Capítulo 1

2777 Words
Lira   -Mamá apúrate. Dije mirando el reloj ubicado en mi muñeca   -Ya...voy...ya...voy-dijo bajando las escaleras jadeando- ¿tomaste el desayuno?   Rodee los ojos   -No tengo tiempo...ahora vámonos-le mostré el reloj-llevo diez minutos de retraso   Tomó las llaves del mostrador y saco el auto del garaje, condujo lo más rápido posible, sé que me ganare una buena sanción al llegar quince minutos tarde.   -Adiós. Dije bajando del carro entrando por el patio central corriendo   En el trayecto encontré a una niña pequeña de cabello cobrizo llorando de espaladas a mí en un pequeño rinconcito, traté de pasar de largo pero esa niña me recuerda a mi infancia cuando mi padre...mierda Lira no recuerdes, ve hacia la niña y pregúntale que le sucede.   Mierda...llegaré tarde   -Hola pequeña ¿Qué te sucede-me acuclillé hasta llegar a su altura-no llores preciosa? Le dije acariciando su mejilla.   La niña viro se blanco rostro para mirarme, sus ojos color azul verdosos me miraron con lágrimas contenidas, sorbió su nariz y me abrazo como si ya me conociera de toda la vida.   Le devolví el abrazo y volví a insistir acariciando su precioso cabello de seda.   - ¿Qué te sucede?   Se libró del abrazo y volvió a mirarme, me estremecí ante esa mirada yo la conozco y no es muy agradable.   -Me he perdido-dijo limpiando su nariz con el torso de la mano-vine a buscar a mi hermano, pero no lo he encontrado. Agachó la cabeza.   - ¿Te ayudo a buscarlo? -asintió- ¿Cómo se llama tu hermano?   -Teodoro   Mierda que clase de nombre es ese para un adolescente, Teodoro el nombre del hermano de Alvin. Genial ahora a buscar a Tedy.   -Cariño me dirías tu nombre ¿por favor?   -Sol-sonrió- ¿Cuál es tu nombre? Dijo   -Lira-le devolví la sonrisa más tierna que he podido dar a alguien en el mundo-ahora pequeña busquemos a tu hermano, sabes ¿en qué clase se encuentra?   Negó con la cabeza   -Muy bien ya veremos.   Subí con la niña a cada planta del instituto preguntaba a todo el que pasaba en el pasillo si conocían a la niña si tenían información de quien es su hermano, nadie lo sabía cada vez que la gente negaba conocerla se le llenaba los ojos con lágrimas, pero no caía ni una sola lagrima de aquellos hermosos ojos.   -Oye tu disculpa-le hice una señal a un joven que caminaba por el pasillo para que se acerque- ¿Conoces a esta niña?   Negó con la cabeza- ¿Niña cómo te llamas? -dijo el sonriendo.   -Soledad Aguirre Veguer Pérez Arteaga   El joven y yo nos miramos la cara confusos, ¡vamos!, era una niña, tenía aproximadamente como cinco años, era normal que tengo incluso el apellido de la Princesa Sofía.   -Espera –el joven reacciono-tu hermano no es ¿Teo Veguer?   ¿Qué? ¿Teo? Mierda él y yo tuvimos un pequeño desacuerdo hacía varios años, fue extraño que el supiera algo que ni siquiera mi madre lo sabía, o al menos se diera cuenta, si lo admito, al ponerme a la defensiva empeore las cosas, pero también tuve mis motivos, creer que todas las mujeres buscan algo de él, no deja mucho que pensar sobre su modestia.   Ahora estoy ayudando a su adorable hermana y tendría que hablar con él, DEMONIOS, como llegue aquí, bien ahora Lira mantén la calma y cuida de ella, después la dejas, finges demencia y ya está.   La niña asintió entusiasmada   -Bien-dijo el-Teo está en la quinta planta –argumentó mirándome.   - ¿Podrías llevarla? -pregunte esperanzada-llego tarde ¿por favor?   -Lo siento, llego tarde a entrenamiento físico   Maldije para mis interiores   -Así que adiós Sol, adiós...em...ir   -Lira. Corregí   -Lira-dijo el despidiéndose con la mano   Tome la mano de la niña   -Bueno c*****o es hora de ir a ver a tu hermano   Tomé una respiración profunda y subí las escaleras   - ¿c*****o? Preguntó mirándome intensamente   -Aja   - ¿Por qué?   -Mira... antes de que haya una hermosa flor siempre habrá un precioso c*****o, crecerás a medida que pasa el tiempo y te convertirás en una flor muy hermosa.   Y era la verdad, esta niña cuando crezca será muy hermosa no cabrá duda   Sonrió de oreja a oreja   -Tu eres una flor-aseguró, sonreí también ante tanta ingenuidad   Llegamos y estaba indecisa si dejar que la niña tocara o yo.   Decidido YO.   Golpee levemente la puerta y mi profesora de estudios de la ciencia abrió.   