CAPITULO 1 Un día cualquiera me levante de la cama bien tempranito como todos los días, soy una chica con apenas 17 años que aun iba en secundaria, como de costumbre procedí a ducharme, me vestí, desayune, y después de toda está rutina diaria me fui a la escuela, todo marcho bien durante el día, la escuela para mí era como pan comido, es difícil creer que a una adolecente le guste ir a la escuela, por decirlo de mejor forma; la escuela es mi refugio, ya que soy una chica solitaria, no soy como los demás chicos de la escuela que tienen muchos amigos y son pues populares yo era todo lo opuesto a ellos, no tengo mejores amigos ni amigas es más soy como el bicho raro de la escuela, en realidad me gustaba la soledad, y no era porque fuese una chica fea o de mal ver, sino que ese era mi estilo,