Los meses iban pasando, los encuentros de Adam e Iam continuaban aunque ya no eran muy rudos el uno con el otro. Los amigos de Iam intentaban que se llevaran bien pero siempre terminaban en discusiones. Marie seguía invitando a Adam para compartir el almuerzo, estaba convencida de que lo enamoraría. Adam nunca dio una señal de que la correspondía pero disfrutaba de su compañía. Ya en clases, Adam aún no llegaba.
- Brendan, ¡hoy decidí declararme a Adam! - Dice Marie algo decidida en su silla.
- ¿¡Qué!? ¿¡Aun sigues con eso!?
- ¡Sí! yo creo que también le gusto…
- ¿Qué te hace pensar que eso es cierto?
- Pues como es conmigo, como me sonríe, y más ahora que ya casi no pelea con Iam…
- Por qué están hablando a mis espaldas… - Interrumpe entrando a la sala escuchando que lo mencionaban.
- ¡Aquí nuestra amiga que se quiere declarar a Adam! - Iam queda en silencio, con los ojos bien abiertos mirando a Marie.
- ¡Sí! Me gusta Adam y como veo que se llevan mejor, si somos novios ¡creo que también podrá ser amigo de ustedes! - Responde entusiasmada. Brendan nota algo molesto a Iam, y decide dar un comentario para probar su reacción.
- Harían linda pareja, ¿no crees? - Toma del hombro con la mano derecha haciendo una pequeña presión, pero Iam no responde y hace un gesto brusco quitando la mano de Brendan.
- Haz lo que quieras… - Responde y va a su silla con la cara molesta.
Brendan hace una pequeña sonrisa mirando a Iam. ¡Aha! ¡Con que era eso amigo! – Pensaba mirando fijamente a este que se mantenía con el ceño fruncido.
- Estoy segura que también le gusto.- Sonríe Marie y se acomoda sacando un libro de la mochila.
Las clases había iniciado, pero Iam no presta atención, su mirada estaba fija en el asiento de enfrente vacío, Adam no fue ese día a la universidad. Iam suspira profundo, mientras alguien a su lado sonreía porque descubrió su secreto.
Suena el timbre de salida y los tres amigos van en dirección a la puerta.
- Adam no vino, ¿esa no sería una señal? - Comento Brendan llamando la atención de sus dos amigos.
- ¿Crees que podría estar enfermo? - Pregunto Marie, necesitará una enfermera sexy…- Haciendo un gesto coqueto.
- ¡Que tonterías dices!- Dice Iam un poco exaltado.
En lo que Brendan lanza una risa divertida haciendo que su amigo se sintiera más frustrado.
- ¿¡Que te divierte!?- Pregunta Iam tratando de disimular su molestia.
- Mmmmm, nada amigo, hoy iré a tu casa tenemos algo de qué hablar. - Le responde Brendan con una sonrisa y colocando el brazo sobre su hombro en un abrazo.
Las horas en la universidad relativamente se volvió muy largo para Iam, solo quería retirarse de ese lugar, la emoción de Marie lo estaba por volver loco, esa confianza que tenía de que sería aceptada lo estaba mortificando, que la única tranquilidad que tenía era que Adam no había ido a clases y ni siquiera sabía la razón, ¿de verdad estaba enfermo? Y ¿Por qué se sentía preocupado por esa persona que lo hacía sentir nervioso?
Brendan fue a la casa de Iam por la tarde, estaban viendo una película mientras éste pensaba cómo hacer para que su amigo le dijera todo, sin que terminara por golpearlo por descubrirlo, que Iam estuviera enamorado ya de por sí era algo difícil de creer.
- ¿Ahora si me vas a decir la verdad?
- ¿De qué verdad hablas?- Le responde sin apartar la vista al televisor.
- No te hagas el tonto Iam, ya te descubrí. - Responde Brendan apuntándole al rostro con el dedo, Iam queda sorprendido no sabiendo que responder.
- ¡A ti te gusta Adam!
- ¿¡Qué!? ¿¡Estás enfermo!? Cómo crees que puede gustarme ese torpe. – responde de inmediato alterado.
- Entonces ¿por qué te exaltas?
- ¿Quién se exalta?
- Tú, justo a hora.
- No me gusta, y ¡lo digo en serio! - Mira con determinación a Brendan.
- Entonces, no creo que tengas problemas con que ¿ayude a Marie a que sean novios?
- ¡No lo hagas!- Grita Iam sin pensarlo.
- Ves sabía que no me equivocaba.
- Brendan… - Baja la cabeza Iam. - No sé qué es lo que me pasa con Adam, solo sé que me pongo muy nervioso cuando lo veo, estando cerca o no, ¡siento que se me revuelve el estómago y solo quiero vomitar! - Brendan ríe a carcajadas. - No te burles, te estoy diciendo lo que siento, se siente raro todo esto.- La primera vez que lo vi, sentí como un golpe en mi pecho.
- Claro si con el choque hasta cayeron ambos al suelo.- Bromea Brendan
- Esa no fue la primera vez, fue cuando estábamos en el patio y el ingresaba con una mujer creo que para inscribirse.
- Amigo ¡tú estás enamorado! Y esas molestias estomacales no son más que las famosas maripositas del amor, no creí que lo admitieras tan pronto… - Vuelve a reír Brendan.- Y qué piensas hacer, porque Marie esta con todo que lo quiere conquistar incluso ya delira creyendo que el también siente algo por ella, bueno, a ciencias ciertas nadie sabe que siente Adam.
- No pienso hacer nada.
- ¿Por qué?
- Es que esto es algo nuevo para mí, jamás me había gustado alguien, además lo único que hice desde conocerlo hasta hoy día fue molestarlo, ¿qué te hace pensar que creería que lo fastidio porque me gusta? Lo que menos querría conmigo es tener una relación, creo que es mejor mantenerlo en secreto, Con el tiempo se me quitará.
- Lo dudo Iam, así como estas no lo creo, yo podría ayudarte si quieres.
- ¿Cómo piensas hacerlo?
- Ahora no se me ocurre nada, pero ya lo pensaré, es tu primer amor así que debes de intentarlo.
- ¿Y si lo arruino? Tú bien me conoces Brendan, los nervios podrían ganarme y en lugar de hacer bien las cosas, empeorarían.
- Bueno hagamos una cosa, desde mañana intenta no molestarlo más ni con palabras ni con tus acciones, yo intentaré que este más tiempo con nosotros y veremos que sucede.
- Y que hay con Marie, ella-- no sería un buen amigo, creo que es mejor que no hagamos nada.
- Mmmmm, esperemos a que ella hable con Adam y veremos, si la acepta, pues lo siento amigo pero decidiste muy tarde tomar a tus sentimientos en serio. Iam baja la cabeza sintiendo que ya no tiene esperanzas.
- ¿¡Por qué soy tan idiota!? Es la primera vez que me gusta alguien y ¿¡qué hago!? ¡Fastidiarlo! Soy pésimo en estas cosas.
Reconocer que una persona te gusta muchas veces es difícil pero para Iam fue algo casi imposible de hacerlo, pero era verdad desde aquel día que lo vio entrar a la Universidad sin siquiera entender por qué pero había llamado su atención, luego el choque y que estudiara la misma carrera lo alteró tanto que de los nervios solo se le ocurría molestarlo. Cómo se supone que las cosas debían cambiar a su favor si era obvio que la otra persona lo despreciaba.