Capitulo 2: Un esposo

1641 Palabras
SAMANTHA —Enzo levántate, tenemos que ir a ver al abuelo—Él solo se gira, tomo un poco de agua de su vaso, y lo salpico en la cara —Sammy—Me grita molesto —Pues despierta flojo, el abuelo nos citó a todos—Le digo salpicándolo de nuevo —Sabemos, que al abuelo no le importa que yo vaya —Pero a mi se importa—Le digo —Agh, solo por eso—se levanta como puede. Salgo de su habitación y voy a mi cuarto. Heredamos esta casa de mamá y la mansión donde vivíamos de pequeños, pero no soy capaz de regresar a esa casa. Nos arreglamos para estar presentables, al ser primavera, yo llevo un vestido ligero, mientras que mi hermano trae bermudas y una camisa, el abuelo suele hacer las reuniones de la familia en la alberca de su casa. Irá toda la familia, y eso presenta un problema de estrés para mi, el único con el que me llevo bien es con mi abuelo, después de la muerte de mis padres, y al saber que sufría maltrato físico en casa de mis tíos, nos cobijo un tiempo en su casa, pero eso no evitó que siguiéramos teniendo problemas con mi tía y mi prima. Cuando cumplí 18 y mi hermano 20, nos fuimos de casa de mi abuelo, a la vieja casa de soltera de mi madre, y a los 20 años mi abuelo me dejo el negocio del banco, y hemos abierto 3 sucursales mas desde que mi hermano Lorenzo y yo nos hacemos cargo. Es extraño que mi abuelo junte a toda la familia, pero aquí estamos. Están 5 de sus 6 hijos, porque el sexto era mi padre, que murió hace un tiempo y cada uno trae a sus respectivos hijos, así que es una familia grande. que murió hace un tiempo. Nos sirven de comer, y todos parecen muy cómodos aquí, pero mi prima no deja de matarme con la mirada, aun no sé que fue lo que le hice, para que me odie tanto. —Muy bien—Llama la atención mi abuelo, observando a cada uno de los presentes, mientras terminan de guardar silencio—Se preguntarán que están haciendo todos aquí… —No abuelo, estamos aquí para convivir como familia—Dice mi prima con voz chillona, y mi abuelo solo la mira con algo que parece desagrado. —No Natalie—Dice serio—Estamos aquí, pedí que vinieran porque tengo un anuncio—Todos observamos con curiosidad—Me voy a retirar Todos en la mesa se inquietan, algunos tratan de disimular su alegría, para ser justos, solo Lorenzo y yo estamos sinceramente preocupados ante esta decisión, después de que mi padre murió, todos en la familia han intentado que Lorenzo y yo, no tengamos nada de lo que nos corresponde. De inmediato miro a mi hermano, que en sus ojos se expresa preocupación, de inmediato comienzo a morder la uña de mi pulgar, con niervos, mi abuelo me mira y sonríe de medio lado, pero niega con su cabeza, el siempre ha odiado ese gesto en mi. —Abuelo—Comienza a decir Natalie —No, el retiro no será de manera inmediata, pero en un año, dejaré dividida la empresa, y a todos les tocará una parte de la empresa—Y como es lógico, la empresa tiene diferentes intereses, y nichos, y cada uno mas lucrativo que el otro—Pero como todos sabemos, la empresa principal, le correspondía a Raúl (mi padre) dirigirla, lo mas lógico, es que sus hijos se hagan responsables de ella De inmediato todos comienzan a quejarse, yo bajo la mirada a mis manos que ahora están sobre mi regazo de forma nerviosa —Pero padre, ellos son muy jóvenes—Dice mi tío —¿Jóvenes? —Dice mi abuelo incrédulo —Pero Robbie, tu a los 22 años ya querías hacerte cargo de la empresa —No es lo mismo padre, yo tuve tu guía, ellos… —Ellos estuvieron a mi cargo desde los 15 y 17 años, ¿Cuál es la diferencia? Además Sammy tiene 24 y Lorenzo 26, y han demostrado que son un excelente equipo para sacar adelante el banco que estaba casi en la quiebra. Todos se quedan callados, y para sorpresa de todos es Natalia que se levanta —No estoy de acuerdo contigo,, abuelo, yo he demostrado tener la misma y mas capacidad que Samantha, ¿Por qué ni si quiera me consideras? Además, Samantha ni si quiera esta casada, y para hacerse cargo de la empresa. —¿Y tu lo estas? —Le pregunta mi abuelo, con algo de burla —Yo estoy comprometida—Nos sorprende a todos, y muestra su mano izquierda con un anillo, que yo conozco bastante bien—Me caso en 2 meses con Bryan De inmediato siento la mano de Lorenzo tomando la mía, el impacto de la noticia hace que me recargue en el asiento con aplomo. —De acuerdo, pero