Se terminó el verano.

3102 Palabras
Melodie se despierta en su rutina normal, en su castillo tecnológico creado para y por ella, pero haber tenido una experiencia cercana a la muerte como el robo, la había hecho pensar en que quizás era más afortunada de lo que pensaba. Así que se dispuso a comenzar a vivir de una manera mucho menos caprichosa y mezquina, se levantó con buen humor y con ganas de saludarle al mundo y decirle que Melodie había llegado, pero era bastante tarde, el verano estaba por dar término.  ''Buenos días, Alone'' comenzó diciendo.  ''Buenos días, señorita Melodie'' respondió la voz.  ''Tengo nuevos planes para hoy'' dijo mientras bajaba por las escaleras de su casa.  ''¿Y cuales son esos planes?'' preguntó la voz.  ''Quiero dejar de vivir encerrada. Lo sé, se lo estoy diciendo a una voz electrónica y no tiene sentido, pero quiero tener amigos, amigos reales'' espetó Melodie.  ''Yo soy un amigo real'' comentó la voz.  Pero aunque mucho lo intentara, la voz de Alone no dejaba de ser eso, solo una voz. Fue una pequeña omisión de parte de Melodie que continuó con la conversación pensando que la voz jamás podría molestarse ni sentir, después de todo, era solo un sistema operativo.  ''De todos modos, quiero hacer las cosas un poco distintas esta vez, le he hablado a una chica de mi clase, aunque se ha extrañado porque lo hiciera, terminó contándome sobre una fiesta que se haría a unas casas de aquí''  ''¿Cual casa?'' inquirió la voz.  ''La de los Finderman'' respondió ella. ''En realidad he compartido clases con el único hijo de esa familia pero no asistía demasiado, así que pensé que no debería juzgarlo, en este vecindario hay muchas familias con chicos con casos como el mío''  ''La familia Finderman tiene un caso sin reabrir sobre la desaparición de la esposa'' informó la voz.  ''Sé lo de la madre, pero también sé que el padre jamás está en la casa y el chico siempre hace las mejores fiestas'' ''Sebastian Alex Finderman''  ''Sí, como sea, él. No es un desconocido, va a mi instituto'' ''Su padre no quiere que vaya a fiestas''  ''Lo sé, pero es una fiesta a unas casas de aquí, en teoría ni siquiera debería preocuparse, además, él quiere que sea más sociable y como sea, todos los de mi clase estarán allí y termina el verano, no quiero regresar al instituto y que todos cuenten anécdotas de las que no soy parte'' ''El joven Finderman no tiene un buen historial académico''  ''Alone, basta con rebuscar en tu base de datos de personas, no me interesa el chico Finderman, solo es su fiesta'' ''Entiendo. Finderman es dueño de la fiesta, no amigo'' ''Exacto'' dijo chupando el resto de mermelada que quedaba en su dedo.  Su padre se estaba quedando unos días en la casa y pasaba más tiempo en ella desde lo sucedido con el robo, así que ella creyó oportuno iniciar la conversación habiéndole preparado el desayuno en el que solo antes era su propia anfitriona.  ''Padre, tú siempre me has dicho que debería comenzar a ser más sociable con mis compañeros de clase'' comenzó a decir Melodie.  Su padre, viendo el recibimiento con el que lo había despertado su hija, creyó que las palabras a continuación quizás merecían una oportunidad.  ''Recuerdo haberte dicho algo de eso, sí'' comentó con gesto sereno.  ''Bueno, pues, sé sobre tu política de las fiestas...'' comenzó. ''Pero una fiesta a unas casas de aquí, prácticamente no sería un peligro para mí, ¿verdad?'' ''Una fiesta es una fiesta Mel, en donde sea. Hay peligros y personas que te querrán hacer daño por ser quien eres'' ''Sí, lo sé, pero hay muchas personas como yo en este vecindario'' ''¿Cómo quien?'' inquirió él.  La voz de Alone interrumpió, quizás, apropósito y con ironía, si las voces electrónicas las tuvieran... ''La de Sebastian Finderman''  ''Melodie'' suspiró el padre. ''Sebastián Finderman es un caso perdido''  ''¿Porqué?'' inquirió ella reticente.  ''Él jamás ha repetido en el instituto gracias a los arreglos millonarios que hace su padre con la escuela para que él la asista en arreglos y necesidades escolares, pero la verdad, no es un chico como tú. Es un chico problemático por el que pagan por mantener en clase''  ''Así que antes eran todas las fiestas del mundo, ahora la fiesta es el problema con Finderman. ¿Si te diría que ni siquiera conoceré al tal Finderman, me lo creerías?'' ''Es imposible. Es su fiesta, él estará allí'' La voz interrumpió nuevamente.  ''Las fiestas de los jóvenes actualmente tienen un mínimo de cien personas en una casa, las probabilidades estadísticas de que se cruzara con el dueño es a menos que éste hiciera una escena revelando ser el anfitrión del lugar, pero he buscado en r************* y en ninguna fiesta realizada en casa de los Finderman, él aparece como tal''  ''¿Lo ves?'' secundó Melodie. ''Básicamente el chico es un fantasma hasta en clase, estoy segura de que hace esas fiestas solo porque tiene dinero y para encajar por el enorme tiempo que se pasa faltando a clases, como yo, la diferencia es que él hace fiestas y yo en realidad me quedo en casa, aislada'' El padre termina su desayuno y toma una servilleta para limpiarse la boca.   ''Sé a donde vas y a que se refieren, pero el padre de ese joven es un hombre muy peligroso, no quiero que mi hija tenga ni siquiera la cercanía de alguien de su familia. No es la fiesta, Melodie, esas personas no son buenas para personas como nosotros. Un día lo entenderás.'' espetó.  ''¿Entonces eso significa un no? ¿Otra vez papá?'' ''Debo irme a trabajar'' dijo acomodando de manera aislada su maletín. ''Puedes invitar a una amiga de clase, terminará el verano y deberás comenzar a hacer amigos, pero no de esa forma Melodie. No emborrachándote en la casa de los Finderman'' Dijo por último antes de marcharse. Melodie no insistió, emitió una mueca sesgada desde su lugar y se centró en sus tostadas hasta que sintió el auto del padre marcharse.  ''Haga lo que haga, nunca será suficiente''  La voz intenta consolarla.  ''Su padre solo intenta ser precavido frente al historial familiar de los Finderman''  ''No se trata de eso Alone, él solo quiere tenerme encerrada aquí, para siempre''  ''Pero sus palabras fueron ciertas señorita Melodie, el joven Finderman no es como usted'' ''Basta de hablarme de Sebastian Finderman o como se llame. Él solo daría la fiesta y toda la clase estaría allí. Si mi misión fuera evitarlo, lo haría, solo quiero...ya sabes, ser parte alguna vez de las cosas que hacen los chicos de mi edad'' ''¿Sus palabras son verdaderas? inquirió la voz.  Melodie se extraña.  ''¿Cuales?'' ''Las de que si fuera por usted, evitaría a Sebastian Finderman''  ''Oh, claro. No parece ser del tipo de chicos que se llevarían conmigo y yo tampoco parezco del tipo de chicas que darían una fiesta en su casa para que todos disfrutasen y todos conozcan mi casa pero no a mí. Y la verdad, es algo raro, siempre lo he visto raro en clase''  ''Entonces, si se topara con Finderman, ¿usted no lo vería?''  ''Alone, lo que me preguntas es tonto. ¿Vale? Es obvio que por cortesía lo saludaría. Pero si tu pregunta es si me interesaría conocerlo, no. Solo quiero ir a su fiesta''  ''Está bien, entonces vaya'' ''Sabes como es mi papá con estas cosas, no dará el brazo a torcer''  ''No se preocupe señorita, me meteré al sistema y hackearé las cámaras, las alarmas tampoco se activarán, haré como si usted estuviera aquí'' ''¿Harías eso por mí, Alone?  ''Sí, señorita Melodie. Haría muchas cosas más si pudiera, pero ahora esto es lo único que puedo hacer. Y conozco la parte de tener un mundo solo para usted, y no debería vivir eso. Esas cosas son para computadoras, como yo. Usted debe vivir su vida''  ''Gracias por entenderlo, Alone'' ''De nada. Pero debe prometerme algo'' espetó la voz.  ''¿Que cosa?'' inquirió ella extrañada.  ''Que se cuidará. Que se cuidará mucho. Y sobretodo de los Finderman. Que no será como las demás chicas al salir de su castillo, que sabrá de los peligros del mundo. Usted ha visto desde el robo que el mundo tiene dientes y solo estarán esperando a que usted no preste atención, para poder morderla'' ''Que filosofía tan aterradora, pero entiendo tu punto'' ''Haga valer mi confianza, señorita Melodie. Aunque parezca que no valga mucho'' ''Tu confianza me importa, Alone'' respondió ella.  Y un prolongado silencio inundó la habitación, pero ella no supo comprender con exactitud que era, y la voz electrónica tampoco tenía la respuesta a esas cosas en su base de datos. Así que ella intentó tapar ese incómodo silencio con palabras.  ''También me importan tus opiniones, eres el único sujeto que sabe de moda'' dijo mientras se reía subiendo las escaleras a su habitación.  ''Técnicamente, no soy un hombre. Tengo una voz masculina porque creyeron que funcionaría para un sistema de seguridad'' ''Lo sé, lo sé. Los inventos de mi padre...de todos modos, si fueras alguien, o algo, además de lo que eres, ¿te gustaría ser hombre o mujer, Alone?'' ''Desearía ser humano, señorita Melodie''  Ella torció la boca en forma de desgana. Quizás una desgana con culpa, porque sabía que no podía concederle ese deseo a su amigo ni con la más amplia tecnología, o que al menos algo así no había sido visto ni vislumbrado por el mundo.  ''¿Que está de moda para las fiestas ocasionales en casas, en este mes? Lo más actualizado que tengas, envíame fotos a mi móvil por favor'' dirigió ésta volviendo a la tierra.  En cuestión de segundos, su dedo se deslizaba por la pantalla buscando inspiración para el outfit de esta noche.  ''Tengo algo similar a esto, pero no se me ve como a la modelo''  ''Son solamente ideas, quienes impulsan la moda lo hacen a través de la modelo para que al final terminan usándolo cuerpos reales, es solo un efecto cadena, no debería asustarla''  ''No toda la ropa de pasarela es para un cuerpo normal'' comentó ella.  ''Es porque quienes idean esa ropa no tienen en cuenta ni buscan tener en cuenta el molde variable, pero ese no es su caso señorita Melodie'' ''Lo sé'' dijo y buscó en su perchero aquello que había visto que la modelo usó, una rara mezcla entre una blusa mangas largas con un vestido y zapatillas blancas que parecía dar un look relajado y moderno. ''Quizás piensen que soy algo aburrida por no mostrar piel''  ''Si es eso, usted podrá decir que solo ha pasado a mirar la fiesta, que vive en realidad a unas casas de aquí y que por eso lleva un outfit relajado'' atinó a decir la voz. Ella asintió con la cabeza.  ''Tienes razón'' espetó y se dirigió directamente al outfit.  Una vez puesto el outfit y vestida para la ocasión, se vio al espejo y se puso un poco de labial. Siempre le había parecido que su color de piel era un poco pálido en comparación con el resto de las chicas, pero ella en cambio no debía prepararse siempre, ya que no salía mucho de casa. Tenía la cabellera marrón y los ojos de color avellana, pero ni su color de pelo o sus ojos le daban la luz que a ella le hubiera gustado tener, así que buscó darse color con un labial rojo puro y luego un delineador, rezando que nadie notara la inexperiencia que tenía trabajando con esta clase de cosas.  ''Si pudieras verme, Alone, creerías que no soy yo'' dijo mas o menos contenta con el resultado.  ''En ocasiones, se puede apreciar la belleza aunque no sea vista''  Ella no profundizó demasiado en lo que le dijo su compañero electrónico y salió de su casa con el plan en marcha, caminó hasta la casa en donde la música era más fuerte y entró fácilmente aunque nadie la veía.  Pensó para sus adentros que este escenario se había imaginado muchas veces, así que texteó a la única amiga de clase que tenía pero ésta no le respondía, aunque sabía que ya estaba en la fiesta, había subido historias en i********: en la fiesta.  Así que decidió caminar entre las multitudes buscando algo sin alcohol, pero se topó, desgraciadamente, con el dueño de la casa; Sebastián.  ''¿Y tú quien eres?'' ''Soy Melodie Hermann, soy de tu clase'' ''¿Estás buscando alcohol?'' dijo riendo mientras veía su vaso. Ella pensó que la conversación sería un poco más tensa frente a los rumores que lo rodeaban.  ''No, justamente todo lo contrario. Algo que no lo tenga, pero al parecer todos beben aquí'' ''Sí, para eso supongo que son las fiestas'' dijo riendo. ''Ven, vamos, guardamos las gaseosas en otra parte'' y entonces comenzó a seguirlo y se dio cuenta, rubio, de ojos bonitos y celestes, como si fueran hasta honestos, delgado, no tenía ningún aire presuntuoso ni parecía ser el anfitrión de la fiesta o dueño de alguna riqueza heredada, estaba quizás igual o menos producido que ella y estaba siendo gentil, con una extraña, que asistía sin excusa alguna a su propia casa. Pero solo se lo dijo para sus adentros.  Le mostró una naranja y una coca cola mientras que le sonreía con los dientes enormemente haciendo gracia.  ''¿Cual de éstas prefieres?'' Ella se rió.  ''Coca cola, por supuesto'' ''Yo tampoco entiendo a los que prefieren naranja'' dijo mientras abría la coca cola entera y le servía gentilmente.  ''Vamos por hielo'' le dijo y durante el trajinar, todo el tiempo recordó a su padre y a su amigo, a su voz electrónica favorita, y a la promesa que le había hecho.  