—Tranquila sé que tú puedes además no estás sola tienes tu familia tus amigos, a mí —me dice dejando un beso mis labios —habla con tu abuelo por lo que me dijiste hay alguien administrando y encargado de la galería de tu papá ¿verdad? —pregunta y asiento —lo de tu abuelo el señor Albert se encarga, de lo único que debes preocuparte ahora es de la textilera lo demás deja que siga como hasta ahora solo debes estar pendiente —nos quedamos viendo a los ojos, unimos nuestros labios en un beso tierno lleno de amor compasión —estoy para ti solo pídemelo y caminaré a tu lado —me comenta pegando nuestras frentes nos abrazamos quedamos en silencio viendo a la oscuridad de los árboles. Sentí frío, trato de abrazarme, Enrique me abrazó.
—Vamos, está haciendo mucho frío, hay que descansar, mañana será