aun no lo estas, y Samantha tiene 1 año para seguir probando su capacidad y conseguir un esposo—Me mira de forma inquisitiva, dándome a entender que hablaremos en su despacho —De acuerdo, pero si ella no lo consigue, me consideraras para el cargo, abuelo, porque Samantha, ni si quiera tiene carácter, para ocupar tu puesto. —Si Sam en un año no cumple con lo que estipula la empresa para asumir el cargo, replantearé mi decisión, pero Natalie, te digo, que casarte con el exprometido de tu prima, no te da ventaja Natalia se queda callada. Mi tía esta al punto de un ataque al escuchar esto, pero no dice nada. La reunión sigue, y todos de un modo u otro le reclaman a mi abuelo, mientras que algunos otros tratan de intimidarnos o persuadirnos de que cedamos el control, que aun no tenemos. —Necesito hablar con ustedes—Dice mi abuelo, y vamos con el a su oficina—Sam, necesito que de verdad te cases —Abuelo ¿Hablas enserio? —Le digo casi histérica —Si hablo enserio—Y sus ojos azules me miran con mucha intensidad—Sammy, si le dejo la empresa a cualquiera de ellos, se van a matar. Y van a destruir lo que me llevo toda mi vida crear, solo confió en ustedes. Por favor —Lo intentaré, abuelo, pero sabes que yo no quiero casarme —Tal vez esto pueda ayudarte—Me da una tarjeta negra, con una M en el centro. Y me explica lo que es. La velada termina, y nos llevan a la casa. Mientras que la idea de casarme ronda por mi cabeza, no quiero hacerlo, ni ahora ni en un futuro cercano, ya me han lastimado demasiado, me han traicionado lo suficiente. Lorenzo no me dice nada, sabe que justo ahora, estoy a nada de explotar. Así que lo que hago es calmarme. Al día siguiente vamos a trabajar y Enzo me pregunta caminando al trabajo —¿Lo pensaste? —Si, aun no sé que haré— por ir hablando con Enzo, no me fije que alguien venia de frente, choco con un chico, que de inmediato se disculpa —Lo siento—Dice, tomando mi brazo, para detenerme y evitar que me caiga, de manera educada, y me regala una sonrisa muy sincera, que le llega hasta sus ojos color miel. —No hay cuidado—Le respondo sonriendo, y me giro para seguir hablando con mi hermano —Tal vez deberías marcar y ver la propuesta. No pierdes nada. —Si tal vez lo haga, la verdad es pensé anoche, y creo que si Nat se queda con algo a cargo, o cualquiera de la familia, nos quitarán todo, entonces debemos hacer un plan, por lo que vaya a pasar Enzo —Lo sé, yo también pensé eso. El fin de semana concreto una cita de la tarjeta que me dio mi abuelo, y mis uñas recienten los niervos que tengo. Llego al restaurante donde tengo la cita, y doy mi nombre, donde me guían a un lugar privado una señora, de unos 40 años, bien conservada, vestida formalmente, ojos café, y cabello rizado, esta sentada esperándome —Buenos días señorita Carter—Me dice de forma cordial, con una sonrisa —Buenos días señorita Martina—Le respondo, me hace una seña para sentarme frente a ella, y la mesa esta dispuesta para tres personas —En un momento llega el prospecto y podemos hablar de todas las dudas y llegar a un acuerdo. Yo solo asiento, cuando le marque por teléfono le explique lo que necesitaba, básicamente un chico, que se haga pasar por mi novio, unos meses, y después finjamos un matrimonio por 6 meses, y divorciarnos. Sin sentimientos, sin sexo, sin compromiso, solo fingir por un tiempo. Ella me pregunto si tenía alguna exigencia física, pero eso es lo de menos, solo alguien que sea educado y respetuoso. Espero que esa persona sea así. Y esto no me explote en la cara. —Buenas días, disculpen la demora—Dice un chico, alto de ojos, café claro, o dorados, no lo se, la luz le da directo en la cara, tiene facciones bien definidas, su nariz recta, su labio superior delgado y el inferior solo algo mas grueso, barbilla y mandíbula fuerte, su cabello es quebrado, y lo trae largo, castaño claro, me sorprende su forma de vestir, trae camisa tipo polo, pero abajo trae una de esas playeras largas, como de gimnasio, y aun así se ven sus músculos. Aunque no parece muy fuerte, tiene buen físico. Me sonríe con algo de pena. —No se preocupe señor Samasa—Dice Martina—Pero si gustan podemos comenzar.
Lectura gratis para nuevos usuarios
Escanee para descargar la aplicación
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Autor
  • chap_listÍndice
  • likeAÑADIR