—¿Qué sucede contigo?— la miré sin saber a lo que se refería realmente, estaba bien, en lo que cabía. —Estás cambiando drásticamente, ya no eres la misma de antes, te la pasas en el trabajo y cuidando a ese sujeto que no vale la pena mencionar, ¿hace cuanto no sales a divertirte?, dime— Paris, su nombre era ese, meses pasados me había ordenado detener las fiestas y ahora parecía querer empujarme a ellas. —Paris— le dije, confundida por la situación. —tal vez desde que todo esto empezó, lo sé, debo hacerlo, despejar la mente— debía hacerlo. —Te ha llegado una invitación de los Fosh, debes ir, será divertido para ti— sonreí para acceder repetidas veces, esos sujetos eran agradables. —Levántate de esa sala, diviértete y olvida todo esto— eso haría, claro que sí, extrañaba tanto hacerlo.

