By Agustín. Any estaba tardando y yo contaba los minutos y creo que hasta los segundos, para verla, decidí bajar, me comía la ansiedad, desde la escalera la escucho discutir con la recepcionista. Es raro, Clarisa no suele tomarse atribuciones, aunque evidentemente, esta vez lo hizo. La reprendí, no quería que nada opaque éste día. Entré el auto de Any, se lo estacioné yo, porque ella estaba nerviosa. En el camino siento que me mira y ya me estoy excitando, parezco un adolescente, tengo una revolución dentro mío, quería llegar rápido y por fin, tomarla en mis brazos. Le dije lo del libro que tenía, lo había dejado en casa, porque era la excusa perfecta para llevarla allá. No me parecía correcto llevarla a un hotel, en mi casa íbamos a estar más cómodos y por otro lado, sabía que tení

