He creído que tu voz solo era una vaga composición de monosílabos... He pensado en poseer esa sonrisa, aquella que te encanta esconder debajo de ese antifaz... He soñado que eras insaciable por mis pecados.. He deseado el poder corromper tu razón, el volverte un desastre y al momento de terminar bailar en aquel desastre nuestro.. Quedate junto a mi, volver a repetir aquel extraño juego, encadenarte y hacer de ti un desastre, el deseó de marcar cada rincón de tu piel me corroe la razón y escondo tu llave de repuesto en mi boca... Y al momento de volver a tocar tu piel, de sentir lo húmedo de tu aliento aquella vieja sensación se pudre en silencio. El sueño que hablamos y el rosario que elegimos los entierras en lo angosto de mi piel, aquella que siempre disfruta de tu sentir...