Maldito duende homosexual retrasado deforme...   Lo busqué con la mirada hasta que unos ojos azul verdosos en llamas me encontraron, mi buen ánimo se echó a perder así que puse mi mejor cara de Pokerface.   -Buenos días Marcelita-sonreí – ¿podría salir Teo un momento?   Me miro boquiabierto y se levantó, sabía que me iba a echar todo su mal humor encima así que decidí aclarar la situación.   -Su hermana está conmigo, estaba perdida.   La maestra asintió y se hizo a un lado para que la cara de confusión de Teo saliera al encuentro de su hermana. Cerró la puerta tras de él y me miro intensamente como si quisiera ver mentira alguna.   -Teoooooo-Grito la niña emocionada cubriéndolo en un enorme abrazo de oso-me he perdido –dijo con lágrimas en los ojos-pero Flor me ayudó.   Ella sonrió.   Él y yo seguíamos con nuestras mejores caras de Pokerface, mirándonos mutuamente envenenándonos con la mirada al mismo tiempo.   Aunque quiero seguir matándolo con la mirada, llego tarde, ya he hecho de buena samaritana, debo irme, me acuclillé hasta quedar a la altura de la niña.   -Adiós c*****o, fue un gusto conocerte –la besé en la mejilla y me dirigí escaleras abajo, cuando una voz que sonaba entre dientes dijo-Gracias   El, el me dio las gracias, no debería, no lo hice por él, lo hice por ella, aquellos ojos me recordaban cuando miraba a mamá llorando y mi... no otra vez no, ya he pensado en eso suficiente hoy.   -No hay de qué. Dije sin virarme siguiendo mi camino hacia mi clase.   Mierda treinta minutos tarde.   Golpeo de manera educada la puerta y el profesor me abre   -Buenos días, disculpe la tardanza, ¿puedo pasar? -puse cara de cachorro funciona, siempre lo hace.   Teo   Cuando sus oscuros ojos me encontraron y pronuncio mi nombre sentí que la sangre se me congelaba, mi confusión duró un segundo gracias Douglas que me dio un leve golpe en mi pie derecho que me compuso de inmediato produciendo ponerme de pie e ir hacia ella, iba a echar todo mi mal humor en ella, era la última persona que deseaba ver esta mañana, pero me sorprendió cuando explicó:   - Su hermana está conmigo, estaba perdida.   ¿Sol? ¿Qué hace ella con Sol?   Tomé una respiración profunda y cerré la puerta tras de mí, su cara no revelaba nada, ya estaba acostumbrado, pero ¿qué hacía aquí?, en especial ayudando a mi pequeña hermana.   Nos miramos, nos miramos y nos seguíamos mirando hasta que se colocó hasta la altura de Sol y se despidió con un leve beso en su mejilla ,se levantó y no miro atrás, tenía que darle las gracias, pero no puedo, si puedes, no seas orgulloso, am...está bien, apreté los dientes y me salió un simple gracias ,todo lo que pude decir hasta que ella respondió un no hay porqué, ¿Qué quería decir?¿,no sabía que esta niña era mi hermana?,¿no la conocía?.   -Sol ¿Qué hacías con ella? Pregunté llegando a su altura   -Flor me ayudó, estaba perdida y vine en tu busca, pero no te encontré y se ha portado muy amable, incluso subíamos cada planta preguntando a toda persona que caminaba si me conocía, hasta que un niño grande reconoció que era tu hermana. Sonrío   ¿Flor? ¿Preguntar a cada persona su identidad? ¿Niño grande? Qué diablos, entonces definitivamente ella no sabía que era mi hermana.   -Vamos Sol es hora de ir a clases-le brinde un pequeño beso en su mejilla- ¿por qué la llamas Flor?   Curiosidad FRESCA   -Para qué ahora soy un c*****o y cuando crezca seré una hermosa Flor como ella.   - ¿Ella te dijo que era una Flor?   -No –respondió –lo he dicho yo   Si es verdad, nadie puede negarlo Lira Ángeles era muy bonita, su belleza era intrigante, su cabello n***o que le llegaba hasta su cintura ,su nariz respingada, sus ojos oscuros que no revelaban nada y te intrigaban hasta desear más, su sonrisa coqueta y su pequeña silueta que a todos amaban, era bailarina, quien no obtendría aquel físico siendo bailarina, incluso hasta su forma de tartamudear cuando se pone nerviosa es encantador, pero hace un año conocí a su verdadero yo y no es muy agradable, deduje que no es como las personas la pintan, ella es un lobo vestido de oveja,  lo tiene reservado solo para ella y para las personas que no conlleva una buena relación ,incluyéndome.   