Ninguno de los oficiales encontró evidencia contundente acerca de las razones por las que los atacantes fueron contra Tania. El teléfono de la recién fallecida fue incorporado también como parte de la evidencia. Tras varios análisis y consultas con expertos, se confirmó que Tania había llamado varias veces a Lenet antes de lo ocurrido. Para Nicolai, eso fue la prueba certera de que Lenet decía la verdad; sin embargo, no podía evitar desconfiar de que eso fuera todo lo que ella sabía. Los fallecidos en el tiroteo coincidían con lo declarado por Lenet: no eran ni estadounidenses ni griegos. Todos portaban pasaportes italianos. La policía helénica había herido a varios, pero solo el equipo de Nicolai mató a tres. Eso dejaba más interrogantes. Los cuerpos seguían en la morgue sin ser reclamad

