EPILOGO
Estefano mira las nubes del cielo como si fuera lo más interesante del mundo
Su celular no deja de sonar por los diferentes mensajes de sus amigos y conocidos felicitándolo por su cumpleaños. Decide sentarse al escuchar unas pasos acercarse, mira a un joven sonreírle y este se sienta al lado suyo
— ¿Lo conozco? —pregunta el castaño algo confundido
— Si, hace aproximadamente tres años —responde y mira al pasto verde bajo sus pies
— ¿Cuál es su nombre? —pregunta nuevamente
— Alexandro —contesta y esta vez lo mira con una leve sonrisa — No creí encontrarte tan rápido eh, eres fácil
Estefano lo mira raro ante la confianza en las palabras, el nombre le suena, pero no logra sacarlo completamente
— ¿Estás ocupado? Quiero invitarte a comer helado —comenta Alexandro con buena intención
Estefano lo piensa un rato, si regresa a casa probablemente esté su madre junto a su familia esperando para que almuercen y hablen de que es hora de que consiga pareja. Siempre pasa eso cuando su familia materna se junta, suspira pesado y acepta la invitación
Alexandro sonríe y se levanta junto al castaño, ambos caminan juntos sin decir nada en el transcurso. Eso de una manera le da paz a Estefano, mira las calles siendo transitadas por los peatones y coches
Pasan alrededor de diez minutos y Estefano se detiene cuando ve a Alexandro parado
— ¿No sabes donde hay una heladería? —pregunta el castaño
— Me acordé que tengo que hacer algo, lo siento —se disculpa apresurado y hace leve inclinaciones
Estefano lo mira alejarse confundido voltea a ver a su alrededor, sorprendiéndose al ver que está parado en la calle cerca de la casa de Dante Alfonsi. La cuál hace dos años no visita, fue un año entero, pero la mamá de Dante le pidió que ya no se siga acercando porque su hijo ya no iba a volver
Rendido, lo dejó de ir, pero ahora que está a solo unas cuadras suspira y se arma de valor. Tal vez las cosas no cambiarían en nada, pero su corazón le pide ir nuevamente para por lo menos tenerlo presente
Camina hacia la dirección, cada paso más cerca se le hace más extraño por la sensación de su pecho. Se detiene al ver la casa igual que hace dos años, pero las flores del jardín están diferentes, las rosas blancas de la señora de Alfonsi ahora son rojas
Se acerca más hacia la casa y sube algunas gradas para estar a solo unos centímetros de la puerta. Sus manos pican para tocar la puerta, se arma de valor y toca suavemente, pero nadie abre, es más, ni siquiera se escuchan pasos
Retrocede al saber que nadie abriría, y cuando está con la intención de querer alejarse, ve a un joven caminando hacia su dirección. Lleva un gorro n***o, y mascarilla del mismo color, ambos cubren el rostro ajeno
— ¿Se le ofrece algo? —pregunta el desconocido una vez está frente a él, con las manos llenas de bolsas pesadas
Estefano reacciona y se hace a un lado dejando pasar al dueño de la casa, este abre la puerta y deja las bolsas al borde de la puerta
— Le hice una pregunta —habla nuevamente, y es en ese preciso instante que Estefano se da cuenta del tono similar
— ¿Dante? Eres tú... ¡Dante! —exclama emocionado al saber que se trata de la persona que más ha esperado en estos años
Se acerca a abrazarlo y este movimiento hace que caiga la gorra negra, mostrando su cabello azul
— No te hubiera reconocido si te hubiera visto en la calle —comenta el castaño emocionado
— Tampoco te reconocí Estefano, ¿quieres entrar? —este no duda en aceptar, ayuda con las bolsas del suelo y entra
— si, por favor, tenemos muchas cosas de que conversar
Estefano entra a casa de Dante ayudándole con las bolsas pesadas. Dante deja su gorra junto a su mascarilla en la mesa para luego sentarse en el sofá frente al castaño
Después de tres largos años, por fin puede ver a Estefano Lopez a los ojos firmemente
— ¿Y qué hacías afuera? —pregunta el azulado, Dante
— Me encontré con alguien y quedé cerca de este lugar ¿y cómo te ha ido? —la sonrisa no se puede ir de su rostro. Volver a ver a su persona es increíble
— Uhm, me fui de viaje y acabé la universidad en Francia, la verdad es que Alexandro me ha ayudado en mucho —confiesa también sonriendo mientras recuerda al pelinegro
— ¿Alexandro? Él fue el que me trajo aquí, creí que era raro porque se fue de la nada
— ¿Él está aquí? No me lo dijo, tendré que ir a visitarlo más tarde —murmura y mira el suelo— por cierto —levanta la vista para sonreír al castaño— Feliz cumpleaños
Los ojitos de Estefano brillan con fuerza, al igual que la sonrisota que tiene en este momento
— Te acordaste...gracias Dante
—¿Y qué tal en tu relación, sigues con Terry? —pregunta tranquilo y sin rencor
— no, terminamos rápidamente, no teníamos nada en común y ya, de hecho él está con Jeremy
— ¿Con el que te fue infiel? — los ojos de Dante demuestran lo sorprendido que está
— exacto, hacen una bonita pareja ¿y tú sigues con Alexandro? Creo que es obvio ¿no? —nervioso, rasca su oreja para disimular pero no puede, no cuando el contrario lo conoce
— ¿quieres saber la verdad? —el castaño asiente— Bueno, estábamos juntos antes de volver de viaje, pero por la distancia nos tuvimos que separar —explica sin mirarlo
— entiendo, él ya está acá... eso significa que ustedes ¿pueden volver a retomar su relación?
—no, eso no va a pasar —responde seguro de sí mismo—en las últimas semanas me he dado cuenta que nosotros solo sentimos un cariño especial, pero nada más después de eso. Vivir en Francia es genial — cambia de tema rápido
— Dante... Por favor nunca más te vayas sin decirme nada, y perdón, perdón por haber sido un tonto al no darme cuenta de tus sentimientos..
Dante niega de enseguida, no queriendo que el castaño siga con el discurso
— No te culpes, en todo caso el que tuvo la culpa fui yo, tu no sabías nada y yo te eché la culpa siendo egoísta. Por favor comencemos de nuevo —pide con sinceridad
Estefano no entiende lo que quiere decir con lo último ¿desde el comienzo?
— Sigamos siendo amigos —declara el peliazul
— pero Dante, tú me gustas... —habla firme
— No estamos hechos para tener una relación Estefano —anuncia con una leve sonrisa en el rostro — No acabemos nuestra bonita historia como amigos, no de nuevo
Estefano detiene su impulso de querer decir algo más, solo baja la mirada y asiente omiso
— Seamos amigos, pero de todas maneras me seguirás gustando —informa dispuesto a luchar por sus sentimientos
Dante niega sin borrar su sonrisa, sabe muy bien que aún sigue albergando sentimientos por el castaño, pero prefiere ser una persona madura y comenzar desde abajo para que puedan crecer esta vez juntos
Sin arruinar su verdadera y fiel relación de la amistad
Estefano sonríe aún más al ver la eyes-smile del peliazul, esa sonrisa que tanto le encanta ver. Hoy es una bonita tarde para que sea su cumpleaños
— Amigos...
Dice en susurro al saber que comenzarán desde ahí con Dante. Lo que ambos no saben, es que están destinados a estar juntos, los dos ya son personas adultas maduras y están hechos el uno para el otro. Pero por el momento, solo son…
Unos mejores amigos tontos.