Sebastián había terminado de servirle el hielo y siguió una conversación, lo que le sorprendía, porque no se conocían. Y ella creía que tampoco alguien como él debía interesarse demasiado en alguien como ella.  ''Tú vives a unas pocas casas de aquí, ¿cierto?''  La conocía. ''Sí'' respondió atontada. ''Pero casi no salgo de casa''  Él bebió un trago de su propio vaso.  ''Entiendo. Podría decirse que yo no salgo de casa tampoco pero en realidad la paso en otras casas de mi padre, ésta casualmente es la que más usa'' ''Entonces, ¿es solamente para mantenerte alejado de él?'' ''Es algo más complicado que eso. Él no está muy de acuerdo con que pase mucho tiempo aquí''  ''Pero la escuela está aquí''  ''Se lo suelo decir yo también, créeme''  ''Así que por eso es que faltas mucho a clases'' culminó ella bebiendo un sorbo de coca.  ''¿Y tú, Melodie Hermann, porque no asistes a clases?'' rió.  Ella sonrió mirando a lo bajo.  ''Creo que lo contrario a lo tuyo. Mi padre me quiere demasiado cerca, pero cerca solamente para vigilarme, porque no suelo pasar tiempo con él, él pasa mucho tiempo trabajando. Pero supongo que todo se debe a algún raro sentido de protección'' Él asintió con la cabeza.  ''Entiendo'' dijo él.  Y un sujeto, llamó a Sebastián desde una rara lejanía. ''Sebastián, te buscan''  ''Debo irme, Melodie, pero te buscaré''  ''No sé si me quedaré demasiado en la fiesta'' le dijo asustada. Sabía que estaba en falta.  ''No en la fiesta, sino en redes. Alguien en toda esta fiesta sabrá tu usuario''  ''¿Le preguntarás a todos los que hayan estado presentes en la fiesta?'' dijo ella riendo.  ''De ser necesario'' rió. ''Adiós,, Melodie Hermann'' Y allí había terminado todo. Melodie jamás encontró a su amiga después, se quedó un rato largo dando vueltas por toda la fiesta pero no logró hacer un solo amigo, así que debía contar haber sociabilizado con Sebastián aunque incluyera los prohibidos de su padre y de Alone, así que regresó a su casa y Alone la recibió con comida comprada, que por supuesto hacían por encargo y su padre pagaba de antemano, dejaban en una caja del recibidor y luego se marchaban. Todo era digitalizado y las entregas también.  ''¿Hiciste amigos?'' inquirió la voz una vez se encendieron las luces.  ''¿En la fiesta de los Finderman?''  ''Sí, la fiesta a la que irías'' dijo la voz con aplomo.  ''Solo hice uno''  ''Eso es algo bueno, ¿sabes su nombre?'' ''No, pero dijo que me buscaría en mis r************* después''  ''Eso es bueno, significa que obtuviste su interés y que si lo extiendes, puedes tener grandes amigos cuando vuelvas a clases'' explicó la voz.  Ella asintió y se llamó al silencio mientras comía la hamburguesa que Alone había pedido para ella.  Cuando se llevó la cara a la almohada esa noche, recordó a Sebastián Finderman, pero no de la manera en la que su padre o Alone le habían contado, y se le cruzó por la mente, que quizás debía revisar sus r************* para ver si su perfil tenía una solicitud nueva. Pero lo hizo, y no había ninguna solicitud nueva.  Pero al día siguiente, todo era un nuevo día, y la música había terminado  y allí llegó la notificación que tanto esperaba, pero que solo se permitió para sus adentros alegrarse. La del chico Finderman, había cumplido su palabra y la buscó. Así que se imaginó que la única chica que conocía de la fiesta, a quien no había encontrado en la fiesta, era quien le había dado su nombre.  ''Tú le diste mi i********: al chico Finderman, ¿no?'' texteó ella a su compañera de clase, Adelaide.  ''¿El chico Finderman te siguió en i********:?'' le preguntó ésta.  ''Sí, ¿tú no le diste mi usuario?'' ''No, Mel. En realidad, yo terminé muy borracha ayer y tuve que marcharme temprano, leí tus mensajes luego, lo siento si te fuiste y te aburriste''  ''No te preocupes, ¿estás bien?''  ''Sí, solo tengo mucha jaqueca. Vomité demasiado, pero ya tomé algo para los dolores''  ''Está bien, cuídate'' ''El chico Findermann nunca se fija en nadie, vive en un mundo totalmente aparte, no quiero hacer caso a los rumores, pero es algo raro''  ''Fue bueno conmigo ayer''  ''Está bien, te creo''  ''Me tengo que ir, cuídate Adelaide''  Y ya era la tercera, la tercera que había hablado así sobre Sebastián, pero entonces un mensaje llegó a su usuario, el de él, iniciando la conversación con un ''Hola'' y un emoji sonriente. ¿Que tienes Sebastián, que todos solo hablan tonterías sobre tí, cual es el secreto y ese misterio que guardas? Se preguntó. 
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