Capítulo 13

1376 Palabras
—Fede llega al coche un rato después y me consigue con las lágrimas cayendo por mis mejillas, la verdad no pensé que esto me iba a afectar tanto. —¿Estas bien Cata? —No Fede, ni un poco, vámonos por favor. —Vale, la tía nos espera, ah y le envie un mensaje a Alfredo y claro que puedes ir conmigo cuando me vaya a encontrar con él —me emociono un poco pero no lo hago notar—. —Perfecto, pero ahora vamos a donde tenemos que ir, por cierto, ¿Sabes algo de mamá? —No. —Le hablaré entonces. —Vale. —Mamá ha de estar un poco enfadada con ambos por habernos reunido con papá pero es algo que pasaría en algún momento, que extraño que no conteste el móvil, dijo que iría a la empresa pero no creo que aún esté allí. —Catalina hija ¿Todo está bien? —¿Tú lo estás mamá? —Claro hija. —Bueno mamá, vamos a casa de la tía Madeleine, ¿Dónde estás tú? —Estoy con unas amigas hija, vayan con cuidado. —Puedes ir si quieres y nos vemos allá. —Quizás lo haga más tarde. —Vale mamá solo queríamos saber si todo estaba bien. —Así es hija, al rato nos vemos. —Adiós mamá. —Corta la comunicación sin siquiera despedirse, bueno sus motivos tendrá. —¿Ocurre algo? —En lo absoluto, quiero llegar rápido. —Calma, ya pronto llegaremos. —Cerraré los ojos mientras llegamos quiero no pensar por un rato, definitivamente ha sido un día muy malo y solo espero que acabe bien. —Vale hermanita, igual solo faltan unos minutos. —Aja —lo ignoro y cierro mis ojos, la verdad lo único o el único que me daría la paz que necesito justo ahora sería Alfredo, nadie más—. —Llegamos Cata. —¿Ya? ¿Tan rápido? —Pasaron diez minutos Cata, te dije que pronto llegaríamos. —Si no importa ya salgamos del coche. —Pensé que no bajarían nunca de coche —dice la tía acercándose a nosotros—. —Cata estaba dormida la verdad, tengo hambre tía ¿Tienes algo de comer? —En la cocina puedes comer lo que quieras. —Gracias tía, tú si que me quieres de verdad —dice dándole un beso en la mejilla y marchándose a la cocina, la tía solo se ríe—. —¿Estas bien Catalina? —Lo estoy tía ¿Me das un abrazo? —Claro ven aquí —me lanzo a sus brazos, no soy de mucho contacto físico como he dicho pero hoy es un día que lo he necesitado mucho— ¿Por qué siento que no estás bien? —La verdad no lo estoy tía, ha sido un día muy extraño y han pasado tantas cosas. —Ven, vamos a tomar ua copa. —¿Crees que resolvería todo? —No, no lo resolvería pero calmaría todo por un rato. —Vale, vamos entonces. —Espero que el estar aquí y soltar todo lo que llevo por dentro me ayude y mucho, la verdad es complicado, no se que hacer con toda esta situación. —¿Y bien? —pregunta la tía de pronto sacándome de mi trance y me entrega la copa— ¿Puedo saber qué está pasando? —Me acosté con Alfredo —le suelto sin titubear y abre mucho los ojos—. —Vaya, eso no lo esperaba. —Lo sé tía lo sé, pero simplemente paso. —¿Te sentiste bien? —Maravillosamente tía, fue tan lindo todo. —Esto no esta bien y lo sabes —se sienta en el sofá— ¿Sabes bien que puede traer muchas consecuencias verdad? —Si, también lo sé. —Aclarame algo Catalina, ¿Lo quieres? —Si tía —respondo sin mirarla—. —¿Y Fernando? —la miro y noto su ceja alzada—. —También lo quiero tía pero es diferente. —¿Qué es lo diferente Catalina por el amor de Dios? Sabes bien lo que Alfredo siente por tí y siento que estas jugando con él, y sé que Feranando no es