Ultraviolence (H.S)

4.

Desde que yo era pequeña me acostumbré a estar sola, y para llenar ese vacío interior -y por la culpa- mis padres lo llenaban con dinero, o comprando cosas que yo quería. Me hacían feliz, pero de una manera superficial y temporal. Después de todo, con el dinero no sirve de mucho cuando no tienes la compañía necesaria.

Y ahora la tengo, el dinero se acabó, pero, puedo asegurar que nunca me había sentido tan feliz.

Antes de Harry solo conocía el azul, y el trajo toda una gama de colores a mi vida, pintándola con suaves trazos que marcan mi alma con una majestuosa obra de arte: el amor, su amor.

Decidimos echarnos por lo que aún era temprano, Harry no había dormido y yo por mi parte dormí fatal. Me acomodo en su pecho y él me rodea de manera protectora mientras acaricia mi espalda hasta quedarnos dormidos.

Una de mis cosas favoritas en todo el mundo es darle besos mientras duerme, y ver como funce su ceño e intenta hacer un puchero aún dormido. Puede tener 22 años, pero sigue siendo un bebé. Mi bebé grande. Al cual me encanta cuidar y mimar, y nunca, pero nunca separarme de él.

Miro la hora en mi celular, debería ir preparando algo para comer, seguro Harry tendrá hambre, y yo también. Pero unas manos en mi cintura me impiden moverme. Sonrío al verlo luchando por despertar.

- No- dice con la voz aún más ronca de lo normal- quédate conmigo.

- Iré a preparar comida- digo acariciando su cabello- debemos comer, amor.

- Podemos comernos nosotros- dice en un tono pícaro a la vez que sonríe y me hace reír al darme cuenta que sigue dormido- ¿qué dices nena?

- Digo que estás dormido- me doy la vuelta para darle un pico, seguido de un beso en su frente- ya regreso.

- No- vuelve a quejarse mientras me sostiene más fuerte- mía.

- Eso no está en discusión bebé, pero si no cocino entonces no podremos comer y en serio tengo mucha hambre.

- Mmm... Pide comida- dice con los ojos entreabiertos, en verdad debe estar muy cansado- tenemos dinero.

- Y ese trabajo de Derek, ¿es seguro? - no es que dude de Harry, para nada, tan solo... Nadie te ofrece un trabajo y te adelanta 500 dólares de sueldo, sobre todo a gente como Harry o yo, donde lo máximo que nos pagan son 800 dólares. Además, ese chico no me agrada nada, su presencia implica tener peleas con Harry o ver a mi novio bajo los efectos de muchas copas de más.

- Sí, dijo que la paga es buena- sonríe dormido- saldremos adelante.

- Sí que lo haremos- digo tomando su mano- pero... ¿En qué trabajarás?

- Aún no lo sé, Derek me llamará cuando sea el momento, tú no te preocupes por eso ¿sí? - dice ya despierto mientras besa mi mejilla suavemente.

Quisiera que todos los días sean así, los dos juntos, echados en la cama, pidiendo comida, sin preocupaciones, tan solo besándonos y tonteando. Estoy sorprendida por el repentino cambio de las cosas, pero he decidido que no debo hacerle caso a mi ansiedad y disfrutar del sentimiento de reconciliarme con mi novio.

Hemos hecho el amor, y fue increíble, como siempre. Él me ha enseñado mucho sobre el sexo, y ahora los dos podemos gozar de ello. Es simplemente asombroso. Nunca podría cansarme de esto. No con Harry. Verlo sudado, con el cabello pegado al rostro y con las mejillas ligeramente sonrosadas es una de las mejores partes de nuestra relación, sobre todo porque después de su orgasmo se vuelve muy cariñoso conmigo, bueno, aún más.

- Cariño, has estado viéndome así desde hace ya un buen rato, y me da vergüenza- dice tapándose el rostro.

- No- susurro mientras saco sus manos, permitiéndome verlo a los ojos nuevamente- es que... j***r Harry, eres hermoso.

- Tú eres perfecta mi amor- dice besándome- hasta ahora me pregunto por qué estás conmigo.

- Harry nos acabamos de reconciliar, sabes que no me gusta cuando hablas así porque son tonterías.

- Es que...

