Así pasó aquella tarde con una tranquilidad inesperada, como si el mundo hubiera decidido darnos un respiro después de todo lo ocurrido.
La noche llegó sin sobresaltos, envolviendo la mansión en un silencio profundo, casi reconfortante.
El día siguiente transcurrió con la misma calma, y luego la semana entera se deslizó sin interrupciones, como si el tiempo se hubiera vuelto indulgente con nosotros.
Incluso el mes entero pasó sin incidentes.
Todo fue realmente tranquilo.
Para Aidan.
Para mí.
El caos que nos había envuelto parecía haberse disipado, dejando en su lugar una rutina monótona pero segura.
Pasó tanto tiempo desde aquella vez en que los del "Desire" atacaron que apenas si logro recordar los detalles de lo sucedido.
La extraña figura de la adolescente se
