La cita había sido maravillosa, su compañía era maravillosa y disfrutaba cada momento que teníamos juntos. Conocer esta parte suya me demostró que había cambiado mucho y ahora se encontraba en un momento de su vida donde crecía profesionalmente y cosechaba sus logros ya obtenidos.
Logró hacerme sentir segura, logró que finalmente estuviera tranquila y bastante más relajada. Conocer a su amiga también ayudó mucho ya que me mostró la calidad de personas que era capaz de conseguir.
— Amiga, no puedo creer que te hayas mudado.
— Sabes que no es permanente ¿No? Solo son por unos meses.
— Si lo sé, pero me dirás ya no lo estuviste pensando. Sabes que es muy fácil que puedas lograr una transferencia o mismo que consigas una oferta de un periódico, revista o mismo un canal nacional.
Ximena tenía razón, lo había estado pensando. Hace exactamente un mes desde que decidí que era una buena idea venir aquí con él e intentar una segunda oportunidad. Las cosas fueron extraordinarias, las citas eran de ensueño y ciertamente me gustaba mucho la idea de compartir mi vida con él.
Había comenzado con mi nuevo proyecto ya que mi jefa me pedía contenido nuevo, lo primero que hice fue hacer un reportaje al café "La madrileña" hablar con algunos clientes presentes en el momento y por supuesto una exclusiva con Estela y Jesse. A Sonia le había encantado y me había dado luz verde para publicarlo, estaba emocionada porque todo iba viento en popa ahora me estaba dedicando en buscar algunos contactos para poder tener buenas noticias referidas a los Royals de España que sus vidas eran bastante interesantes.
— Sé que podría conseguir algo si me lo propusiera, has visto mi primera publicación en r************* en mi nuevo proyecto, además de la columna de viajes en la revista. Ha sido un éxito a Sonia la tengo bastante contenta porque hemos conseguido muchos suscriptores nuevos y la mayoría son personas jóvenes que aman los viajes.
— Imagina que esto lo estás logrando en un mes, viviendo permanente podrás hacerte con tu propio blog muy pronto.
— Eso quisiera.
— ¿Por qué no? Siempre quisiste ser la próxima Oprah con un show increíble. Quien dice quizás en algún momento logres hacerlo y puedas llegar a muchas personas, eres fantástica y tu trabajo es increíble. Estando allá tienes muchas más oportunidades.
— Lo sé — digo pensando un poco en sus palabras, era una maldita bruja siempre tenía razón y a veces parecía mi madre y no mi amiga — Escucha, gracias por prestarme un poco de tu tiempo en tu luna de miel necesitaba hablar con alguien que pudiera abrir un poco mi mente.
Escucho como ríe, estaba muy acostumbrada a mis llamadas sorpresas y sabía que solo significaban una cosa. Necesitaba de un consejo.
— Recuerda que también la tienes a Julia.
— Lo sé, pero a pesar de que seas tú la recién casada la que estará en una luna de miel eterna son esos dos tórtolos.
Ahora puedo escuchar una gran carcajada de parte suya y detrás a Mason preguntando qué ocurría. Los extrañaba montones, necesitaba a mis amigos y una noche donde nos pudiéramos divertir. Esa semana donde nos encontrábamos todos juntos me recordó lo hermoso de tener buenos amigos con quienes compartir tu vida.
— Amiga, te dejo acabo de llegar a las oficinas y Jesse me está esperando para ir a almorzar. Te mando muchos besos y abrazos a la distancia, te necesito mil pero espero que lo estés pasando genial.
— Te amo tanto amiga, disfruta del momento. Vive y sonríe mucho. Escucha con Mason hemos decidido que antes de terminar nuestras vacaciones pasaremos unos días por ahí así que nos veremos ya que sé que Sonia me estará esperando con una pila de trabajo y quien sabe cuando nos podremos encontrar.
Saber que mi mejor amiga vendría para vernos me alegró el día por completo, Julia y Ryan estaban a pocas horas de aquí así que podrían venir tranquilamente y así poder pasar un tiempo de calidad todos juntos nuevamente.
Me despedí de ella y estacionando el auto en el espacio que Jesse había reservado para mi junto a su auto en el edificio donde se encontraban las oficinas de su empresa, tomé mis cosas rápidamente mirándome una última vez en el espejo verificando que mi maquillaje estuviera perfecto, descendí del auto y fui al ascensor.
Habíamos quedado que nos encontraríamos aquí para luego ir a almorzar ya que esta semana hemos estado tan inmersos en nuestros trabajos que pudimos pasar poco tiempo juntos ya que o yo llegaba tarde a dormir o lo hacia él. Me había prometido que tendría una reunión que no tardaría mucho antes del mediodía y que lo esperara en su oficina así su asistente no encontraría excusas de darle más trabajo y hacer que se retrasara para llegar al restaurante.
— Daniela ¿Cómo estás?
— Hola Laura, muy bien ¿Y tú? — pregunto colocándome frente a su escritorio viendo como una gran sonrisa se colocaba en su rostro.