- ¿Es que qué? ¿Sin ti estaría mejor? No tiene sentido. Mis padres están en la cárcel y no se les permite siquiera visitas. Nunca más los podré ver. Dani está haciendo su vida. Si no existieras en mi vida Harry Styles, probablemente yo estaría muerta ahora. - él cambia la expresión de su rostro cuando lo digo y tomo su mano- sin ti estaría loca Harry, han sucedido tantas cosas, la mayoría malas, pero tú has estado para mí. Siempre. Y yo al igual contigo, nos tenemos solo el uno al otro. Y así está bien. No vuelvas siquiera a pensar en que estaría mejor sin ti ¿sí?

- Tienes razón- dice besando mi frente- eres todo lo que tengo _________, y lo que más amo en el mundo, no sé cómo me soportas, a veces soy un poco complicado.

Justo cuando estoy a punto de responderle su celular comienza a sonar, y lo noto confundido cuando contesta.

- ¿Derek? Si. ¿Ahora? Nono, es decir... Si, lo sé. Está bien - cuelga y suspira algo fastidiado- amor, Derek dice que me necesita ahora para el trabajo.

- Que curioso... Justo es viernes por la noche. Si quieren salir tan solo dilo, no es necesario que mientas.

- No estoy mintiendo... Reconozco que suena extraño, pero, me lo acaba de decir. Ya me adelantó parte de la paga amor, no puedo decirle que no, o tal vez sí, pero sería como aprovecharme de él.

Sólo me queda creer, de nada serviría el maravilloso día que hemos pasado si justo ahora me pongo a reclamar o pelear, dentro de todo está tratando de hacer lo correcto. Y algo dentro de mí me dice que está diciendo la verdad, pero no me gustaría que vaya.

- No llegues tan tarde, está comenzando a hacer frío.

- Prometo que regresaré apenas termine ¿sí? Es más, podrías esperarme despierta para repetir lo que acabamos de hacer- lo último lo susurra en mi oído antes de besar mi cuello.

- Eres un maldito pervertido Harry- digo riendo

- Pero así me amas.

- Pero así te amo- repito besándolo.

Se viste rápido, y cuando lo veo sonreír me convenzo de que no debe ir, mi instinto me lo grita, pero, por otra parte, mi ser racional me indica que si se lo digo pelearemos, y no quiero tener problemas con él. ¿Pero y si le pasa algo malo?

- Ya me voy mi amor- dice besándome.

- Prométeme que te cuidarás.

- Siempre.

Veo un rato televisión, pero no hay muchos programas entretenidos ahora. Luego de una hora apago todo y voy a la sala, comienzo a leer uno de mis viejos libros.

La única parte del dinero de mi secuestro que fue bien invertida fue a que destinamos para algunas clases de enfermería que llevé. Pero cuando el dinero empezó a irse, decidí que lo mejor sería truncar los estudios por un tiempo. Cierro el libro de anatomía funcional cuando la vista me arde, vuelvo a la cama y veo la hora.

Dos de la mañana. Harry se fue hace ya mucho rato. ¿Le habrá pasado algo? No creo que esté tomando con Derek, me lo hubiese dicho. ¿Será que fue un arduo trabajo y está descansando? Aún no responde los mensajes que le mande hace horas. Lo llamaré con la excusa de que ya es algo tarde y por acá es peligroso. Pero no contesta.

Una.

Dos.

Tres.

Seis llamadas.

Y nada.

Hasta estando borracho contesta a la segunda o máximo tercera llamada. Derek tampoco me contesta. ¿Sucedió algo? Mi ansiedad está al límite. No debí dejarlo irse. Estaría enojado conmigo, pero a salvo. Maldita cobarde. Harry, ¿dónde estás?

"________, sabes que pasó, sí que lo sabes, él no va a cambiar, seguro está emborrachándose con su amigo bueno para nada y tú como tonta preocupándote" a veces mi mente me juega malas pasadas.

Finalmente me echo en la cama con la esperanza de que el enojo se me pase cuando duerma. Son las dos y cuarenta y cinco cuando la puerta de la casa se abre.

Ya llegó, una parte de mi está muy feliz porque está sano y salvo, y la otra quiere matarlo por haberme mentido. Sus pasos irregulares lo delatan. Intento no llorar, y lo logro, la decepción y el enojo son una mala combinación.

Lo siento echarse y primero me da la espalda, pero después me abraza por detrás, está frío, que digo frío, esta jodidamente helado, tiembla y entro en pánico cuando siento en mi hombro algo líquido, pero no son lágrimas o sudor. Es algo más espeso.

Sangre.

Me doy la vuelta para verlo y quedo horrorizada.

- Fue horrible- es lo único que le entiendo decir antes de que entre en shock.