Terminando de lavar los platos, Elliot tomó un paño de cocina y secó sus manos, dándose media vuelta, recargó su cadera contra el mueble y contempló a su pareja sentado frente al chispeante fuego con la mirada perdida. No es que le importara particularmente cualquier m*****o de la manada que no fuera Isaac, Miles, los cachorros incluso y Alex por supuesto, pero en ese momento realmente estaba deseando que el hombre al cual había tomado a su cuidado su alfa, hubiese sobrevivido con tal de volver a poner una sonrisa amorosa en el rostro de su pareja. Pero él no tenía poderes especiales y no podía retroceder en el tiempo. Las heridas del hombre habían sido demasiado profundas, y había perdido mucha sangre en el proceso, una de ellas se encontraba en un lugar crítico incluso, lo que no ayud

