CAPÍTULO 6 llego a las 8:30 en punto por mi familia, se siente bien decirles asi. Lucharé con todo mi ser que eso sea realidad. Toco la puerta, y de inmediato se abre, me deja ver una Romina con mirada cansada y ojeras. Mis niños están con una mochila, vestidos de manera muy linda. Ella está con unos jeans gastados celestes, un chaleco cuello alto n***o y unas zapatillas blancas limpias, pero se nota que ya tienen un buen tiempo. Pero mis hijos, en cambio, sus jeans están casi nuevos, sus poleras, chalecos también, que decir de sus zapatos. En ellos todo es pulcro. Cuando no llevamos ni 10 minutos ella se duerme en mi hombro, la dejo tranquila, la acomodo para que descanse, converso con mis hijos. Les pregunto sobre sus gustos, lo que les pone tristes. Nos reímos mucho en el camin

