Capítulo 2. Inesperado

982 Palabras
Luego de esa "ruptura" Tati cayó en una especie de locura donde la canción de Luis Miguel "Por debajo de la mesa" se convirtió en un mantra que hizo oir a D hasta el cansancio... Pues cada vez que podía lo llamaba, escuchaba su nombre y cortaba o le ponía esa canción... Tati solía pensar, pues tan inocente era (recuerden que solo había intimado con su primer novio y nada más) que "hacer el amor con él" sería como ir al cielo y entrar al paraíso... sí, así de inocente y dulce era el joven corazón de Tatiana. Mientras V siguió de novia con P, Tati trató de salir adelante, conoció otros chicos pero nadie como D. Incluso trató de acercarse a él, a través de sus amigos, pero no le fue muy bien... Finalmente D se puso de novio... con otra (tampoco con la mesera del bar) y se mudó con esa fulana de tal. Tati se olvidó provisoriamente de él y también siguió con su vida... entonces dos años después cuando solo tenía unos 20, él regresaría de repente poniendo nuevamente patas para arriba su vida, así como se había ido de un día para el otro llegó... Un día estaban Tati y uno de los satélites (porque en ese momento no era amiga íntima de Alex como lo sería no mucho después), cuando D apareció en el bar como si nada. Y se quedaron charlando como en los tiempos de antaño... un sentimiento pareció resurgir como el ave Fénix en el corazón de Tati... pero nuestra protagonista aún seguía siendo un poco inocente... pues no había tenido casi sexo con nadie en todo ese tiempo... Aparte D le llevaba unos cinco años, era más viejo y experimentado, y a esa edad contaba demasiado. Él parecía saber todo del mundo, aunque quizá era una ilusión o la idealización de Tati... y ella se sentía como un bebé viejo en pañales, sabia pero ingenua, experimentada pero inocente. Ese mismo día, Tatiana se fue a la casa de D con él, no supo por qué... la realidad era que no sabía si estaba haciendo bien. De algo estaba segura, de que lo que para ella sería algo serio para él sería solo una aventura. Así que sí, estuvo en su cama, pero vestida y cuando llegó la hora de la verdad ella se echó atrás. Quizá fue cobarde... quizá tuvo miedo... quizá necesitaba más de él de lo que él podía darle... la realidad fue que no concretaron, no hubo sexo, ni besos ni flores... pero Tati otra vez con el galán maltrecho se había enganchado. Esa noche Tatiana aprendió dos valiosas lecciones. La primera fue a no perder LA OPORTUNIDAD, cuando la tienes a tu alcance de tu mano. La segunda era a recordar cuando su madre no se iba el fin de semana, pues cuando llegó al mediodía, su padre y Viena en la mesa estaban esperando para reprenderla. Después de eso, ese sentimiento por D renació en ella, aunque ya no era "por debajo de la mesa". En tanto, D parecía haberse ofendido con Tatiana (o algo así) y V, que ya no solía frecuentar Jumbo comenzó a tener problemas de pareja con P motivo por el que llorosa comenzó a concurrir al lugar... Y un día, Tati se dio cuenta... dicen que no hay peor ciego que el que no quiere ver, y dicen la verdad. ¿Cómo creer que esa amiga, a la que tanto querías, que era tu hermana, tu todo, te iba a traicionar? Una amiga traidora Tatiana no lo podía siquiera imaginar. Y sí, quizá V se lo había hecho a todas sus amigas, pero a Tati la quería como una hermana, ella era todo para ella, entonces ¿cómo podría clavarle tamaño puñal por la espalda? Tatiana supo en el momento exacto en que D puso sus ojos en ella... claro que la conocía de antes, de siempre. Pero hubo solo un instante en que la vio con ese brillo especial en su mirada, y Tati supo que no importaba lo que hiciera había perdido a su primer amor para siempre ya. —Dime la verdad, tú y él.. salen... dímelo, no me voy a enojar...— le suplicó Tatiana, no mucho después, a su amiga especial. —¿Estás loca??? Estás enamorada de él, aparte es bizco, no me meto con él ni loca, y tú eres todo para mí, eres mi hermana del alma...— aseguró la rubia de 1.50 metros de V. El tiempo pasó, fueron quizá unos meses no más que eso... y la madre de V se quiso suicidar, sumado a lo cual V estaba peleada con su novio... Así que la familia de Tati respaldó a V mientras su madre estuvo internada en un neuropsiquiátrico. Viena, la madre de Tatiana, la contuvo... siempre diría que V le daba lástima, quizá porque la relación de esta con su madre le hacía recordar a la de Viena misma con la abuela de Tatiana... El padre de Tati la acompañó a V a hacer los trámites a la policía... Tatiana, nuestra heroína, se quedó durmiendo en el suelo la primera noche en el hospital junto a V cuando le hacían el lavaje de estómago a su madre, y luego, se mudó con ella para acompañarla y que no estuviera sola en su casa. Fue por esos días que una noche a la madrugada llamaron a esa misma casa. Donde las amigas habían compartido tantas penas y alegrías. Era D que había chocado con el auto... V y Tati dormían juntas en la cama de su madre así que cuando sonó el antiguo aparato telefónico a la madrugada, ambas despertaron... y cuando Tatiana supo lo que pasaba, quedó pasmada. V no supo que decir, dio una excusa vana... Tati no supo bien que preguntar. Pero aún lo peor, estaba por pasar...
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