2.
Mientras Jackson y Kate salían del cálido refugio del bar, la lluvia seguía azotando con fuerza las calles de la ciudad. El sonido del agua golpeando el pavimento creaba una atmósfera casi mágica mientras se dirigían hacia el auto de un amigo de Jackson, quien los esperaba pacientemente.
Kate se sintió un poco incómoda cuando vio que Jackson se dirigía al asiento trasero del auto junto con ella, dejando el asiento del conductor para su amigo. Era el auto de su amigo, no un taxi, y le pareció extraño que Jackson no ocupara el asiento delantero. Sin embargo, decidió no decir nada al respecto y se acomodó en el asiento trasero junto a él.
Mientras el auto avanzaba por las mojadas calles de la ciudad, Kate no pudo evitar notar la dinámica entre Jackson y su amigo. Aunque el ambiente era cordial, había cierta tensión palpable en el aire. Jackson parecía tratar a su amigo más como a un empleado que como a un igual, y Kate se preguntaba qué tipo de relación tenían realmente.
Decidida a romper el hielo y hacer que el viaje fuera más llevadero, Kate inició la conversación.
—Vaya noche para estar fuera, ¿verdad? —dijo, intentando aliviar la atmósfera.
Jackson asintió con una sonrisa forzada.
—Sí, definitivamente no es la noche ideal para pasear.
Kate notó que su respuesta fue un tanto evasiva, pero decidió no presionarlo. En cambio, se volvió hacia el amigo de Jackson, quien conducía con concentración.
—¿Y tú? ¿Cómo te llamas? —preguntó amablemente.
El amigo de Jackson se giró hacia ella con una sonrisa.
—Soy Dave. Encantado de conocerte, Kate.
Kate devolvió la sonrisa, agradecida por la amabilidad de Dave. Sin embargo, no pudo evitar notar la tensión que seguía flotando en el aire.
El resto del viaje transcurrió en relativo silencio, interrumpido ocasionalmente por comentarios corteses pero superficiales. Kate se preguntaba qué habría pasado entre Jackson y su amigo para que la atmósfera fuera tan tensa.
Finalmente, llegaron a su destino y el auto se detuvo frente al modesto apartamento de Kate. Jackson se volteó hacia ella con una sonrisa.
—Bueno, llegamos —anunció.
Kate asintió y abrió la puerta del auto, sintiéndose un poco aliviada de salir de esa atmósfera incómoda. Sin embargo, antes de que pudiera salir, Jackson la detuvo con una mano en el hombro.
—Espera un momento, Kate —dijo, mirándola fijamente a los ojos—. No quiero que te sientas incómoda por lo que pasó en el auto. Dave y yo tenemos una relación complicada, pero eso no tiene nada que ver contigo.
Kate se sorprendió por la franqueza de Jackson, pero agradeció su sinceridad.
—Lo entiendo, Jackson. No te preocupes por eso —respondió, tratando de sonar reconfortante.
Jackson asintió, apreciando su comprensión.
—De todos modos, ¿te gustaría que te acompañe hasta tu puerta? No es seguro caminar sola con esta lluvia —ofreció, con una sonrisa amable.
Kate sonrió ante el gesto de Jackson y asintió.
—Sí, me encantaría. Gracias, Jackson.
Juntos, salieron del auto y se dirigieron hacia la entrada del edificio. A medida que caminaban bajo la lluvia, Kate se sintió agradecida por la compañía de Jackson, a pesar de la extraña dinámica entre él y su amigo.
Al llegar a la puerta de su apartamento, Kate se volvió hacia Jackson con una sonrisa.
—Bueno, gracias por el viaje y por la compañía, Jackson. Realmente lo aprecio —dijo, sinceramente agradecida.
Jackson devolvió la sonrisa.
—De nada, Kate. Fue un placer. Espero que tengas una buena noche.
Antes de que Kate pudiera responder, Jackson le dio un beso en la mejilla y se alejó bajo la lluvia hacia el auto, donde Dave lo esperaba pacientemente.
Kate miró hacia atrás, sintiendo un nudo de miedo en su estómago. La lluvia arreciaba, golpeando el suelo con ferocidad, y el viento soplaba con fuerza, haciendo crujir los árboles cercanos. Pero aun así, se giró decidida y llamó de nuevo a Jackson antes de que se fuera.
—¡Jackson! — llamó, elevando un poco la voz para ser escuchada sobre el estruendo de la tormenta.
Jackson se giró hacia ella bajo el resguardo del paraguas, su mirada buscando la de Kate con curiosidad. Los latidos del corazón de Kate parecían resonar en sus oídos mientras le ofrecía una invitación que, en ese momento, parecía audaz y arriesgada.
—¿Te gustaría... entrar? — preguntó Kate, sintiendo un rubor subir por sus mejillas.
Los ojos de Jackson se iluminaron con sorpresa, pero luego se transformaron en una sonrisa cálida y agradecida. Se volvió hacia su amigo que esperaba en el auto y pareció intercambiar unas palabras con él en voz baja. Luego, con determinación, se apresuró hacia Kate bajo la protección del paraguas.
—¡Sí, claro! — respondió con entusiasmo, aceptando la invitación de Kate.
El corazón de Kate dio un vuelco de emoción y nerviosismo mientras abría la puerta de su casa y dejaba que Jackson entrara. El sonido de la lluvia golpeando el techo metálico del porche creaba una atmósfera íntima y acogedora a su alrededor.
Una vez dentro, Kate cerró la puerta detrás de ellos y se quitó el abrigo empapado. Jackson miró a su alrededor con curiosidad, admirando la modesta pero acogedora decoración de la casa de Kate.
—Es un lugar encantador que tienes aquí —, comentó Jackson, su voz resonando con sinceridad.
Kate sonrió tímidamente, agradecida por el cumplido.
—Gracias. No es mucho, pero es hogar —respondió.
Se quedaron de pie por un momento, un silencio incómodo flotando entre ellos mientras la tensión se acumulaba en el aire. Kate se mordió el labio inferior, buscando desesperadamente algo que decir para romper el hielo.
—¿Quieres... algo caliente para beber? ¿Un café o té, tal vez? — ofreció, esperando que la idea de una bebida caliente pudiera aliviar la incomodidad que sentía.
Jackson asintió con gratitud.
—Un café suena genial, gracias.
Kate asintió sonriendo, esas mismas palabras las había dicho él en el bar nada más conocerse, ella se dirigió a la cocina para preparar café. Mientras esperaban que el café estuviera listo, comenzaron a charlar animadamente, compartiendo historias y risas. La tensión inicial se disipó rápidamente, reemplazada por una sensación de comodidad y conexión entre ellos.
Después de unos minutos, Kate regresó con dos tazas humeantes de café y se sentaron juntos en el sofá, disfrutando del calor reconfortante de las bebidas y la compañía del otro.
Kate se acomodó en el sofá, sosteniendo su taza de café entre las manos mientras miraba a Jackson con una expresión pensativa en el rostro. Después de un momento de silencio, decidió compartir una parte de su vida que había mantenido guardada durante mucho tiempo. Puede que a Jackson no le fuera a interesar, pero algo dentro de Kate le dijo que podía hablar con él, que después de tanto tiempo hablar con un desconocido de su vida era un tipo de terapia que le caería muy bien.
—Sabes, Jackson, los últimos años han sido todo menos fáciles para mí—, comenzó Kate, su voz suave y llena de emoción. —Perdí a mis padres en un accidente automovilístico cuando aún estaba en la universidad. De repente, me encontré sola, sin una familia a la que recurrir.
Jackson la miró con atención, sus ojos llenos de comprensión y simpatía.
—No puedo ni imaginar lo que debiste haber pasado —, respondió con voz suave.
Kate asintió, agradecida por su comprensión.
—Fue difícil, realmente lo fue. Pero sabes, después de la tragedia, decidí que no podía dejarme hundir por el dolor. Tenía que seguir adelante, por mí misma y por mis padres. Así que me enfoqué en mis estudios y trabajé arduamente para graduarme con honores.
Jackson la miraba con admiración, sus ojos brillando con respeto.
—Es increíble cómo pudiste superar algo así y seguir adelante —, comentó, genuinamente impresionado.
Kate sonrió tristemente.
—Gracias, Jackson. Pero eso no es todo. Después de graduarme, luché por encontrar trabajo en mi campo. Pasé por varias entrevistas de trabajo, pero siempre parecía que algo estaba en mi contra.
Jackson frunció el ceño, su expresión reflejando su preocupación.
—Debió haber sido muy frustrante para ti —, dijo con empatía.
Kate asintió, una sombra de tristeza cruzando su rostro.
—Lo fue. Pero decidí no rendirme. Acepté cualquier trabajo que pudiera encontrar para mantenerme a flote, incluso si no estaba relacionado con mi campo de estudio. Pasé por muchos trabajos temporales y luché para llegar a fin de mes.
Jackson la observaba con una mezcla de asombro y admiración.
—Eres increíble, Kate —, dijo sinceramente.
