Aidan le entregó a Allen una botella de agua que llevaba en las manos. Apenas los dedos de Allen rozaron la superficie plástica, Aidan, como si todo su cuerpo hubiese llegado al límite de sus fuerzas, se desplomó al suelo de manera dramática. El ruido de su caída llamó la atención de las dos chicas: la pelirroja y la mujer que lo había estado correteando poco antes. Ambas reaccionaron con rapidez, visiblemente preocupadas por el estado del ghoul. ¿Y Allen? Él permanecía imperturbable. Se limitó a observar toda la escena mientras bebía el agua con calma, como si nada de lo que ocurría a su alrededor le afectara. Con cada sorbo, Allen vació la botella completamente, succionando con tanta fuerza que el plástico del envase se contrajo y terminó deformado entre sus manos. Solo cuando acabó, de

