Amanda
es algo tarde cuando por fin me despieto ,luego de estirarme un poco me levanto y lo primero que hago luego de ir a el baño y hacer mis necesidades es tomar cada una de las medicinas de la larga lista que me recetó el doctor algo que me parece un poco tedioso pero que es necesario de ahora en adelante, cuando terminó bajo a la cocina en donde sólo me encuentro a mi pequeño hermano chase con cara de sueño tomando en su taza favorita de cars un poco de cereal con leche.
-buenos días hermano.- me agachó un poco y depositó un beso en su cabello castaño todo alborotado.
-buenos días a ti también, mamá te dejo tu desayuno ya hecho en la taza amarilla que está en la nevera y dijo que hicieras un jugo de piña, nada de café con leche.
-Dice mientras continúa comiendo con los ojos a medio cerrar.
-¿algo más que me quieras decir?
-sí, Jane llamo hace un rato y dijo que te esperaba a las once en el centro comercial ese al que siempre van mmm ¿como dijo que se llamaba?.
-deja de comer y me mira fijamente mientras piensa, lástima que no tengo mi teléfono a la mano para capturar su linda cara de concentración.
-¿el summerland mall?.- intento ayudarlo.
- ¡si!.- casi parece que se despierta de el todo mientra grita.
observó en reloj colgado en la pared y este marca las diez y media, debo apurarme o se enojara si la hago esperar... nah que se enoje para que me cita tan temprano si sabe que los fin de semana son mis días especiales para dormir.
-¿Sabes si Max me pueda llevar?.
-no lo veo desde anoche y su carro no está en el garaje, así que nos toca ir en autobús.
-¿Nos?.-lo observó enarcando una ceja.
-obvio, ¿No piensas dejar a tu hermanito pequeño sólo verdad?.-me pasa por un lado y deja el plato en el fregadero.
-tienes razón, pero si en media hora no estás listo te dejo la señora Marie.
-oh no gracias, su casa huele a perro mojado y a ropa guardada.-arruga su cara y empieza a subir las escaleras de forma rapida.- ¡bajo en media hora!.
no le contestó, en cambio me pongo a calentar mi desayuno que consiste en unos sándwiches de pollo y mientras estos se calientan hago el famoso jugo de piña, al terminar subo a mi habitación y me cambio mi cómoda pijama, resisto la tentación de volver a mi irresistible cama y me dispongo a tapar mis ojeras y palidez con un maquillaje demasiado sencillo al igual que mi ropa, corrector de ojeras, polvo, rubor, algo de rimel y un brillo para labios.
-chase!! vamos ya estoy lista!!.-le gritó desde la sala.
-ya estoy aquí.- doy un brinco gracias al susto que me acaba de dar, me giro y lo encuentro en la puerta con una barra de chocolate en la mano.
-oye!! me asustaste.
-sólo te respondí.- alza sus hombros y yo ruedo mis ojos mientras salimos de casa a tomar el autobús.
- ¿eso no es mío?.- señaló la pequeña barra de chocolate.
-era.- y como si quisiera confirma lo que dijo se la come casi toda de un mordisco.
sin muchas ganas de discutir sólo ruedo los ojos y sigo caminando.