Capítulo 76. El Regreso Equivocado: La Pregunta Silenciosa.
El taxi se detuvo frente a la puerta de lo que Piero recordaba como su antiguo departamento. Con la mente aún nublada por el alcohol y la confusión, no se dio cuenta de su error hasta que estuvo de pie frente a su edificio. A regañadientes se bajó del auto y caminó dentro de él. No había nadie cuando paso por el lobby. Sabía que había sido dejado en el lugar equivocado, pero el conductor no lo dejó explicar.
Piero subió por el ascensor y al llegar frente a su puerta sacó las llaves por inercia, pero al intentar girarlas en la cerradura, nada pasó. Un sentimiento inquietante lo invadió al comprobar que, pese a tener las llaves en su mano, no podía ingresar a su hogar.
Fue entonces cuando la realidad lo tocó de lleno, ya no vivía
