CAPITULO 3

3561 Palabras
Alex y Natalie pasaron a comprar sushi y unas ensaladas además de un vino blanco y un helado al supermercado donde rápidamente Alex compró cinco tipos diferentes de galletas para gatos. —Hey, eso es tratar de sobornar a mi gato —dijo Natalie muy seria. —Tienes razón, pero no quiero comer solo, tenemos sushi, un buen vino, helado esto no sería perfecto si me lo tengo que comer yo solito y en estos momentos mi cita contigo depende de Tommy. —¿Tu cita? —¿Cómo le llamarías tú? —No lo sé, está bien creo que tienes razón. De pronto escucha la voz de su abuela diciendo —Créeme Tommy se llevará muy bien con su cuñado. —Abuela por favor deja de decir cosas. —¿Decías algo? —preguntó Alex —No, de pronto recordé a mi abuela y lo mucho que quería a Tommy —dijo Natalie con una sonrisa casi nerviosa. Pasaron por el auto de Natalie y Alex la siguió hasta llegar a un modesto pero tranquilo edificio donde ella vivía. —Adelante, por favor disculpa, pero mi casa es pequeña y modesta imagino que estas acostumbrado a algo distinto a esto. —De verdad te agradezco que me dejes entrar a mundo. En esos momentos Tommy llegó a la sala, miró a Alex y se acercó a él sin ningún problema incluso paso su cuerpo por las piernas de él. —Así que tú eres Tommy ¿Me permites tomarte en los brazos? eres un gato muy lindo ¿Te había dicho que me caen bien los gatos? —Esto no es normal, él no hace eso no saluda a nadie mucho menos permite que lo tomen en brazos —y mientras Natalie decía eso Alex lo tomó en los brazos y Tommy comenzó a ronronear. Entonces Alex le dijo —Eres un buen chico, gracias a ti esta noche tendré la mejor compañía para cenar y para que veas que tengo buenas intenciones te compré algunas galletas —y mientras abría uno de los paquetes le dio algunas galletas después Tommy se fue a acostar al sofá. —OK, por lo visto cenaremos juntos —dijo Alex —ya cuento con la aprobación de Tommy. Ese gato se acaba de vender contigo, en esta casa sólo hemos sido mi abuela y yo así que Tommy nunca ve a nadie más y cada vez que ha entrado alguien por cualquier motivo él se enoja mucho y por lo general después se esconde por horas. —¿Y con algún exnovio? —Una vez vino un chico que quería salir conmigo, ni a Tommy ni a mi abuela les cayó bien, él nunca más volvió y tú hasta lo tomaste en los brazos y él incluso se puso a ronronear. —Y que quede bien claro que eso fue antes de mostrarle las galletas. Mientras tanto Natalie preparó la mesa y le sirvió también un tarro de comida a Tommy quien comió junto a ellos al lado de la mesa en la cocina, de pronto comenzaron a brindar y sin darse cuenta entre conversación y brindis se terminaron la botella de vino entre los dos. Natalie vio a Alex y le dijo —Dios mío, no te puedo dejar ir así es peligroso que manejes con media botella de vino yo sé que no estas borracho ni yo tampoco, pero sería muy irresponsable de mi parte, déjame y preparo un café y nos sentamos en la sala unas horas para que se nos baje el efecto. —Lo que tú digas con tal de seguir a tu lado —respondió Alex mientras la observaba casi sin pestañear. —¿Estabas planeando esto? —preguntó Natalie muy seria. —No, lo prometo, pero hay algo que me pasa contigo y no sé qué es. —Eso es el efecto del alcohol. —Créeme estoy bien y se bien lo que digo, desde que te vi a la entrada del banco quedé embobado contigo y cuando salí y te vi discutir con tu carro no podía creer mi buena suerte que aún estabas ahí era como si el destino hiciera todo para ayudarme y hemos pasado juntos prácticamente todo el día, sabes una cosa, hace mucho que una mujer no me hacía sentir tan bien o mejor dicho nunca una mujer me hizo sentir tan bien. —Por favor no sigas estoy poniéndome muy nerviosa. —De pronto Alex la queda mirando mientras están sentados en el sofá y se comienza a acercar a Natalie para besarla, justo en ese instante ella nota que el agua de la tetera esta lista para el café y se levanta rápido a la cocina diciendo —Por Dios que iba a hacer. —Lo ibas a besar, yo que tu hubiese dejado la tetera morir y le doy el mejor beso de tu vida — escuchó la voz de su abuela. —Tengo miedo, no quiero cometer un error. Y mientras decía eso no había notado que Alex estaba detrás de ella y le dijo —Yo también tengo miedo, pero nunca sentí tantos deseos de arriesgarme a hacer algo como esto. Y casi sin darle tiempo a Natalie la besó y ella simplemente no se pudo resistir, ese beso era tan dulce y apasionado a la vez sin pensarlo