que me molesta. Le encanta regañarme, cuando no tiene motivos se los inventa, pero siempre tiene que llamarme la atención por algo. En ocasiones la comparo con los niños de kínder que tienden a molestar a las niñas que les gusta, como halando sus cabellos o quitándole los juguetes solo para llamar su atención, bueno, mi relación con mi madre se basa en esa ideología, en donde ella llama mi atención enfadándome. - Por cierto, querida, al parecer te vieron saliendo de un hotel con este amiguito que tienes, el actor que tiene un hermano – separa el celular de su cara e inclina la cabeza un par de veces para ver la pantalla de varios ángulos – Vaya bebé, tienes los mismos buenos gustos de tu madre – ruedo los ojos nuevamente a la escucha de lo que ya sabía; que habría salido alguna otra teoría por ahí. - Supuse que estarían diciendo algo, no dejo de recibir notificaciones – es molesto cuando esto sucede por lo que normalmente las apago, pero el otro día Alessandro me hizo un drama porque no vi la publicación en la que me etiquetó precisamente por eso, por lo que tuve que encenderlas nuevamente. >> Y Franco es solo mi amigo, madre, no confundas las cosas, es extraño – ha pasado el tiempo y Amanda siempre ha sido igual, una mujer libertina que le gusta el sexo y aprecia la belleza masculina, sin embargo, no importa cuántos años de mi vida tenga rodeada de esto, no me acostumbro a sus comentarios. A los de mi padre mucho menos. - Está bien que sean amigos beba, yo también tengo muchos buenos amigos – me pongo de pie de un salto con una cara de asco que la hace reír abiertamente. Realmente no estoy en contra de que disfrute su vida a su manera, pero yo podría vivir muy feliz si me ahorra ese tipo de comentarios. - ¡Mamá! ¡por dios! – chillo esperando poder quitarme la imagen mental que se me hizo involuntariamente. - Querida ya estas grande, sabes como vienen los bebés al mundo y déjame decirte que tú fuiste muy planificada, fue difícil porque no querías quedarte en mi barriguita, pero después de muchos, muchos intentos, pudimos concebirte – lo hace a propósito, oh claro que lo hace. - Suficiente, ya acabó esta visita – tomo mi bolso junto con mis zapatos y salgo de su habitación sintiendo sus pasos y sus risas atrás mío. Soy feliz porque ella lo sea, amo a mi mamá y por consiguiente su risa me resulta linda y cálida, pero no cuando la suelta a mi causa, por dios, no sé cómo no le tengo trauma al sexo teniéndola a ella que me habla tan abiertamente del tema desde que tenía como diez años. - ¡Espero que podamos almorzar mañana! – se queda al inicio de las escaleras. - Mañana no puedo, el jueves – me señala de acuerdo y vuelve su camino a la habitación. Yo me doy la vuelta lista para irme, pero soy detenida por Josh, el hombre que ha trabajado para mis padres desde antes que yo naciera. Este tipo es más parte de la familia que trabajador en sí, incluso representa un segundo padre para mí y también el único normal que tengo. - Josh, no te vi cuando llegue – me acerco para abrazarlo dejando que me estreche con un cariño que solo él era capaz de brindarme. - Linda, estaba ocupado con lo que me pediste antes – dejo atrás la sonrisa y veo con seriedad los papeles que me tiende. Lo quiero y es como un padre, pero negocios son negocios y estos se atienden con la cabeza fría. - ¿Y qué tal? – sostengo el bolso con el brazo y dejo caer mis zapatos para tomar las carpetas y darle una rápida ojeada, viendo que únicamente hay información de tres hombres, fotografía, nombre, edad y profesión, también un resumen sobre sus vidas y trabajos anteriores, pero no detallo esa información tan rápido. Esto es algo importante en lo que tengo que poner mucha atención. - Vinieron muchos, tantos que me sorprendió un poco, pero considero que estos tres son los más aptos – asiento a sus palabras, confiando ciegamente en su capacidad evaluativa. - ¿Quién crees que sea el que debo elegir? – como dije antes, a los negocios hay que atenderlos