Dejé a Sol en su clase y volví a la mía aun confundido, porqué ella se tuvo que cruzar con mi hermana, y ¿por qué Sol se comportó con dulzura? que solo suele mostrar a mis padres, a mí y a Douglas, la mayoría de personas que la conocen creen que es un pequeño diablo.   ***   Cuando la clase terminó Douglas tomó vuelta y me miro intrigado.   - ¿Qué te dijo? -pregunto levantando y bajando las cejas dos veces   Rodee los ojos   -Encontró a Sol y la ayudó   Me encogí de hombros   -Seguro que sabía que era tu hermana   Hizo una mueca con su boca   -No, ella no lo sabía, la ayudó preguntando a todo el que la veía para saber de quien se trataba   Puso una enorme cara de asombro   - ¿Qué? Pregunto abriendo en gran cantidad los ojos   Reí entre dientes y le explique todo lo que había sucedido, cuándo se lo acabe de explicar, negó con el cabeza asombrado por la tranquilidad de Sol, ni siquiera yo me lo podía explicar.   La siguiente clase comenzó, pero no le pude prestar atención, mis pensamientos seguían en la tranquilidad que Lira Ángeles le brindaba a mi hermana, y la compostura segura que trataba de mostrar Sol me sorprendió, ella nunca era así, Lira se comportó cuidadosamente con ella como si ya hubiera tratado varias veces con ella.   -Hola –sonrió Lucía despojando mis pensamientos- ¿Cómo estás?, te he notado distraído. Dijo sentándose en mis piernas   Odio cuando hace eso, trato de controlarme para no gritarle y decirle que se levante, pero hay que mantener las apariencias como lo hace Douglas con Rebeca, ellos llevan su relación durante cuatros maldecido meses, sé qué él no es feliz y que esta con ella por tratar de olvidar a Talia Gonzáles, él ha estado enamorado de ella por años, pero ella ya tiene novio y no ha podido acercarse demasiado a ella desde entonces.   -Hola-le devolví la sonrisa más falsa que he prestado a alguien-estoy bien, solo un poco cansado-mentí, mentir era demasiado fácil para mí, era como mi segundo oficio.   -Ah-dijo ella sin descubrirme- ¿qué clase de broma le haremos ahora a Lira? Preguntó dando una sonrisa maliciosa   Mierda, es cierto cada receso tratamos de practicarle bromas, pero Niel y Talia siempre la defienden así que es casi imposible lastimarla, ella es en realidad fuerte, pero nunca la demuestra y deja que sus amigas la cuiden y con buena suerte no obtengo un golpee de Nick después de cada receso.   Ayudó a mi hermana, no puedo hacerle esto, no hoy, por lo menos   -Ninguna-puso cara de disgusto-hoy descansaremos   -Tú descansa, he estado trabajando en una muy buena así que la broma me pertenece. Dijo levantándose de mis piernas y yendo hacia Rebeca que estaba colgada en los brazos de un molesto Douglas.   Al menos lo intenté   Las horas transcurrieron y mi culpabilidad también por no devolverle el favor a ella y permitir que la lastimaran.   Lira   - ¿Qué tu hiciste qué? Preguntó Talia   -Ayude a la hermana pequeña de Teo Veguer   Abrió sus ojos como platos   - ¿Qué? Yo no lo sabía   Entrecerró los ojos   -Talia, no soy una acosadora Tipo A, y no sabía que era su hermana, ni siquiera tenía idea que tenía hermanas, la vi llorando y entonces...entonces recordé cuando veía a...   -No Lira, no vuelvas ahí, no recuerdes   -Lo sé solo que...cuando veo su rostro lo recuerdo todo   -Lo entiendo, ahora tú y Simón....   -Ni al caso, no con él, no ya he tenido suficiente por hoy   Asintió   -Voy a ver a Niel   Me puse de pie y caminé hacia una adormecida Niel   -Hola. Dijo mirando mi muñeca   Jalé de mi manga y ella arqueó una ceja   -Está bien-admití-hay otra más, no te preocupes sigo utilizando el cicatrizador casero que me diste.   Asintió   - ¿Quisieras sacarme a Cian de encima? -hizo una mueca de disgusto-está muy pesadito   -Muy pesadito para ¿bien? o para ¿mal?   -Ja-Ja-Ja que graciosa-saco su lengua-para mal. Arrugó la nariz   -Vamos Niel, todos sabemos que te gusta Cian y viceversa   -Al igual que todos sabemos que te gusta Simón-dijo una voz gruesa que reconozco como Nick ¿-o no Niel? . Dijo guiñando un ojo   -Tú eres idiota.   Gruñí   Fui hacia Talia y me crucé de brazos produciéndole una gran carcajada   -Vamos Li, no te enfades conmigo-hizo un puchero-sabes que soy tu hermano mayor y sé que los ojos verdes no te pegan. Arrugó su nariz.   