Mike recordó la sangre en el brazo de Garrett. "Bueno, vaya problema". Naia asintió. "No soy una luchadora. Muchos de nosotros no lo somos. Ese es tu trabajo. Eres nuestro puente hacia el mundo exterior. Si ese puente falla, puede significar nuestra perdición. Luchamos si es necesario, pero ese nunca fue el propósito de este lugar. Se supone que es un hogar, no una fortaleza. Y eso se aplica doblemente a nuestro cuidador." Mike echó la cabeza hacia atrás y miró los brillantes ojos azules de Naia. Emily cometió sus errores. Sé que yo también cometeré muchos. Pero juro que haré todo lo posible para mantener esta casa a salvo, por todos nosotros. Naia se inclinó hacia delante y sus labios tocaron suavemente los de Mike. —Considéralo un juramento, amor. —Lo besó de nuevo, con labios suave