lo abrazó y él a ella ninguno de los dos quería que ese beso terminara de pronto el beso vino con las caricias y fue en ese momento en el que Natalie reaccionó. —Perdón yo no puedo llegar y tú sabes —dijo Natalie mientras se separaba de él. —No por favor, perdona no quise hacerte sentir mal. —No, por el contrario, me has hecho sentir como nunca de verdad. —Entonces si te puedo volver a besar. —Si la verdad es que ese beso ha sido el mejor de mi vida, pero no quiero que pienses que porque vivo sola me voy a ir a la cama contigo, o que soy una chica que se va con alguien apenas lo conoce. —No claro que no, pero yo quiero seguir a tu lado no entiendo que me pasa me siento muy bien junto a ti yo siento que lo que pasó hoy en el banco debía ser así. —Si yo también lo creo, pero ahora eres mi jefe, no quiero arruinar eso. —Hugo está casado con Becky y no hay problemas con eso ¿Por qué nosotros no podemos tener una relación? —A que te refieres con una relación, ¿algo cómo? —No lo sé, tal vez aceptes ser mi novia. —Claro de seguro eso le dices a todas —dijo Natalie, mientras trataba de mantener su distancia. —La verdad es que no porque haya tenido muchas relaciones fácilmente significa que haya tenido novias. —¿Dijiste muchas? además yo no quiero ser una relación fácil en tu lista. —Así se habla muchacha —dijo la abuela —me gusta este chico, pero hazlo trabajar por ti… tú vales mucho. —No perdona no quiero que pienses que yo creo que tú serías fácil y estoy dispuesto a esperarte el tiempo que quieras pero me gustaría que me dieras una oportunidad para conquistarte. La verdad es que conquistar a una chica era algo que Alex no había necesitado hacer nunca, las mujeres siempre se le ofrecían demasiado fácil, tal vez por su imagen y su dinero, tal vez eso hizo que no quisiera seguir viviendo en la ciudad donde lo relacionaban con su familia y para muchas en el club era un candidato perfecto, esta vez veía a una chica dulce que no había querido sacarse la ropa frente a él en la primera cita y por una chica como ella estaba dispuesto a continuar aunque vinieran de dos mundos distintos, de pronto sintió que no sólo admiraba su belleza sino también a ella que aunque siendo tan joven la sentía tan madura y al mismo tiempo tan dulce e inocente. Cuando Natalie escuchó que Alex estaba dispuesto a esperarla no pudo evitar sonreír por un momento y al ver Alex esa sonrisa le dijo —Eso quiere decir que ¿si aceptas ser mi novia? —Está bien, pero por favor ten cuidado con mis sentimientos yo sé que una relación no será fácil ya que trabajaremos juntos. —Si lo sé, prometo ser un caballero y no hacer nada que no quieras. —Ya comenzamos con problemas —dijo la vez de la abuela —es que de seguro vas a querer, si con ese beso que te dio hasta yo estoy viendo a qué hora veo a tu abuelo para recordar viejos tiempos, creo que en vez del cielo me van a mandar al otro lado. —¿Qué tal si nos tomamos el café en la sala? —respondió Natalie para cambiar un poco la conversación. —Me parece una buena idea —después del café y conversar un rato de pronto Natalie se acomodó en el hombro de Alex, él la abrazó y casi sin pensar ni saber cómo se quedó dormida entre sus brazos era como si por primera vez en mucho tiempo se sintiera completamente segura, cuando ya era pasada la medianoche Alex se levantó con mucho cuidado y la llevó a su habitación, la recostó en su cama y la cubrió con una manta, Tommy de inmediato se subió a la cama con ella. —Sabes una cosa, eres un chico con mucha suerte te dejo para que la cuides —le dijo Alex a Tommy, de pronto Natalie abrió sus ojos y vio a Alex junto a ella que le dijo —me voy pero nos vemos en la mañana en la oficina buenas noches princesa. —Buenas noches y gracias. —¿Por qué me das las gracias? —Por entender. —Claro que sí —y después de darle un tierno beso en los labios se fue del departamento. Cuando Alex llegó a su casa se dio cuenta de lo que le había sucedido, por primera vez una chica no se le había entregado, ni siquiera había tratado de seducirlo por el contrario él estaba haciendo todo por conquistarla y eso le gustaba mucho, Natalie era tan dulce que no entendía como Luciano la dejó ir, pero bueno debe ser porque tal vez ella era la mujer para él, pero ¿será capaz de separar el trabajo del romance? se preguntaba, Hugo y Becky lo hacen, ¿por qué él no podría? De pronto recordaba el tenerla abrazada y cuando sus manos quisieron recorrer su cuerpo, en esos momentos dijo —Creo que