𝟢𝟧 𝖼𝗁𝗈𝖼𝗈𝗅𝖺𝗍𝖾 𝗆𝗂𝗇𝗍

1583 Palabras
Singapur, 1 de octubre del 2022. El calor en Singapur tenía a maddison de mal humor, estába sudando y se sentía pegajosa. La madre de la niña uso un pequeño ventilador portátil, pero ni así y ella también se estaba comenzando a acalorar. —Ya me arrepentí de salir.— la menor suspiró pesadamente.— ¿Nos regresamos al hotel, mami? Sophia rió. —¿Segura?— maddy asintió rápidamente.—Pero, ¿Y tú muñeca y helado? —Los compramos en casa.— jaló su mano.— Pero ya vámonos, porfis.. La modeló asintió y tomó a la rubia de la mano para salir del centro comercial e irse al hotel. (....) —¿Que haces aquí?— maddison volteó hacia la voz. Era Lewis. —¿Yo?— se señaló a si misma.— Yo vine con mi mami. —¿No tenía que modelar o algo así?— La menor lo miró extrañada.— O sea, es una mujer ocupada. —Tomo días libres.— Lewis asintió.— Es que le dije que quería ver al tío maxie. —¿Y la escuela?— maddison rodó los ojos.—¡Oye! —Bien amargados, mami dijo que podía faltar dos días.— el mayor la miró con sorpresa.— Siempre me deja faltar dos días y voy cinco a la escuela. Lewis rió. —¿Qué? ¿Debo ir también ésos días?— el inglés negó. —Tu mami hacé bien en dejarte faltar esos dos días. —¿Verdad que si?— Lewis Asintió divertido. —Oye, ¿Pero que haces sola por el hotel?—La niña fingió ver sus muñecas.— Addy.. —Mami tenía una llamada importante, pero no me hacía caso.—murmuró.— Odió que trabaje tanto... —Odiar es una palabra muy fuerte para alguien tan pequeña.— se acercó a cargarla.— Además, no creo que lo hiciera a propósito. —Ya lo sé.— miró hacia otro lado.— Pero casi siempre está ocupada y luego no tiene tiempo de jugar conmigo.. Lewis acarició su cabello. —¿Y tú papi?— maddison no respondió.— ¿Trabaja? —¿Mi papá..?—Lewis Asintió.— Con alguna mujer, supongo... —¿Qué?—Dijo el británico con sorpresa.—¿Engaña a tu madre? La niña negó. —No está conmigo y mamá porque...— Su voz se quebró.— No me quiso. Lewis se quedó atónito. —¿Tu madre te dijo eso?—ella negó.— ¿Por qué dices eso? —Lo noto.— Murmuró.— mami no lo menciona porque también le duele. Lewis se sintió culpable por hacer que la niña hablara de eso. Era obvio que le dolía y por lo que dijo, entiende porque Sophia la protege tanto. —¿Y qué tal si vamos por helado?— La menor lo miró con sorpresa. —Mami no me va a dejar ir.—hizo un puchero. — Por eso le vamos a pedir permiso.—comenzó a caminar.— ¿Cuál es su habitación? —Creo que es la quinientos.—dijo dudosa. —Bueno, trenecito Lew encamino.— la subió a sus hombros. —No me dejes caer, Lew o le dire a mamá.—Lo amenazo, antes de agarrarse de su cabeza. El moreno rió por la amenaza de la niña. Caminó hasta llegar a la habitación y tocó la puerta. —¿Encontraste a Sophia?— Preguntó sin fijarse quien era. —Hola mami.— saludó con una sonrisa. —Hola Sophia.— sonrió levemente. Sophia se quedó quieta hasta que reaccionó. —Gracias por traer a maddy.— Suspiró aliviada.— estaba en una llamada y no me di cuenta cuando salió. —No es para tanto, mamá..— La modeló la miró y negó. —Lo es.—Lewis bajó a la niña.— ¿Qué haría si algo te pasa? Eres lo mejor que tengo, Liefje. —Perdón, Mami..— Se disculpo apenada.—Ya no va a pasar La modeló levantó la vista hacia el británico. —¿Cómo puedo pagarte el favor?— Maddison sonrió Lewis apenas pudo abrir la boca, Pero fue interrumpido por maddison. — Yo sé mami.—Alzó la mano. —Liefje, deja que Lewis hable. ¿Si?— Asintió.— ¿Entonces? —Que dejés ir a maddison conmigo a comprar.— Ella lo miró dudosa.—Prometo traerla sana y salva. Sophia miró a su hija. —¿Si me das permiso, mami?— La miró suplicante—Por fis, porfis.... Suspiró rendida y asintió. —¡Yupi!—festejo la pequeña rubia. —Pero, ¿Vas a portarte bien?—Maddison Asintió frenéticamente. —Entonces, nos vemos.— Dijo antes de tomar a la pequeña de la mano y comenzar a caminar. Ambos salieron del hotel y fueron a una heladería que a Lewis le salía que era la más cercana. Al llegar, reconocieron a Lewis pero quedaron sorprendidos porque venía con una niña. —¡¿Es tu hija?!