Capitulo 6

1219 Palabras
Narrador —De esta forma, Fisher-Hastings iniciará sus trabajos desde hoy, mi hermosa esposa, será mi mano derecha, y mis ojos en mi ausencia Extendiendo su mano para señalar a Lara, quien se hallaba atónita por la magnífica actuación de esposo enamorado de Julián, no tuvo más opción que sonreír incómoda. No sabía que le aterraba más en ese instante, si Julián y su forma de observarla, como si de verdad la amara, o la mirada de todas las féminas en la sala, que parecían querer acribillarla, y es que según muchas de las trabajadoras de la empresa, Julián era el hombre ideal para casarse. No solo era apuesto y bien preparado, sino que la empresa crecía como la espuma, lo cual lo hacía parecer un excelente partido —Cariño, ¿algunas palabras para el equipo de trabajo? Acercándose a Lara, Julián tomo su mano frente a todos, y depositando un casto beso sobre el dorso de esta, la invito a colocarse de pie, para agregar algo más. Desafortunadamente ella no tenia experiencia trabajando con personal, asi como Hastings, por lo que reteniendo el aire, intento hablar lo mejor posible. —Como mi esposo lo menciono, seré su mano derecha, cabe destacar que deseamos un trabajo y rendimiento de primera, por lo que los errores quedan descartados, muchas personas desearían ocupar ese lugar que tienen ustedes ahora, así que no lo pierdan Julián, sin desearlo, sonrió de lado al escuchar las palabras de Lara, que si bien, no tenía experiencia en el área, sabía con claridad lo que deseaba, y esto justo coincidía con él. Un par de minutos después, la junta finalizo, y siguiendo en su papel de esposo enamorado, Hastings se despidió uno a uno de los trabajadores presentes. —Señor Hastings, quería felicitarlo... No sabía que estaba comprometido. Acercándose a él, Sofia, una de las chicas de recursos humanos, habló de manera melosa, tratando de insinuarse y obteniendo como respuesta una sonrisa forzada de Hastings, este tiro de la cintura de Lara para abrazarla frente a todos. —Así es... Lo estaba, ahora ella es mi querida esposa Sin más, Julián estampo un sonoro beso en la mejilla de Lara, quien se quedó estática, ya que jamás pensó que él haría algo así. En su defensa, la mujer no era más que una mosca muerta, además de plástica que no desaprovechada la oportunidad para abalanzarse hacia él, quien siempre la rechazaba. Un poco apenada, por la mirada de molestia que soltó Lara, por el atrevimiento de Julián, la chica se excusó lo más rápido que pudo, y dejándolos a los dos, a solas, en la amplia sala a penas las puertas se cerraron, esta empujó a Julián —¡¿Qué carajos haces Hastings?! ¿Te has vuelto loco? ¿Por qué me abrazas? Separándose de el como si este fuese un acosador, Lara no parecía creer lo que él acababa de hacer, lo peor del caso es que por más que ella intentará lucir molesta, en realidad no le disgusto que él la abrazara, solo que la tomo por sorpresa. Julián, sonriendo por la reacción de Lara, solo apoyo sus brazos en su cintura, y recargándose hacia delante, se carcajeó levemente —Te abrazo por qué soy tu esposo, esto es algo normal... así que deberías acostumbrarte ¿Normal? ¿Cuándo ellos dos no eran un matrimonio convencional? Todo lo opuesto, parecían perros y gatos, que solo vivían peleando, por lo que un abrazo entre ellos, era fuera de este mundo Empuñando sus manos a sus costados, Lara frunció el ceño de su frente, y tratando de controlar su mal genio, agrego. —Pues que sé a la última vez, recuerda que en el contrato queda prohibido tocarme... así que no lo incumplas. Julián, al escuchar la mención del contrato, retomo su postura sería y amargada, y ajustando la corbata de su traje, dijo —Disculpa Lara, creo que me metí tanto en mi papel que lo olvidé, es solo que esta chica es alguien insistente y pensé que era la ocasión perfecta para darle un alto Julián no era gay, solamente era muy cuidadoso con su imagen, por lo que no solía involucrarse con sus trabajadoras, esto para mantener la imagen de jefe severo que solía proyectar. Lara, al notar que el hombre hablaban, enserió, se relajó un poco al comprender que lo hizo sin mal intención, por desgracia, lo siguiente que su esposo agrego, si la hizo molestar. —Aprovechando que estamos aquí, quería decirte que esta noche viene Black a la ciudad, este hombre es un cliente muy importante y nos invitó a ambos a salir... Esto de forma personal, como amigos, ya que desea conocerte, así que al finalizar el día, iremos a casa, nos preparamos y nos reunimos con él A Lara estas simples palabras la hicieron enfurecer, como era posible que él no tomaba en cuenta su opinión, que solo disponía de su tiempo como si fuese un accesorio más, y cruzándose de brazos, respondió —¡Pues no voy! No quiero ir Julián ¿Cuándo me preguntarás lo que yo deseo? Primero mi padre me obliga a casarme, luego cambias mi vida por completo, y ahora esto... Caminando hasta la salida un poco sofocada, Lara solo salió de la sala de juntas, en ese instante aunque ella tratara de parecer como si nada, las cosas no andaban muy bien, desde hacía dos días que Nadia, su mejor amiga, no respondía sus llamadas, y esto la tenía preocupada Desgraciadamente, la chica llevaba una mala vida, con sus padres muertos y un prometido maltratador, era normal mortificarse por ella, después de causarle problemas al invitarla a su boda y que esta asistiera. Sintiendo que su corazón estallaría por tantas emociones seguidas; Lara salió de la empresa sola, sin ser seguida por el hombre de seguridad que Julián le asignó, lo cual lo dejó muy molesto. Aun así, lo más rápido que pudo, esta se alejó tratando de organizar sus pensamientos, y llegando hasta una plaza cercana, Lara tomo un lugar en los bancos dispuesta a pasar el resto de la tarde allí. La vida de Lara había dado un vuelco de 180 grados en cuestión de días, lo cual la tenía frustrada, no solo se había atado a un hombre odioso, y guapo, sino que también tuvo que cambiar algunas cosas, entre estas su rutina diaria, y su forma de vestir, sin mencionar que ahora su única amiga, confidente se hallaba perdida, lo cual la tenía preocupada. Lara se mantuvo en silencio, intentando una vez más contactarse con Nadia, sin tener éxito alguno, y guardando su teléfono exhalo aire, rogando al cielo porque esta estuviera bien Y es que no era la primera vez que sucedia, en ocasiones anteriores, Cristóbal solía propinarle unas palizas enormes, pero por temor a quedarse sola, Nadia no hacía nada para cambiar esa situación, y era esto lo que Lara más le reprochaba. Sintiendo como alguien tomaba asiento a su lado, Lara solo se giró para darle la espalda, y escuchando su nombre ser mencionado por una voz conocida, esta se quedó estática. —Lara... La voz masculina hizo que ella se girará a verlo y hallando el rostro perfilado de Gastón, la chica sintió que moriría al tenerlo allí, cuando ella menos lo esperaba
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