Otro atentado: La muerte de Carlos

3185 Palabras

Aaron: —¿Has logrado comunicarte con Luisana? —le pregunto a Aimara. —Sí, hace unos minutos —me contesta. —¿Dónde se supone que está metida? —pregunto molesto. —En su apartamento, me dijo que hasta ahora había estado durmiendo —la veo tomarse algo de una taza—. La pobre debe tener un agotamiento infinito. Ha venido trabajando mucho por este caso. —Dirás que se ha matado mucho —la contradigo—, ¿por qué no me contesta las llamadas? Hablé con los escoltas y me advirtieron que tienen orden expresa de ella de no dejarme entrar a su edificio. ¿qué carrizo le pasa a esa mujer? —Nada que ya tú no sepas hermanito —me contesta Aimara con el típico tono de voz de “te lo dije”—. Sabes que ella no quiere que se inmiscuyan en su vida, y tú como muchacho obediente, vas por el camino contrario. Haz

Lectura gratis para nuevos usuarios
Escanee para descargar la aplicación
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Autor
  • chap_listÍndice
  • likeAÑADIR