desayuno tan rápido como puedo y me dispongo a salir de casa, no conozco muy bien el lugar y por eso la hermana de Alexander viene conmigo, no se como paso pero se a convertido en una pieza fundamental para mi, ( desde que empecé a salir con Alexander ella fue una de las primeras personas en apoyarnos y le debo muchas cosas) ella es ahora como mi mejor amiga siempre trata de enseñarme cosas, además es sólo 2 años mayor que yo, no tenemos mucha diferencia de edad yo creo que por eso la pasamos tan bien cuando estamos juntas me gusta mucho pasar el tiempo con ella, caminamos de un lado a otro buscando un lugar donde soliciten empleados, pero no encontramos nada, se que apenas salimos hoy pero ya me empiezo a desesperar, el tiempo corre y no pasa nada, me siento muy cansada y tengo mucha hambre.
--oye ya quiero irme a casa, ( le digo )
-- esta bien, no te preocupes ya nos vamos
Ella me toma de la mano y de esta manera caminamos de regreso a casa, por el camino sólo pienso que quiero llegar rápido y contarle a Alexander como me fue, pero para mi sorpresa al llegar a casa él no se encuentra, pregunto por él y sólo me dicen que salió con unos amigos y que dejó dicho que regresaba por la noche, no se que pasa pero lo siento distante conmigo igual no quiero darle importancia a ese tipo de cosas yo entiendo que el necesita su propio espacio y no por vivir en su casa pretendere que el se la pase conmigo, mientras tanto paso el resto del día con ella mi amiga y ahora compañera Lucy.
Lucy es una joven de 19 años, de estatura promedio ojos miel, pelo rubio Crespo, piel clara, delgada, juguetona, divertida, escandalosa y muy sincera cuando ella estaba en la casa siempre a via un ambiente de recocha y buena vibra y cuando no realmente se podía sentir su ausencia.
Pasamos el resto de la tarde platicando, jugando y riéndo, sin darnos cuenta que el tiempo avanzó tan rápido que ya era de noche, preparamos la cena juntas nos sentamos a la mesa, ella su mamá y yo, cenamos, seguimos platicando después de un rato la invite a ver una peli a si que preparamos crispetas compramos gaseosa y nos pusimos a ver la tele, me entretuve mucho pero de mi mente nunca salió Alexander sólo podía pensar que no sabía nada de él y que todavía no había llegado, no quería llamarlo ni molestarlo sólo quería dejarlo a ver cuando era que iva a llegar, ya casi me estaba quedando dormida cuando escuché la puesta de la calle abrirse, era él por fin a bia llegado, me alegra que ya esté aquí pero la verdad tengo rabia y no quiero verlo para terminar discutiendo por primera vez, pienso que hacer mientras lo oigo hablar con su mamá, le esta contando lo bien que le fue y lo mucho que se divirtió, en medio de su conversación pregunta por mi y puedo escuchar sus pasos acercarse a mi habitación, rápidamente cierro mis ojo y me hago la dormida, el abre la puerta saluda a Lucy y me da un beso en la frente intenta despertarme pero no le prestó atención y sigo dormida "según".
los dos salen de mi habitación para dejarme dormir, pero si soy sincera el poco sueño que tenía desapareció, ahora no puedo callar mis pensamientos, muchas cosas vienen a mi, como una gran oleada y simplemente no se que ni pensar, por un lado pienso que todo estará bien y que sólo estoy actuando de más y por otro lado pienso que no se que hizo todo el día por fuera y que además le importó poco que yo estuviera aquí porque ni una llamada me hizo, a si que me pasó gran parte de la noche pensando que las cosa pueden salir mal tarde o temprano, después de mucho pensar logré dormir un poco tarde pero lo hice.
A la mañana siguiente no quería ni despertar, sólo pensar que tenia que salir y encontrarme con él, me llenaba de frustración, no quería decirle nada pero tampoco quería hacer de cuenta que nada paso, peleando conmigo misma me levanté y me senté en la cama lista para ir a ducharme, al ponerme en pie sentía algo raro, frote un poco mis ojos y encendí las luces era un corazón echo en piedras blancas, un LO SIENTO y una caja de chocolates en forma de corazón en medio, sabía que había sido él, tenía su sello personal me llene de emoción por el detalle y me sentí muy feliz pero aún que me había gustado no quería dejar las cosas a si, hacer de cuanta que nada a via pasado era decirle que podía a serlo cada que quisiera y no.
Tomé los chocolates, saque mi celular y tomé una foto al detalle me duche y salí a desayunar, al salir todos ya estaban en la mesa a si que di los buenos días y me senté lo más lejos posible de Alexander, por un momento fue algo incómodo pero a los pocos segundos todo siguió como si nada, para romper el hielo un poco Alexander me invitó a la playa le dije que me sentía mal pero Lucy insistió y acepte,
( tengo muchas ganas de conocer el mar y que mejor que hacerlo al lado de la persona que tanto amo pensé.)
Al estar a orillas del mar todo me pareció perfecto me resultaba increíble ver lo pequeño que somos los seres humanos ante la inmensa creación de Dios.
Te amo, eso decía la arena, en una letra que yo podía reconocer a distancia, era la de él, no podía estar enoja le di un besos, me alzó entre sus brazos y me llevo hasta dentro de esa inmensa exención de agua salada, me explico lo que había pasado y me prometió que no se perdería sin decirme nada, pasamos gran parte del día riéndo y soñando como siempre lo hacíamos, es mejor agradecer lo vivido y aprender en el proceso que limitarnos a no vivir por miedo a el mañana.