Parte 1 Hogar

947 Palabras
-Contesta, contesta por favor, ¡maldita sea contesta! - Decía entre lágrimas sosteniendo el celular con mi mano derecha y pegándolo a mi oreja. Era la tercera vez que lo llamaba y no contestaba, me levante de la acera donde me encontraba sentada con aquel papel en mi mano izquierda, camine por las calles con la mirada hacia el suelo mientras me dirigía hasta mi "hogar". Antes de entrar limpie mis lágrimas y puse la cara más neutra que podía. Apenas entre lo vi a él, mi padrastro, estaba allí parado, tenía los ojos rojos, estaba como siempre… drogado. - ¿DONDE ESTABAS? Grito, y yo por inercia cubrí mi rostro con los brazos, siempre era lo mismo, me gritaba luego me pegaba, para después mandarme a conseguí lo que quería. - ¿TRAJISTE LO QUE TE PEDÍ? Volvió a gritar, me tomo por los hombros y me sacudió, obligándome a quitar el escudo que había formado para proteger mi rostro. - No...No pude, había mucha gente- respondí con miedo. - ERES UNA INÚTIL- y recibí la primera cachetada haciendo que girará mi rostro- SOLO TE PEDÍ DINERO PARA ¡MIS COSAS! - Y de nuevo otra cachetada en mi otra mejilla. Escuchamos pasos en la entrada de la casa y el me suelta, yo aprovecho de subir a mi habitación y mientras él se sienta a esperar a mi madre con si nada hubiese pasado. -¡Juliette ven a almorzar! - grita mi madre desde la cocina, yo salgo de mi habitación y camino en silencio hasta la ella, empezamos a comer sin decir una palabra. - ¿cómo te fue hoy? pregunta mi madre después de unos minutos. -bien- es lo único que respondo, todo lo bien que se puede estar con un padrastro drogadicto, susurro y sigo comiendo en silencio, si ella no se hubiese casado todo sería tan diferente, me lamento. Terminamos de comer y mi madre se dispone a limpiar los trastos, cuando se da la espalda, mi padrastro me hace una señal con la cabeza y yo sé lo que quiere decir con eso, quiere que salga y busque lo que me ha pedido. No puedo negarme tengo que salir y hacer lo que él me pide, de lo contrario mi madre pagará las consecuencias. Me levanto voy al cuarto por el bolso y mi suéter y me dirijo a la puerta, cuando estoy a punto de salir escucho a mi madre. -¿para dónde vas Juliette? Pregunta -por ahí- respondo cortante, a pesar de que siento un rabia inmensa por todo lo que se ha vuelto mi vida gracias a mi madre, yo la quiero, y a pesar de que sé que ella también se droga, hace que yo no la vea, la cuestión aquí es que ella no sabe de dónde viene el dinero para comprar esa droga, porque por mucho que ella tenga un empleo ese dinero no alcanza para mantener una casa y para su vicio. Salgo y empiezo a caminar por las calles donde se encuentra las tiendas, las veo y analizó todas, si tienen cámara, o vigilantes, si el dueño es una persona joven o por el contrario es un viejo. También observó la cantidad de persona que se encuentra dentro, entre menos mejor. Divisó una que cumple las condiciones necesarias para lo que voy a hacer. Camino hasta la entrada de la tienda mientras que subo la capucha de mi suéter n***o, para tratar de cubrí mi rostro, meto las manos en los bolsillos y entro, me paro frente al dueño que es un señor mayor y se encuentra en la caja registradora. Bajo un poco mi rostro y lo cubro un poco más mientras saco un revolver casero, no funciona, pero las personas no lo saben, así que eso sirve, apuntó al viejito. - ¡deme todo el dinero que tenga!- El viejito empieza a temblar, solo ruego que no le dé un infarto o algo parecido. Le tiendo al viejito una funda para que meta todo el dinero allí. El señor con manos temblorosas abre la caja registradora y empieza a sacar todo el dinero y a meterlo en la funda. Una vez termina me vuelve a entregar la funda. - Gracias- le digo al señor antes de darme la vuelta y salir corriendo, escucho como el viejo empieza a pedí auxilio, pero yo soy más rápida son ya años de experiencia. Cruzó en una esquina y me dirijo a un bote de basura donde anteriormente había dejado un morral, lo abro y meto la funda con el dinero, luego me quito el suéter y también lo meto dentro del morral. Suelto mi cabello y salgo caminando como si nada. Camino hasta que llegó al bosque, allí hay unas cuevas que he tomado como mi guarida, saco la linterna que siempre tengo en el morral y empiezo a alumbrar el camino dentro de la cueva. Me siento en una pierda que uso como silla. Saco el dinero y empiezo a contarlo. Es suficiente por unos días. Guardo un poco en un recipiente que tengo para cuando pueda convencer a mi madre de escapar de este infierno que llamo vida y el resto lo introduzco otra vez en la mochila. Busco un cuaderno que tengo oculto dentro de la cueva y anotó la nueva cantidad de dinero que conseguí hoy y de quien la robe, junto con la fecha. Empecé a anotar la cantidad de dinero en un cuaderno hace aproximadamente un año y medio. Todo porque tengo la fe que algún día podré escapar de mi padrastro y empezar una nueva vida. Una mejor y podré retribuir todo aquello que robe para que mi madre viviera. Después de unas horas allí, decidí salir de mi guarida y camine de nuevo a mi "hogar" a llevar el encargo a mi padrastro.
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