.°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°. .°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°. .°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°. Le miro triunfante mientras sostengo sus piernas con las rodillas pegadas a la cama, su rostro enrojecido, sus boca a mi Merced, como gime completamente descontrolada, la manera en que sus ojos están llorosos y su piel sudada, está despeinada, con las manos amarradas por la corbata en sus muñecas. Es una fiera salvaje, incontenible hasta que el orgasmo descontrola su consciencia, una bestia que amo como nunca he amado nada. Es la mujer que quiero. Me tiene cansado pero no lo suficiente para que no siga penetrando su estrecha entrada mis dedos se ciernen en sus muslos mientras La veo a los ojos. no cabe