Conocí a Nick desde que tenía 8 años, era mi vecino, siempre jugaba con el de pequeña, fui la hermana que nunca pudo tener, que por otro lado mis hermanos afloraban, mi hermana mayor Kany era muy parecida a mi físicamente, era doce años mayor a mí, su primogénito era una bendición que creí en el momento adecuado, mi sobrino, renacuajo tiene cinco años, mi infancia estuvo muy liada por mi hermana pero también lo estuvo por mi hermano Jake ,era despreocupado y un gran dolor de culo y  la mayoría del tiempo no está en casa .   Dada mi expectativa, mi infancia fue vivida junto con Nick, el cree que es mi hermano mayor, siempre dándome órdenes y a la vez protegiéndome , nunca le he escondido nada, él es mi mejor amigo y más que eso ,mi hermano, yo lo amo como el me ama a mí, tiempo después conocí a Niel y Talia ,cuando ingrese en el instituto solo éramos Nick y yo, pero el tiempo pasó y ahora Talia, Niel, Frank, Cian ,Nick ,Abby y yo somos como una familia , somos los que se esconden detrás de las sombras ya que cada uno de nosotros nos caracterizamos por nuestra personalidad y pasado aunque a veces Nick nos hace salir adelante ,gracias a ser una de las manos derechas de Teo se ha ganado el respeto del colegio incluyéndonos, excepto por Lucía y Rebeca , cada receso tengo que estar preparada para una nueva broma de Lucia, siempre trato de evitarla pero me resulta imposible , estoy acostumbrada, siempre me hecho para tras mientras Talia y Niel pelean , yo prefiero irme de ahí y dejar que ellas se encarguen.   -No te preocupes hermanito-le brinde un cálido beso en la mejilla-nunca puedo enfadarme contigo-guiño un ojo-me resulta imposible. Sonrió   -Lo sé-me devuelve el guiño-ahora...debemos hablar sobre esos....   -No, no pienso lo, ya comenzó el día mal, ahora no quiero terminarlo de igual forma. Arrugué la nariz   Suspiró   -Está bien ahora que pasó en tu pésimo día. Fingió terror produciéndome reír   -Ayudó a la hermana de Teo Veguer-interrumpió Talia- ¿te lo crees?   -Que tu ayu...   Levante la mano para que no prosiguiera   -Ya he tenido suficiente de eso hoy, no quiero hablar de aquel engreído   -Está bien, está bien –puso una mano cerca de su oído-mira es hora del receso, vámonos   Pasamos por la clase de Abby, ella era la novia de Nick, era un año menor a nosotros, pero es la adecuada para él, es demasiado buena para él, es mi mejor amigo, pero es verdad.   -Hola cariño –dice Nick dándole un ligero beso en los labios-vamos, necesitas nutrirte, le guiñó un ojo y le brindo el otro brazo, siempre solíamos ir de esta manera, Abby agarraba su brazo derecho y yo el izquierdo para mi protección de Lucia y sus bromas, mientras que a mi derecha iban Talia y Frank, otro par de tortolos, y atrás de nosotros iban Niel y Cian quienes siempre estaban en un intenso ligue cuando no estábamos presentes.   -Hey Ángeles-grito una voz chillona que traía malas noticias-toma   Lucía me lanzó una botella pequeña de soda   ¿Una botella de soda? Mierda ¡Una botella de soda!   Traté de arrojarla al suelo, pero ya fue demasiado tarde, la botella explotó a mí alrededor empapándome completamente   Sacudí mis brazos enojada, pero no reaccioné, porque si lo hacía, talvez Lucia me demandaría y no volviera al colegio nunca más, no podía soltar toda mi ira hacia ella, aunque lo deseara, no podía tenía que controlarme.   Mierda, Lira, contrólate, ahora, AHORA   Maldita hija de la tarada de fácil de su madre   Volví abrir mis ojos y vi a Niel gritando a una burlona Lucía y Talia tratando de mantener sus puños lejos del rostro de Rebeca, pero una mirada intensa llamó mi atención, ojos azules verdosos contra unos ojos oscuros avergonzados, reconocí aquellos ojos, Teo, me miraba con lamento como si estuviera preocupado, pero no, no podía estarlo, estoy más que segura que, aunque él no lo demostrara disfrutaba de la situación.   Me sentí enferma e impotente así que decidí salir corriendo de ahí no porqué me haya explotado una botella de soda, sino por la hipocresía que mostraban sus ojos, esos ojos que hoy en la mañana creí haber visto un poco de empatía, pero no estaba en lo cierto, nuca lo estaba.   Siempre me equivoco, maldita sea será mejor no soltar todo mi léxico de malas palabras, porque soy especialista en eso.
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