fríamente, pensar cuidadosamente en que sería lo mejor, y precisamente por eso me gusta escuchar la opinión de Josh, alguien que no solo ha demostrado de sobra cuan fiel es a mi familia, sino que también ha evidenciado como es de profesional en su trabajo y hábil para leer a las personas. Puede comer el almuerzo con nosotros y su familia los domingos e ir el lunes temprano a resguardar la espalda de mi padre con seriedad y profesionalismo. No podría confiarle a nadie más que a él mi seguridad, pero lastimosamente mi papá lo conoció antes y Jon Harlow puede compartir el amor de su mujer, pero jamás a sus trabajadores. - Gallagher, veintinueve, marine retirado, llegó a ser teniente y después subió a capitán, pero duró menos de un año en el cargo, fue condecorado como héroe por su participación en la guerra – asiento a sus palabras. - Es joven ¿por qué se retiró si apenas estaba subiendo de cargo? – abro nuevamente la carpeta consiguiéndome el apellido que me dictó y leyendo rápidamente lo que me acaba de informar, además de tomarme el tiempo de apreciar fijamente la foto que acompaña al documento. La imagen es únicamente de medio pecho para arriba y con solo eso sé que el hombre es una tentación andante. Guapísimo, mandíbula recta, la nariz también lo es, cejas pobladas, oscuras igual que su cabello, un pequeño rastro de barba y unos ojos filosos, también tiene una cicatriz en una ceja que le agrega atractivo. Me pregunto cómo será todo el conjunto completo.  - En un atentado recibió una bala en una rodilla que lo inhabilitó – vaya, que triste desenlace. - ¿Sí podrá protegerme con esa herida? – pregunto genuinamente interesada, primero, porque estamos hablando de alguien cuyo deber será protegerme, segundo, me parece alguien a quien me gustaría conocer; y como no con esos ojos tan oscuros y profundos.  - Se recuperó casi en un cien por ciento, por lo que, si podrá con su seguridad, se veía bastante estable e hice algunas pruebas físicas, esos otros dos también pasaron, pero en mi opinión, él dio mejores respuestas – asiento a sus palabras y me sostengo de su brazo para ponerme los zapatos. - Revisaré mejor esto y para mañana te tendré respuesta, muchas gracias Josh, le diré a mi padre que te dé un aumento – beso su mejilla y salgo corriendo cuando escucho que me cae una llamada. - No sé qué hacer con más dinero querida, no tienes que hacerlo – cuidando que nada se me caiga saco el celular del bolso y maldigo cuando veo quien intenta comunicarse conmigo. Había olvidado que tenía una reunión, ahora probablemente me castigarán hasta la muerte. - Podrías montar tu propia compañía y así ya no tendrás que trabajar para un viejo libertino – escucho su risa - ¡Nos vemos Josh! – y ya no sé qué habrá respondido porque salgo corriendo a mi auto. - ¡Ya voy llegando el tráfico es terrible! – chillo teniendo cuidado al abrir la puerta y la mentira sea más creíble. - Te quiero aquí en dos minutos – me rio internamente para no llorar. Estoy a media hora de distancia. - Abre la puerta, estoy en uno – y le cuelgo antes de apagar el celular y evitar que vuelva a llamarme. Sabe que es mentira y que tendrá que esperar más, pero ya sabré como voltear la situación una vez que llegue para que el regaño no sea tan intenso. Si puedo sobrellevar a mis padres, puedo con todo.   *POV Elijah*   Hago una mueca leyendo todas las entradas que arroja el computador al ingresar un nombre, incluso ni hizo falta completar el apellido y ya me salía la imagen de esta niña rica. - ¿Quién es esa belleza? – silva un hombre a mis espaldas haciéndome rodar los ojos con molestia. - Nadie que te importe – le respondo con dureza. - Estoy apreciando a una mujer atractiva, no puedes negar que lo es, mira esta foto, mierda ¿Quién es? Su carita de muñeca se me es familiar – se acerca invadiendo mi espacio personal, por lo que termino alejándolo de un empujón ganándome una maldición de su parte que decido ignorar. - ¿Te comenté del trabajo que