Capítulo 41. Más que nunca...
Marcelo avanza lentamente, sin decir una palabra, solo eso le bastó a su hijo para comprender que la abuela de Alicia decía toda la verdad.
Alicia se apartó de todos, sentía que necesitaba espacio para respirar, no podía seguir escuchando nada más. Pero Piero la siguió, no iba a dejarla sola, no iba a permitir que huyera como lo hizo su madre, y tampoco iba a permitir que su padre se metiera en su relación, como lo hizo su abuelo con la relación entre su padre y la madre de su mujer, Piero la alcanzó antes de que pudiera salir del salón.
-- ¡Alicia!, espera – le dijo, tomando suavemente su brazo.
Ella lo miró, sus ojos llenos de confusión y rabia.
-- ¿Qué clase de familia tienes, Piero? —preguntó, con una mezcla de sarcasmo y desesperación en su voz.
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