CAPÍTULO 3

1320 Palabras
Brooke había notado que Lyanna vivía en su mismo vecindario. El primer día de clases, la chica de ojos verdes se había prestado para darle un aventón hasta su casa, y fue cuando se llevaron la grata sorpresa de que vivían a pocas cuadras. No habían notado antes la existencia de la otra, debido a que Lyanna se mantuvo encerrada hasta el día de clases, y Brooke pasaba recorriendo las calles de Nueva York junto a su novia y amigos. Ese fin de semana, Brooke llevó a Lyanna a su primer paseo por la quinta avenida y la presentó a sus amigos. La chica de ojos verdes había notado que lograron congeniar a la primera. Le parecía fácil llevarse con ella y adorarla por lo tierna que es al verse nerviosa. Tenía esa personalidad que simplemente te permitía quererla al instante, era estupenda. Recorrieron gran parte de la ciudad de Nueva York, mostrándole los lugares que frecuentaban seguidamente como grupo. Brooke había prestado especial atención en la forma que la pregunta que una de sus compañeras había hecho tras la presentación de la castaña. Entendió que no solo se trataba del trabajo de su madre, sino de algo más difícil para la misma chica. Quizá con el tiempo, Lyanna pueda confiar en ella y así ayudarla. Brooke tenía esa debilidad, siempre queriendo ayudar a los demás a sentirse mejor. Aun cuando aparentaba toda esa rudeza, tenía un corazón noble. —¿Qué hora es? —preguntó Leah, rodeando los hombros de Karolina. —La peli iniciara en cualquier momento —Mia comentó revisando su reloj de pulsera. —Será mejor que vayamos al cine —dijo sonriendo hacía la chica de ojos verdes y tomando su mano. —Bien, ¡vamos! —exclamó Brooke. —¿Qué película veremos? —preguntó Lyanna en un susurro. —No lo sé —respondió Brooke. —Mia y Leah se encargaron de comprar los boletos. Mia sonrió y luego le dio un guiño a Lyanna. —¿Te gustan las pelis de terror? —le preguntó. Y Lyanna sonrió como niño en juguetería mientras Emma gruñía delante de todas. * — ¡Dios! Esa película fue fascinante —chilló Lyanna. —Eso estuvo del horror —Brooke escuchó como Emma se quejaba y sonrió divertida. Definitivamente, las películas de terror no eran las favoritas de su rubia amiga. —Si mi mamá la hubiera visto, habría salido llorando —comentó Lyanna. —Ella detesta esas películas, si la ve es por complacerme. —Eso es genial —comentó Brooke. —Mamá no las ve ni por mí, ni por nadie. —Mi mamá es la mejor. —continuó Lyanna, contando con ilusión a Brooke mientras las demás se adelantaban. —Ella es súper cool, además su edad ayuda. Es muy joven, cuando la conozcas te caerá muy bien —dijo dando un par de golpecitos en el hombro de Brooke. —Entonces, esperaré ansiosa conocerla —respondió Brooke, deteniéndose frente a una librería. —¿Te gusta leer? —preguntó Lyanna risueña. —Me encanta —dijo con emoción. —¿A ti? —También —respondió. —Mi mamá es… —¡Ay, no! Aquí vamos —Lyanna escuchó a Mia acercarse a ella y notó que Brooke ya había ingresado a la librería. —Les dije que no nos adelantáramos tanto. Ella se escabulle muy fácil. —Seguramente ya está el nuevo libro ese por el que ha estado esperando tanto —dijo Emma. —Vamos amiga, esto tardará un buen rato —tomó la mano de Lyanna y entró siguiendo a las demás. —Brooke tiene una pasión algo desesperante por los libros, en especial por los libros de Melissa Cooper. —¿Brooke es fan de Melissa Cooper? —Podría decirse que la ama. —A veces me pone celosa —Mia apareció. —Estaba metida en la sección de novelas, pero el libro que busca aun no llega. —El nuevo libro de Melissa Cooper se publicará dentro de dos semanas en Barnes & Noble —dijo Lyanna, llamando la atención de las otras chicas. —Brooke no ha mencionado eso —comentó Mia. —¡Oh! —susurró Lyanna. —Supongo que aún no lo han publicado —comentó distraída. —Creo que es una sorpresa de último momento para los fans, ya que incluirá una firma de libros. —¿Y tú como lo sabes? —preguntó Leah. —Ay, no —suspiró Karolina. —¡Eres como Brooke! —Algo así —respondió Lyanna. —¿Yo qué? —Brooke apareció con un libro entre manos. —Ya veo porque te agradó enseguida —bromeó Mia, señalando a la tímida castaña. —Parece ser una fan obsesionada de Melissa Cooper también. —¿Te gustan sus libros? —preguntó y Lyanna notó sus ojos verdes brillar. —Me fascinan. —Es una escritora estupenda —dijo Brooke. —Lamento haberte dejado sola ahí fuera, pero creí haber visto la portada de su nuevo libro —comentó. —Pero era un libro de autoayuda —hizo una mueca. —Lamento que no hayas encontrado lo que buscas, cariño. —Se supone que estará en las tiendas en estos días —refunfuñó la chica de ojos verdes. —Estoy completamente segura que ya tienen los libros en la bodega, quise sobornar a uno de los dependientes, pero no fue posible. —Lyanna acaba de decirnos que dentro de dos semanas habrá una firma en Barnes & Noble, y se hará el lanzamiento de su nuevo libro —comentó Emma. —Lo que me sorprende es que tú no lo supieras. —¿Cómo sabes eso? —Creo que lo leí por algún lado —respondió con una sonrisa, jugando. —Imposible —Brooke sacó su teléfono celular de su bolsillo trasero y revisó sus r************* . —No hay nada acerca de eso. —No me digas que hackeaste su itinerario —bromeó Leah. —No, yo… —Lyanna suspiró. No sabía porque no deseaba contarles que Melissa Cooper era en realidad su madre. De todas maneras, tarde o temprano se enterarían. Pensó en que sería bueno sorprender a Brooke, ella había sido completamente atenta y buena amiga desde su llegada a la ciudad. —Supongo que lo escuché de mi madre. Ella la conoce. —Oye, si antes tu madre me parecía una mujer genial. Ahora diré que la adoro —Brooke abrazó fuertemente a Lyanna. —Y eso que aún no la conozco. —Solo espera —susurró la castaña. Después de salir del centro comercial, recorrieron las calles de la avenida más concurrida de Nueva York. Lyanna se tomó muchas fotos junto a sus nuevas amigas, y se divirtió de la manera en que nunca pensó antes. Era la primera vez que se sentía parte de un grupo, y estaba con las chicas más guapas que hubiera visto jamás, y como un plus a ello; las populares de su escuela. Sin duda alguna su semana había terminado de una manera notablemente bien. Cuando detuvo su auto fuera de la casa de su nueva amiga, escuchó un suave suspiro a su lado; Lyanna había caído en un sueño profundo. Brooke había notado que era muy reservada en cuanto a su pasado, sabía que indagar no sería bueno. Esperaría al momento en que ella deseará hablarle, y si no llegaba ese momento, estaría a su lado para ayudarla. No sabía porque se le había hecho tan fácil tomarle tanto cariño de un momento a otro, pero simplemente Lyanna se hacía querer sin darse cuenta. Sonrío al escuchar un pequeño quejido escapar de los labios de la chica. —¡Oh, por Dios! —Brooke saltó en su propio asiento al escuchar unos pequeños toques en su ventana. Giró su cabeza y se encontró con unos fuertes ojos marrones y una cabellera rubia. —¿Tía Sam? —escuchó la voz adormilada de Lyanna a su lado. —El auto llevaba mucho tiempo parqueado y no bajabas —respondió la mujer. —Tu madre dijo que habías salido con unas amigas y quise comprobar si no era realmente un chico. —¡Tía! —Brooke soltó una pequeña carcajada. —También me envió a preguntarte si vas a invitarla a cenar —comentó. —Está preparando lasaña y la tiene en el horno. Pero ya sabes cómo es tu madre, se despista un segundo e incendia la casa. —Eso suena a mamá —sonrió Lyanna. —Brooke ¿quieres pasar a probar la lasaña de mi mamá? Si es que no la ha quemado. —Iré a asegurarme de ello —dijo la mujer y se alejó. —Me encantaría —respondió Brooke con una sonrisa divertida. —Pero ahora debo hacer un par de cosas. Quizás en otro momento. —De acuerdo —respondió Lyanna. —Gracias por este día, me la pasé genial. Tus amigas y tu novia son estupendas. —Créeme, ellas ya te adoran —bromeó la chica de ojos verdes. —Creo que yo a ellas también —respondió Lyanna.
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