necesito una ducha fría como nunca antes. A la mañana siguiente se despertó muy temprano Alex se arregló como nunca, uso su mejor perfume se cambió cuatro veces hasta encontrar la mejor combinación de camisa con su traje salió de su casa sin comer para ir por unos cafés y unas donas para llevar a la oficina, por su parte Natalie no estaba segura si había sido un sueño o si de verdad se habían besado. En esos momentos escucha la voz de su abuela —Si se besaron y ese fue un tremendo beso que se dieron, pero paraste a tiempo y él lo entendió. —Abuela será él como Luciano que por decir que no se busca otra. —Luciano te quería obligar y te sentiste presionada por eso habías aceptado estar con él creo que si algo así pasa aquí no será por estar presionada sino porque en realidad lo deseas, pero si quieres un consejo de vieja no le regales todo sin que este chico trabaje primero por lo que quiere y que se tú también… no te hagas. —Abuela siento mucho miedo él es un poco mayor que yo, viene de un mundo distinto, tiene una hija y es mi jefe, pero esos ojos color miel, ese cabello castaño, es alto fuerte, parece que lo hicieron a mano, fue tan tierno conmigo, sus besos me derritieron y no sé cómo le voy a hacer hoy cuando lo vea ahora hasta renuncié a mi otro trabajo y debo buscar algo de ropa entre mis cosas. —Lo que debes hacer es ir de compras urgente a la salida del trabajo y hoy utiliza lo único que tienes decente en ese closet que es tu traje para las entrevistas de trabajo. Ese era un traje azul de dos piezas que había conseguido en una tienda de segunda mano y que después de mandar a lavar lo tenía guardado en su bolsa de plástico además una blusa de seda blanca que había comprado en el mismo lugar, después de arreglarse lo más que pudo se dio cuenta de lo bien que se veía vestida así, Natalie tenía un físico muy lindo y que normalmente no se sacaba todo el partido, se maquilló un poco y después de mirarse al espejo le dio el toque final con su perfume que usaba sólo para ocasiones especiales y que su abuela le había regalado hace dos navidades. Salió de casa muy nerviosa, se subió a su carro pensando en cómo sería ese día, sentía tantos nervios que apenas si le dio su desayuno a Tommy y salió pensando «¿Qué tal si él ya no quiere nada conmigo? ¿Cómo nos volveremos a saludar?» Cuando entró a su oficina sintió un exquisito aroma a café y algo dulce, Becky aún no llegaba y sólo Alex estaba ahí. —Buenos días, amor, pero que guapa estas hoy —y después de darle un dulce beso en los labios le dijo —Traje unas donas y un café para que desayunemos algo juntos. Natalie se quedó congelada por un momento y Alex la miró preocupado —¿Qué pasa ya no quieres ser mi novia? —Claro que, si quiero, sólo que estaba muy nerviosa de cómo sería estar contigo hoy aquí y pensaba en que tú te hubieses arrepentido y sentía mucho miedo. —Sabes a mí me pasaba lo mismo tenía miedo de llegar a la oficina y que ya no quisieras nada conmigo así que decidí que no te daría tiempo para pensarlo —después de decir eso la tomó de la mano y la llevó a su oficina para darle su vaso de café, Natalie se sentó y él se acercó para darle un beso en el cuello y dijo —Ese aroma me encanta, OK mejor me controlo vamos a revisar lo que tenemos para hoy. —Recuerda que en un rato tienes la cita con el señor Kennard —dijo Natalie, tratando de ser seria en ese momento. —Ah si, muchas gracias, te voy a enviar una lista de certificados que necesito que bajes online para ayudarme con un caso además después de terminar con Kennard te pediré que me contactes un par de llamadas. —Claro que si —dijo Natalie muy animada. —Esa sonrisa tan dulce a que se debe —dijo Alex mirándola. —Me gusta saber que podemos trabajar juntos y que cuentas conmigo para ayudarte, bueno ahora voy a mi lugar de seguro Becky debe estar por llegar —y tomando su café y su dona salió de la oficina y encontró a Becky en su escritorio. —Hola Becky buenos días —dijo Natalie a penas la vio. —Hola Natalie, me perdí… hay donas y café en esta oficina, nena yo no sé qué le has hecho pero ese hombre es simplemente otro de un día para otro. —¿Por qué lo dices? —Alex es un hombre muy bueno, pero jamás vi detalles como estos —mostrando el café las orquídeas —Aquí pasa algo —dijo con un tono de suspicacia. —¿Algo… cómo? —respondió Natalie pensando que pasará si se dan cuenta de la relación. —No lo sé, pero creo que hay un aire especial en el ambiente, en unos momentos llega mi marido