— Pregunta una fan. —La pregunta es, ¿Quién es la esposa de Lewis?— cuestiona otra fan. Algunos comenzaron a grabarlos. Lewis los ignoro y camino a una mesa, dónde dejó a maddison sentada frente a el para que ya no le pudieran tomar fotos o vídeos. —¿De que quieres tu helado, Addy?— La niña puso su mano en el mentón, fingiendo pensar. —Choco menta — Lewis asintió. —Esperame un momento.— Maddison Asintió y Lewis fue al mostrador. El piloto había dejado su gorra en medio de la mesa, la pequeña rubia la tomo y comenzó a jugar con ella. La neerlandésa estaba impaciente, Lewis estaba tardando mucho para su gusto. Cuando maddison estaba con su cabeza en la mesa, frente a ella apareció un vaso de helado y lewis se sentó frente a ella. —Tardaste mucho.— reprochó mientras lo señaló. —Mi error, no sabía cuál elegir.— alzó las manos en rendición. —Esta vez voy a dejarlo pasar.— lewis asintió divertido. Ambos estuvieron entré pláticas comiendo su helado, maddison se quedó sorprendida de que Lewis fue a buscar otro helado. (....) —Me estás jodiendo, ¿No?— dijo Sophia con frustración.— No puedes enojarte por eso. —Suficiente tengo con que esté con verstappen.-El nombrado abrió la boca ofendido. —Mi hija tiene al menos una figura paterna gracias a el.— atacó la modeló.— No seas un maldito mal agradecido. —Si, lo que ella dijo.— max se cruzó de brazos.— Aunque yo lo hago encantado, es como si mi hija tuviera una gemela. —bueno, supongo que eso les facina, ¿No?— Los neerlandéses fruncieron el ceño.— Los dos se quedaron solos cómo padres solteros. —¡Entonces para que llames y le reclamas, porque la niña convive con alguien?— Siseó Max. —Porque por mi existe. —Una mierda.— Escupió max.— Existe porque Sophia quiso tenerla, a pesar de saber que perjudicaría su carrera y su madre la odiaria. —Pero sigue siendo mi hija.— Sophia soltó una risa seca. —¿Tu hija?— ironizó.— Que yo recuerde, dejó de llevar tu sangre el día que me dejaste. —Además, ¿Por qué mierda quieres opinar de con quién convive la niña?— Bufó max.— No eres más que un pobre idiota que quiere hacerla de padre, cuando deberías preocuparte por tu mujer, en lugar de una niña que no es tu hija. —Lo es. —¿Ahora sí lo es?— ironizó Sophí.— Que yo recuerde, tu me dijiste: "jodida zorra, ese bebé no es mío" —Pues es lo que eres.— Rió y Max bufó. —¿Eso no lo es tu mujer?— dijo Sophia con sorna.— ¿No es lo que son las que se meten en un matrimonio? —¿Que querías que hiciera? Nunca estabas.— se excusó. La conversación siguió entre reclamos e insultos, los reclamos por parte de el padre de maddison y los insultos por parte de max. La discusión se volvía cada vez mas acalorada, hasta que tocaron la puerta. —¡Mami!— Llamó su hija. —¡Soph, ya volvimos!— Dijo Lewis, después de tocar la puerta. —¡Ya voy, Liefje!— gritó para su hija. —¿Estás saliendo con el pilotucho ese?— Max soltó una carcajada. —¿Quién eres tu al lado de el?— se burló max.— No es un "pilotucho" cómo dices. Antes de que intentara réplicar, la modeló colgó la llamada. —Lo diste todo.— Aplaudió max. —idiota.— le sonrió. Ambos fueron a abrir la puerta, encontrándose con Lewis y su hija. El piloto tenía a su hija en los hombros y en las manos traía un vaso de helado. —addy dijo que porque le diste permiso, había que traerte.— extendió el vaso. —¿Entonces si no te dice madd, no le traes?— pregunta Max con una sonrisa maliciosa. —¡No!, O sea si pero..— titubeó—. Si lo haría pero maddison me dijo que sabor de helado. —madd, a mí no me gusta ese sabor.— se queja max.—no le voy a quitar nada a tu madre. La pequeña se encogió de hombros con una sonrisa divertida
Lectura gratis para nuevos usuarios
Escanee para descargar la aplicación
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Autor
  • chap_listÍndice
  • likeAÑADIR