Al llegar a la mansión de los Lara, Mariel estacionó su auto y comenzó a relajarse se puso algo en los ojos, casi de inmediato se le pusieron rojos y comenzó a llorar. Salió con su cara lastimera y tocó la puerta. —Señorita De Anda, un placer. —Busco a Jaciel y no me digas que no está, su auto está estacionado. —Adelante lo llamaré, espere por favor. Se sentó en el amplio sofá y seguía llorando un momento después comenzó a arrepentirse por lo que había hecho, le ardían demasiado los ojos. Pero cuando vio a Cleo Lara sintió que comenzaría la verdadera odisea. —¿Qué haces aquí Mariel? —Señora Cleo, necesito hablar con Jaciel es verdaderamente urgente. —¿Le dirás donde está Dany? *Maldita vieja desgraciada. Me hará la vida imposible, pero ya casada con su adorado hijo, veremos quien

