Tomé los restos de la caja que me había dado el Mimo, y comencé a correr de regreso a la sala junto con los demás, mi corazón estaba acelerado y mi respiración igual de rápida, tropecé un par de veces, creí que me había perdido en la inmensa casa porque ningún lugar me era familiar. De repente escuché un grito a mis espaldas, mi piel se erizó al sentir la presencia de alguien seguirme de cerca, voltee mi cabeza, pero no pude ver más que oscuridad, y antes de darme cuenta mi pie tropezó con un peldaño y caí a bruces en el piso. -¿Cassie?, ¿estás bien? -dijo Tony corriendo a mi lado, me di cuenta que había llegado a la sala principal junto a los demás, todos me miraban por mi extraño comportamiento. ¿Estás bien?, no estaba bien, estaba fatal, iba a vomitar en cualquier momento. -¿Cómo pue

