Rosalinda regresó con su madre, después de pasar un rato con Bruno, quien entre más la observa, sabe que ha cometido la estupidez de su vida, sinceramente esa chica no es de su santo devoción. Ahora tiene que ver la manera de poder disolver el matrimonio lo más pronto posible, pero para su desgracia, el abogado le ha dicho que tiene que esperar dos años para concederle el divorcio. Entonces el contrato con ella durará dos largos años. —¡De haber sabido que eso me iba a pasar, no cometo esa estupidez! Estoy jodido. —Es todo lo que puedo hacer, ahora me gustaría saber si se llevara la joven con usted, ya la visa está por salir. —Le prometí que le ayudaría con su madre, de todas maneras, ella es mi esposa ya veremos que hago con ella, además ella me ha tocado mi parte humana. —Entonces a