Laura es la asistente ejecutiva de Jesse, una mujer hermosa pero con un carácter aterrador. La mujer ideal para llevar la agenda del hombre más despistado y olvidadizo que puede existir, no sería un gran empresario exitoso si esta mujer no le dijera a cada hora donde debe estar o que cosas firmar.
La había conocido luego de conocer a Estela y no lo negaré, al principio tenía mis desconfianzas de parte suya ya que era una mujer muy bonita con cierto atractivo físico, más aún teniendo en cuenta que antes de ir a la boda de Mason y Ximena, Jesse básicamente estaba soltero y podría haber tenido varias aventuras por ahí, entre esas con su propia asistente.
Aunque todas mis sospechas fueron descartadas por la misma Laura cuando se percató de mi mirada un tanto... ¿Cómo decirlo? ¿Acusatoria? Puede ser. Me dejó muy en claro que jamás tuvo nada con su jefe ya que ella estaba muy felizmente casada con el abogado a cargo del departamento legal en esa misma empresa. Por supuesto desde el momento uno ambas comenzamos a llevarnos muy bien ya que ella comprendía perfectamente mis reservas al principio porque al parecer su esposo y Jesse son muy buenos amigos y le había contado todo acerca de nuestra historia.
Gracias a eso también me enteré que inevitablemente si existía una mujer indeseable rondando por ahí. Una heredera multimillonaria que había sido amante de Jesse en algunas ocasiones pero que para él no había significado nada serio, lo malo de todo es que ella no desistía y seguía buscándolo a pesar de su negativa. Lo peor es que en ocasiones no podía evitar verla ya que formaba parte del rubro cafetero y era hija de uno de los empresarios más conocidos en España que comercializaba un buen café y que buscaba unir ambas empresas uniendo en matrimonio a su hija con Jesse. Al parecer el hombre enfrentaba de esta forma quien podría ser su principal competidor.
— Muy bien. Jesse me dijo que vendrías así que si quieres esperarlo en la sala de reuniones solo dime que quieres tomar.
— ¿Aún no ha terminado su reunión? Me había dicho que no tardaría.
Laura pestañeó rápidamente y luego tratando de evitar mi mirada tosió levemente y se dispuso en buscar las tazas para prepararme un café. No entendía porqué me evitaba.
— ¿Sucedió algo? No me digas que lo quiere cancelar.
— No es eso solo que... las personas con quien se encuentra reunido son...
Y antes que pudiera terminar la puerta de la oficina se abre y de allí sale un hombre de unos 50 o 60 años con un traje impecable de diseñador, una mirada y un porte implacable junto con una mujer de piernas kilométricas, rubia de unos ojos celeste claro, labios carnosos bien rosáceos y una mirada felina puesta en mi novio. Su mano rozando el pecho de Jesse y este con una sonrisa en su rostro que apenas verme parada allí quedó totalmente petrificado.
— ¡Daniela! — exclamó. Pude ver como de un momento al otro pasó a ser un mar de nervios, trató de alejar la mano de la mujer de su pecho pero esta seguía aferrada a él.
— Guapo ¿Quién es ella?
— Su novia ¿Y tú quién eres? Agradecería que pudieras sacar la mano del pecho de mi hombre.
No pude evitar sonar muy posesiva, hasta tóxica, pero la escena que había visto mis ojos me recordó a esa vez en el hotel que de inmediato mi sangre había comenzado a hervir.
La mujer me inspeccionó de arriba a abajo y luego con una sonrisa petulante volteó hacia Jesse y dándole un beso en la mejilla se alejó de él. De inmediato puso sus ojos en mí como retándome. ¡Era una bruja arpía!
— Enserio me rechazas por ella corazón, solo mírala es una poca cosa en comparación de lo que podría ofrecerte yo. O mejor dicho de lo que ya te he ofrecido y tú probado guapo. — dice esto último enarcando las cejas en mi dirección con una sonrisa lleno de diversión.
— Vámonos Juana, no es necesario que hagas esos comentarios tan vulgares. Nos veremos luego Jesse y espero que puedas reconsiderar mi oferta que es bastante generosa.
— Pero papi me estaba divirtiendo.
— Nos vamos — dijo esto último sin dar oportunidad de más réplicas de parte de su hija.
Con un asentimiento se marchó llevándose a la estúpida de turno casi arrastras. Cuando las puertas del ascensor se cerraron detrás de ellos volteé para ver la cara pálida de Jesse y los ojos bien abiertos de Laura. No hacía falta que me dijeran de quienes se trataban ya que tonta no soy, era evidente que eran el cafetero multimillonario y su querida hija ex amante de mi ahora nuevamente novio. Maravilloso.
— Tú y yo tenemos que hablar.
— Dani por favor no creas cosas que no son.
— Jesse métete dentro no lo hablaremos aquí fuera, seré poca cosa en comparación de la fortuna que puede ofrecerte pero no hablaré contigo en el pasillo de tu oficina donde todos escucharan de lo que hablamos, tengo más dignidad que eso.
Mis lágrimas picaban porque ansiaban salir, este día se había echado a perder por completo y en lo único que podía pensar ahora era en las ganas infinitas que tenía de poner mis manos alrededor del cuello de esa mujer.