Fernando me recomendó? Fui temprano a la entrevista sin saber muy bien y es para proteger a esta señorita – ingreso al primer link que encuentro, siendo este un chisme sobre una supuesta relación con dos hermanos actores. Sin importarme el chisme innecesario salgo de ahí y entro en otra, pero es otra página amarillista hablando sobre otro amorío, esta vez con un modelo; repito la acción de hace un momento y esta vez es con un cantante. ¿Cuántos novios tiene esta niña? - Bueno, muchos sabemos reconocer la belleza de ella – escucho a mi compañero murmurar, pero no le prestó atención a sus palabras - ¿Cómo es su nombre? - Venus Harlow – murmuro leyendo finalmente un perfil más profesional de la chica. Ya sabía su apellido, pues el hombre que me entrevistó se refería a su jefa como señorita Harlow, pero ignorando completamente el mundo riquillo no sabía a quién podría estarse refiriendo. Estuvo mal presentarme a una entrevista sin saber los detalles, pero ya estuvo hecho y afortunadamente no se dio cuenta que desconocía de quien hablaba, a diferencia de los otros veinte hombres que no desaprovechaban para hablar de la futura jefa. Me pareció muy de mal gusto como la mayoría se referían a ella, pero ahora se me viene a la cabeza que si la gente habla por algo será. Sacudo la cabeza apenas ese pensamiento viene a mí. Sea o no sea, ella sigue siendo una mujer que merece respeto y sigue siendo desagradable que esos hombres hablasen de tal manera de la señorita, afortunadamente, no todos actuaron de tal modo y tuve la oportunidad de establecer una conversación amena con algunos. - Mierda, es Venus, viejo tienes que obtener ese trabajo y presentármela – ruedo los ojos, pero lo ignoro mientras leo los datos de la niña rica. Venus Harlow, veintitrés, asquerosamente millonaria desde que nació y desde que creció no ha hecho sino multiplicar el dinero, empresas en torno a la moda y cuidado femenino, modelo principal de su marca y además cuenta con una muy mala reputación. - Elijah no me ignores – sigo, efectivamente, pasando de largo los estúpidos comentarios que me dice el hombre a mi lado y sigo informándome sobre mi posible futuro trabajo; cuidar de esta mujer. - Oh, por esto quería un guardaespaldas – murmuro entendiendo todo mejor cuando leo las agresiones que ha sufrido por periodistas y como se hizo público que uno ingresó a su casa mientras no estaba. Bueno, pensé que sería una niña rica con ganas de sentirse importante contratando seguridad, pero al menos ya sé que si tiene motivos para esto. - No he comenzado y ya me arrepiento de tomar la entrevista – hago una mueca cuando, insatisfecho, entro a otra página y me consigo un collage con todas sus supuestas parejas. - Es imposible arrepentirse de trabajar en un lugar en donde todo lo que tienes que hacer es vigilar este trasero – de un manotazo, me arrebata el cursor e ingresa en una imagen, claramente tomada sin su consentimiento, en la playa y en un ángulo que le favorece mucho. - Eric – intento quitárselo, pero me empuja de la silla tomándome desprevenido y haciendo que caiga hacia atrás. - Es que mira a esta mujer, es el amor de mi vida, ya sabía que se me hacía familiar esa cara, mira esta foto – me levanto enojado y lo tomo de su camisa para tirarlo hacia atrás tan fuerte que aterriza de culo al piso – Tienes un humor de mierda, haces que ser tu amigo sea un puto reto de la v***a – se queja echado en el suelo. - Pues me sabe a culo – quito la imagen que adornaba el computador, siendo esta vez una de ella en lencería que no me permito apreciar porque cierro rápidamente todas las ventanas, dándome por satisfecho con la información que obtuve de mi posible futura jefa. Una mujer que probablemente nunca ha sabido lo que es el trabajo duro o esforzarse, que lo ha tenido todo al alcance de la mano, los hombres incluidos y, sobre todo, que resultará una maldita tentación andante, una amarga tentación.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD