Amelia POV En el momento en el que Lincoln dice que nuestro cachorrito está bien, siento que mi cuerpo se relaja. Me duele donde Max me pateó, en la espalda, pero cnuestra curación acelerada, el dolor desaparecerá pronto. Todavía no puedo creer que me haya hecho algo así. Parece tan diferente comparado con Michael. Era como un hombre frío e insensible que ni siquiera pensó dos veces en lastimarme a mí o a mi cachorrito. Lincoln me saca de mis pensamientos con un beso en la frente. Se va a buscar al doctor y pongo mi mano sobre mi barriguita. —Estás a salvo, pequeño frijolito. —Estoy orgullosa de ti, Amelia. Protegiste a nuestro cachorrito como la fiera que eres— Me río. —Creo que tuve un poco de ayuda de mi increíble y fiera loba— Ella saca su pecho en mi mente y eso me hace sonreír