para que al fin lo conozcas. Justo en ese instante tocan a la puerta y es el señor Kennard Natalie lo anunció y volvió a su escritorio, le mostró a Becky la lista de cosas que Alex necesitaba y ella le mostró paso a paso como encontrarlas, Natalie también tomó notas para no olvidar todo eso y después imprimió todos los documentos, arregló un poco su escritorio con un par de decoraciones que tenía una de ellas era una foto con su abuela y Tommy, en esos momentos llegó Hugo y después de volver a saludar a su esposa con un tierno beso saludó también a Natalie diciendo —Hola Natalie, al fin te conozco escuché hablar de ti ayer. —De verdad, espero que nada malo —dijo Natalie con una sonrisa. —Claro que no, de corazón espero que te sientas muy bien con nosotros a mi pobre Becky le hacía falta ayuda, buenos hermosas damas yo me voy a mi oficina Becky te enviaré un email con las llamadas que necesito en un rato por favor. —Claro que si —respondió Becky. Después de eso Hugo entró a su oficina —Veo que manejan muy bien su relación de trabajo —le dijo Natalie. —Claro que sí, no fue fácil en un comienzo, pero aprendimos que saliendo de la oficina no hablamos nada que tenga que ver con trabajo y aquí tratamos de ser lo más profesionales posible, aunque de vez en cuando tú sabes la carne es débil y nos damos nuestros… para que te explico. Y ambas se rieron, la reunión con Kennard duró más de una hora y al salir se veía bastante tranquilo, Alex llamó a Natalie a su oficina quien de inmediato llevó todo lo que él le había pedido además su libreta y lápiz. —Ya tengo todos los certificados que me pediste, además te imprimí este artículo que encontramos con Becky sobre un tal Gregory Feldman creo que te puede interesar esto fue publicado en un periódico de Rhode Island hace ya dos años. —Amor muchas gracias esto es muy interesante y nos puede ayudar mucho con la demanda por favor comunícame con John Benson su número está en mi agenda es un amigo en Princeton creo que me puede ayudar con algo más. —Claro que si ahora mismo —y salió de su oficina para conectar su llamada. El día transcurrió entre llamadas y trabajo y casi sin darse cuenta ya era hora de irse Becky y Hugo se irían temprano ese día, así que Alex y Natalie cerrarían la oficina, antes de salir Alex le dijo —¿Tú crees que Tommy quiera volver a cenar conmigo? —Ese Tommy es un gato que se vendió muy fácil. —Perdón yo le di las galletas después. —Lo que pasa es que hoy quería ir de compras antes de irme a casa, me gustaría ver algo de ropa. —Te acompaño tal vez te pueda ayudar. —¿Cómo sería esa ayuda? —Te ayudo con los bolsos, que tal si vamos a un par de tiendas y después te invito a cenar. —¿De verdad irías conmigo de compras? —Con tal de pasar tiempo contigo claro que sí. —Pero estamos juntos todo el día. —La verdad es que estoy ocupado casi todo el tiempo, mañana por ejemplo estaré en la corte te voy a extrañar mucho. —Está bien vamos de compras, pero tú te arriesgas yo busco las ofertas. Así que fueron juntos y aunque Alex quería comprarle algo a Natalie ella no lo dejó y buscó cosas en oferta incluso usó hasta unos cupones ahora si tenía algo mejor que lucir, después fueron a un restaurante a cenar y más tarde la acompañó a su casa según Alex para saludar a su amigo quien no tardó en venir a saludarlo y ronronear en sus brazos y después de unos muy apasionados besos en el sofá Alex dijo —Amor yo mejor me voy a casa me cuesta mucho resistirme. —Si es mejor porque a mí también me pasa lo mismo —dijo Natalie que se sonrojaba al decir eso —Nos vemos mañana, aunque sea un ratito al final del día —pregunto Natalie. —Claro que si princesa. Y después de despedirse y cerrar su puerta Natalie pensaba «No salgas por favor, que si lo haces él pasará la noche en tu cama y recién se conocen no estaría bien» —Eso es pequeña ¡No cedas a la tentación! aunque esta sea mucha aguanta un poquito, aunque yo no hubiese aguantado si tu abuelo me hubiese besado así. —Abuela no me estás ayudando mucho. —Dime… ¿Cómo te sientes en comparación del anterior? —Alex es simplemente perfecto. —¿Qué piensas ahora de Luciano? —¿Quién es ese?, sino me acuerdo no pasó como dicen por ahí. Y sabiendo que esta vez no se verían durante el día tenía a Natalie con la ilusión de estar con él en la noche a solas, aunque ese era un juego peligroso sabía que no pasaría mucho tiempo antes de ser ella misma la que se quitara la ropa.
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