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Gage
Ella jadeó y se puso de un color rojo brillante mientras sus amigas se reían. Bryn me dio una palmada en el hombro mientras pasaba. Solté a mi compañera, pero no sin antes asegurarme de que viera la promesa en mis ojos. «Después», pensé. «Terminaremos esta conversación cuando mi pene esté enterrado en lo profundo de ti y ya no tengas dudas de a quién le perteneces».
—¿Ven a ese hombre al lado de Rayla? —pregunté, señalando con un dedo a la gran pantalla.
—Hay tres de ellos, ¿cuál? —preguntó Lexi.
—Los dos hombres de cabello oscuro, Geoffrey y Tomar, son los guardias más confiables de mi madre. Sirvieron a mi padre antes de su muerte y ahora le sirven a Rayla. —Lexi asintió. Las tres lo hicieron—. ¿Ven al hombre de cabello dorado justo detrás de mi hermana, su cuerpo entre ella
