El Frio se colaba por mi ventana el viento agitaba furiosamente las cortinas y un peso caía suavemente sobre mi cama. -Alice, déjame entrar-susurró la frágil voz de mi hermana. Mis ojos se abrieron de golpe. Todo mi cuerpo temblaba mientras encontraba todo en profunda calma. Mi ventana estaba cerrada, todo parecía callado salvo el ronroneo de mi gato. –Fue un sueño–le hablé como si pudiera entenderme. «Un sueño muy real». Claro de Luna de pronto curvo su espalda en posición de ataque y dio un gran salto al suelo en dirección a la ventana. –¿Qué pasa? –pregunto esperando una nula respuesta–Está todo bien–lo tomo con delicadeza para acercarlo a mi pecho–no hay nada–nos tranquilizó a ambos–solo es el viento. El parece entenderme. Noto un pequeño círculo gravado en la madera. Palpé con