santo de mi devoción pero estas jugando con él, ¿Qué harás si Carlota se entera de todo esto? —No lo sé tía, no me agobies más ¿Vale? —digo tomando asiento a su lado—. —No lo hago Catalina, son cosas que debes planteartelas, tu mamá no es tan estúpida y sabes que tarde o temprano lo notará, aún ni sabe de Fernando y te acostaste con Alfredo, debes poner tu cabeza en orden Catalina. —Es muy difícil tía. —A ver Catalina, hablemos de los hombres que te tienen la cabeza desordenada. —¿Qué hay con eso tía? —Eres novia de Fernando, te gusta y lo quieres pero sientes lo mismo por Alfredo con el cual hicistes el amor, debes poner las cosas en una balanza y ver con quien te sientes mejor. —Con Fernando me siento bien, me gusta y es agradable cuando lo siento cerca, con Alfredo todo es diferente tía, me siento tan viva cuando me abraza, el siempre esta cuando no estoy bien, cuando lo necesito siempre esta y me encanta. —¿Qué rayos haces con Fernando entonces Catalina? —Tía estoy confundida. —¿Te acostaste con Fernando también? —pregunta lentamente—. —No, solo me acoste con Alfredo. —¿Cuándo paso eso? —Ayer en su casa y luego me escape de casa en la madrugada y volvió a pasar. —¿Te escapaste de casa Catalina? —abre mucho los ojos—. —Si tía. —Debes decidirte y hablar con tú mamá. —Ella no aceptaría una relación con Alfredo tía. —¿Entonces qué harás? —Voy a formalizar mi relación con Fernando —digo poniéndome de pie—. —¿Estas bromeando Catalina? —No tía, es lo que haré, mañana hablaré con mamá. —Ya es tu decisión Catalina, no opino, sabes bien que no soporto a Fernando y que eligiría mil veces a Alfredo pero si es tu decisión lo respeto. —No se si será la mejor tía pero debo hacerlo, Fernando no merece esto. —¿Y Alfredo si? —Tampoco tía, pero el sabe de mi relación con Fernando y sera lo mejor. —Vale Catalina, es tu decisión, aconsejaré a Alfredo para que se aparte y no salga herido. —Tía... —No seas egoísta Catalina —me interrumpe— sabes que él se desvive por tí, le romperás el corazón y lo sabes. —Estará bien. —Como digas Catalina, luego hablaré igual con él ya que imagino que tú no lo harás —niego— lo imagine, ahora, ¿Eso es todo lo que tiene así? —Hoy nos vimos con papá, mamá no tomó muy bien y lo sé, me dijo que vendría pero lo dudo. —Claro ¿Qué quería Martín? —Recuperar lo que ya esta perdido. —Descarado. —Me hizo sentir muy vulnerable tía y eso no me gusto. —Es normal Cata, es tu padre y a pesar de que digas que no lo quieres y que no quieres saber nada de él siempre vas a sentirte débil. —Si tía lo sé, mejor ya trato de olvidar un poco todo lo que me esta pasando si no acabaré muy ebria. —Como tu tía. —Si tía como tú —reímos—. —Acabamos nuestras copas y con ella tomamos varias más pero llego el momento de marcharnos, mamá nunca llegó y tenemos una salida con Alfredo, quiero pasar por casa antes a tomar una ducha y a ponerme una ropa más cómoda; quizás hoy sea la última vez que Alfredo me mire con los mismos ojos que hasta ahora, pero creo que mi decisión es la mejor, se que estoy confundida, se que perderé a Alfredo, pero no quiero utilizarlo más como dice él que lo hago y en parte tiene razón pero las cosas no tienen que ser de otro modo.
Lectura gratis para nuevos usuarios
Escanee para descargar la aplicación
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Autor
  • chap_listÍndice
  • likeAÑADIR