Kate se sonrojó ante el cumplido, sintiéndose abrumada por las palabras de Jackson.
—Gracias, Jackson. Significa mucho para mí escuchar eso.
Jackson se quedó mirando a Kate, sus ojos verdes intensos fijos en los de ella. Kate sintió cómo el calor subía por sus mejillas, convirtiéndolas en un tono rosado. ¿Por qué la miraba así? La intensidad de su mirada la hacía sentir vulnerable pero también emocionada.
—¿Qué pasa? — preguntó Kate, intentando sonar tranquila a pesar de las mariposas revoloteando en su estómago.
Jackson bajó la mirada por un momento antes de volver a encontrarse con los ojos de Kate.
—Lo siento, no puedo evitarlo—, dijo sinceramente. —Es solo que... te encuentro realmente hermosa y única.
El corazón de Kate comenzó a latir más rápido ante sus palabras. No estaba acostumbrada a recibir cumplidos tan directos, y mucho menos de alguien como Jackson.
—Oh, uh, gracias —, tartamudeó, sintiéndose repentinamente tímida bajo su mirada intensa.
Jackson sonrió suavemente, como si pudiera leer sus pensamientos.
—No tienes por qué sentirte incómoda. Simplemente estoy siendo honesto —, dijo con calma. —Admiro tu belleza y tu personalidad. Eres diferente a cualquier mujer que haya conocido antes.
Kate se sintió abrumada por sus palabras, pero al mismo tiempo se sentía atraída por la sinceridad y la calidez en su voz.
—Eres muy amable—, respondió, buscando las palabras adecuadas para expresar lo que sentía.
Jackson inclinó ligeramente la cabeza, estudiando su rostro con atención.
—Me gusta tu sonrisa —, continuó, su tono suave y sincero. —Y tus ojos... son tan expresivos. Puedo ver tanto en ellos, tienen un color tan único, como si guardaran secretos que solo esperan ser descubiertos
Las palabras de Jackson hicieron que el corazón de Kate se derritiera un poco más. Nadie la había elogiado de esa manera en mucho tiempo, y mucho menos alguien tan apuesto como él.
—Gracias —, dijo, sintiendo que sus mejillas se sonrojaban aún más.
Los dos se quedaron en silencio por un momento, el aire cargado de tensión y emoción. Kate se dio cuenta de que había algo especial entre ellos a pesar de que hace tan solo un par de horas se habían conocido.
Y mientras Jackson la miraba con admiración, Kate sintió que algo dentro de ella cobraba vida nuevamente, algo que había estado dormido por demasiado tiempo.
—Demasiado hermosa para ser real.
El corazón de Kate dio un vuelco ante sus palabras, sintiendo cómo su aliento se aceleraba ante la intensidad de su mirada.
—Gracias, soy muy real… supongo —, murmuró, incapaz de apartar la vista de él.
Jackson sonrió, y Kate notó cómo sus ojos se arrugaban ligeramente en las comisuras.
—Y tus pecas —, continuó, levantando una mano con delicadeza para acariciar suavemente la mejilla de Kate. —Son como pequeñas constelaciones que adornan tu rostro, cada una única y hermosa a su manera.
El roce de su mano en su mejilla envió escalofríos por la espalda de Kate, y cerró los ojos por un momento, saboreando la sensación.
—Nunca nadie me había dicho algo así —, admitió, su voz apenas un susurro.
Jackson acarició suavemente su mejilla con el pulgar, sus ojos brillando con afecto.
—Es la verdad —, dijo con ternura. —Eres hermosa, Kate. Y no solo por fuera, sino también por dentro. Tu fuerza, tu bondad, tu manera de enfrentar los desafíos... todo eso te hace realmente especial.
Kate sintió un nudo en la garganta ante sus palabras, conmovida por la honestidad y la calidez en su tono.
—Gracias, Jackson —, dijo, su voz llena de emoción. —Nunca nadie me había hecho sentir tan especial como tú lo haces.
Sin decir una palabra más, Jackson se inclinó lentamente hacia adelante, acercándose más a Kate. Sus labios estaban a centímetros de los suyos, y Kate podía sentir su aliento cálido en su piel.
Un millón de pensamientos corrían por la mente de Kate en ese momento, pero ninguno parecía importar cuando finalmente cerró los ojos y se dejó llevar por el momento. Sus labios se encontraron en un beso suave y lleno de ternura, sellando así su conexión.
El beso fue todo lo que había esperado y más. Fue suave y apasionado. En ese momento, Kate sintió como si el mundo entero se hubiera detenido, dejándolos a ellos dos solos en su pequeño universo que poco conocía.