Caminando en las calles

1245 Palabras
PDV Clara Después de salir de mi apartamento, camine rápidamente hacia la cafetería donde debía encontrarme con mi “Amo”, mientras estaba en las calles, no pude evitar sentir que todos me estaba observando con sus ojos. Me sentía que todos me estaban señalando, era una sensación muy fuerte, camine lo más rápido que pude y pensé en otras cosas parar poder tratar de ignorar esto que sentía. Quería tomar un taxi para que me llevara al café donde debía encontrarme con mi “Amo”, pero no podía, él me lo había prohibido. Me dijo que debía llegar a pie al café, que debía caminar con la ropa que me compro enfrente de todos, no sabía porque hacia esto, ¿Era para probar que tan dispuesta estaba para cumplir sus órdenes? De todas formas, él había hablando, y no podía negarme, no me atrevía a llegar al café y arriesgarme a que él viera que lo desobedecí, si hacia podría terminar por arruinar la posible relación entre nosotros, por lo que me tuve que aguantar y caminar así. Camine por las calles y en el camine recibí varios comentarios de los hombres que me veían, no sabía si lo hacían por hacerlo y por qué se habían dado cuenta del hilo que llevaba puesto. De todas formas no me atreví a quedarme para saberlo y cada vez que escuchaba los comentarios de un hombre, lo único que hacía era caminar más rápido, también recibía las miradas de algunas mujeres mientras caminaba, pero al igual que con los hombres, no sabía si era miradas normales o eran miradas con las cuales me decían que se habían dado cuenta de lo que llevaba puesto. No importo, ya que al igual que con los hombres, no me atreví a quedarme para averiguarlo, esta caminata fue la más larga que alguna vez tuve. Sentía como todos me observaban, y no era la única molestia, ya que el sostén que llevaba puesto me apretaba los pezones con cada movimiento. Era solo un dolor ligero y leve, pero a medida que se acumulaba, podía notar el ardor cada vez más grande en los pezones de mi pecho, si me quitaba la ropa, creía que podría llegar a ver lo rojo que estaban mis pezones y mis senos debido al sostén que mi “Amo” me compro. Mis pezones ardían, me sentía expuesta y desnuda mientras caminaba, sentía que todas las personas a mi alrededor me observaban y me decían cosas, fueron demasiadas sensaciones para solo una breve caminata, demasiados sentimientos para tan poco tiempo. Finalmente, después de un tiempo que se me hizo eterno, llegue al café donde debía reunirme con mi “Amo”. Entre rápidamente al café, y busque rápidamente con la mirada a mi “Amo”, después de todo lo que sentí anteriormente en las calles mientras veía hacia aquí, necesitaba a alguien que me hiciera sentir relajada, en especial después de todo eso por lo cual pase. Para mi decepción, mi “Amo” aun no había llegado, por lo que busque una mesa y me senté allí a esperarlo. Después de hacer esto, no pude evitar meter mi mano en mi sostén para poder darle un poco de aire a mis pezones, aproveche para mirar mis pechos, y como supuse, estos estaba rojos en toda su partes delantera, parecían tomates por donde se les viera. Me toque ligeramente uno de mis pezones y pude sentir dolor cuando hice esto, me ardían, pero por suerte el dolor no era mucho, solo era un dolor leve y ardor, pero podía aguantarlo a pesar de todo. Una camarera vino a atenderme y solo le pedí un café para pasar el tiempo. Estaba nerviosa, por fin iba a encontrarme con él, y si todo salía bien… entonces tendríamos sexo juntos esta misma noche. Esa posibilidad me provocaba descargas por todo mi cuerpo, me sentía nerviosa, tensa, ansiosa y excitada al mismo tiempo. Durante el mes que habíamos hablado juntos, 1 semana antes de acordar encontrarnos, la verdad es habíamos primera practicado de cierta forma. Esa forma en la cual practicamos, fue a través del cibersexo… ambos nos masturbamos mientras el otros observaba por medio de su cámara. Nunca había hecho algo así, él fue el que lo propuse, una forma de poder conocernos mejor con nuestros cuerpos, y para poder darme más confianza, él lo hizo primero. Pude verlo desnudo en ese momento, y lo que vi me gustó mucho, su cuerpo era bastante atlético, y no estaba cargado de músculos exagerados en todas partes como esos fisiculturistas que salían en la televisión, su cuerpo estaba en el punto ideal, era atlético, bien proporcionado, y se notaba que hacia ejercicio, se veía muy bien de pies a cabeza. Verlo así sin nada de ropa me gusto, y pude ver como llegaba al clímax mientras yo observaba. Después de que él termino, fue mi turno, estaba muy nerviosa de desnudarme ante él, pero habíamos acordado hacerlo y él ya lo había hecho, por lo que fue mi turno. Me quite la ropa, y empecé con lo mío… y todo mientras él observaba. Al principio estaba tan nerviosa que no supe muy bien cómo hacerlo para poder llegar al clímax, lo había hecho antes, pero por alguna razón mis dedos estaban torpes justo en este momento. Mi “Amo”, no se inmuto por eso, y en su lugar empezó a decirme lo que tenía que hacer para poder llegar al clímax frente a él. Seguí sus indicaciones, y pronto vi que lo que estaba haciendo mientras él me guiaba fue mejor que lo que yo había hecho en el pasado, y no solo eso, sino que además me sentía aún más excitada que en otras ocasiones en las cuales fantaseaba para poder complacerme a mí misma en privado. Creo que era porque él me estaba observando mientras lo hacía… eso me hizo hacerme preguntar si era una exhibicionista o no. Al final siguiendo sus indicaciones, pude llegar al clímax, y termine por “venirme” enfrente de la laptop que usaba para poder hablar con él. Cuando vi mis “líquidos” manchar la cámara y la laptop mientras él me veía, me dio pena, pero a él no le importa, y me dijo que le gustó mucho lo que vio. Esa fue nuestra primera experiencia intima juntos, y debo decir que me gustó mucho, me sentí mucho más excita que nunca mientras él me observaba, no sé por qué, y además el que como me guio para poder llegar al clímax también me gustó mucho. Eso me hizo fantasear muchas cosas, sino así de bien se sentía solo ser guiada por sus palabras y tocarme a mí misma mientras él observaba, entonces ¿Cómo sería cuando llegáramos a estar juntos y él fuera el que complaciera? Esa perspectiva me hacía sentir ansiosa y excita al mismo tiempo, tenía muchas ganas de poder llegar a ese punto, aunque el llegar allí no era seguro, ya que primero tendríamos que ver si podíamos llegar a un acuerdo en estos momentos. La espera se me hizo eterna, quería que llegara ya para poder hablar, pero se estaba demorando, me hizo preocupar por si me dejo plantada o no, pero al final después de 20 minutos esperando, él finalmente llego… Mi “Amo” finalmente había llegado junto a mí.
Lectura gratis para nuevos usuarios
Escanee para descargar la aplicación
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Autor
  • chap_listÍndice
  • likeAÑADIR