Hope. –
Debo aceptar que estar cerca de ese hombre me abruma, su susurro en mi oído, aceleró mi corazón de una manera increíble, no sé qué me pasa, no, debo enfocarme es un criminal peligroso, yo quiero venganza, veo mi celular sonar era mi jefe la ignoré, ya estaba al tanto que este hotel es de Kirill Volkov.
Detesto hacer el papel de tonta, pero debo hacerlo para cumplir mis propósitos, de pronto a mi mente vino la imagen de sus ojos que frustración como un hombre tan guapo puede ser tan nefasto, definitivamente estoy loca por si quiera pensar en algo así.
Lo único que me importa es tener respuestas, la razón de porque mató a mi hermano sin ninguna piedad, hasta donde se sabe desde que Kirill Volkov tomó el mando de la Bratvá había estado haciendo sus operaciones sin llamar la atención de la policía, hasta que se topó con Henry ¿Qué sería lo que mi hermano descubrió de él? Tuvo que ser una prueba muy incriminatoria y yo lo voy a descubrir.
Debo prepararme para ir a vivir a la mansión de Volkov, haré mi mejor papel, lo voy a volver tan loco por mí que deseara no vivir.
(…)
Ocho en punto y alguien en la puerta llama, me miro en el espejo estoy lista para seducir, me apresuro a abrir la puerta un hombre de mediana estatura y cabello oscuro con corte militar
- ¡Buenas noches señorita Hope! Mi nombre es Timur, Kirill me envió por usted, ¿Está lista?
- Por supuesto -Lo dejo pasar para que tome mis maletas-
- ¿Cómo ha ido su visita?
- Interesante, la verdad es una linda ciudad, aunque algo misteriosa -Sonríe de medio lado- ¿Hay algún problema? -Se me queda mirando en silencio-
- Siento que la conozco de algún lado -Dios ¿Notaria el parecido con Henry? No eso es imposible-
- Lo dudo, aunque he estado en varios países seguramente me habrá visto en alguno, además tengo un físico muy común -El hombre sigue observándome serio-
- Para mi jefe no
- ¿Qué me puedes decir de tu jefe Timur? ¿Suele invitar a todas las que le gusta a su mansión? -Enarco mi ceja-
- No, siéntase afortunada, Kirill es desconfiado, pero hubo algo en usted que… le atrajo –No puedo evitar sentirme incomoda ante el comentario o tal vez lo dice para elogiarme pero su seriedad me deja en claro que no miente-
- Bueno, igual solo será un fin de semana, no tengo nada que perder
¡Nooo! ¿Quién dijo? nada más la vida si este mafioso se entera que eres la hermana del policía que asesinó y que además también eres uno y estás en una operación para atraparlo.
Ya en camino a la mansión, no dejo de sentir nervios, intento disimular estoy un poco preocupada ante la actitud de Timur, de verdad espero que no me haya reconocido como la hermana de Henry, no es que fuéramos gemelos, pero si teníamos cierto parecido, pero sería muy increíble que este hombre lo supiera.
Su nombre apareció varias veces en la investigación es el segundo al mando de Volkov, su mano derecha y hombre de más confianza. Seguramente es eso debe sentir desconfianza, porque una extraña entrara en su territorio.
A medida que vamos avanzando notó que el camino se vuelve mas solitario y alejado, no tengas miedo, eres una agente del FBI, sabes defenderte así que relájate. Aunque vas a morir en manos de un mafioso con el físico de un dios ¿Pero que me pasa?...
- Señorita hemos llegado -Salgo de mis pensamientos y le sonrío a Timur, muevo mi cabello hacia un lado, vuelvo a mi papel de diva y asiento, al salir del auto abrí la boca sorprendida-
- ¡Wow! Esto no es una mansión es un palacio -Miré de reojo muchos guardias de seguridad con armas largas, me equivoqué no es un palacio es un fuerte-
- Por aquí señorita Bennet -Seguí a Timur y una vez adentro otro ¡wow! Salió de mis labios en un susurro, la mansión es espectacular, acabados muy lujosos, muy iluminada y muy masculina para mi gusto -Señorita Bennett, Kirill la atenderá unos momentos, si desea instalarse en su habitación, el personal el avisará cuando la cena este lista-
- Por supuesto -Seguí a Timur hasta mi habitación, se despidió dejándome sola, es bastante amplia, muy dramática, comencé a buscar cámaras o micrófonos, estoy paranoica, pero tendría mucho sentido, una fuerte brisa entro por el gran ventanal, me acerqué al balcón giré la mirada y note que mi habitación se comunicaba con otra puerta mire alrededor no se observaba nada más que las luces de la mansión, cuando iba a ver hacia que lugar se dirigía esa entrada el sonido de la puerta me distrajo, entré de inmediato y escuché la voz de Kirill, algo dentro de mí se revolvió.
(…)
- Hope -Giré cuando vi a Kirill con una sudadera negra sin mangas quedaron al descubierto los tatuajes de sus brazos musculosos, ¡Que espalda! ¿Por dios que me está pasando? –
- Kirill -Sus labios se curvaron en una sonrisa genuina estaba llena de alegría y seducción, ok estoy mal- Además de Timur nadie me llama por mi nombre
- Bueno no voy a decirte, ¿jefe? porque no lo eres para mí, además estoy de invitada en tu casa así que seriamos algo así como… amigos ¿Cómo debería llamarte?
- Algunos me dices Diablo -Enarco la ceja intentando ocultar una sonrisa lo que lo sorprende-
- ¿Te parece gracioso? ¿Qué deseas tomar?
- La verdad sí, no te ves tan aterrador a mi parecer – Lo veo caminar lentamente hacia a mí, quedando muy cerca, sus ojos se clavan en los míos haciéndome sentir perdida, mi voz salió casi ahogada- Vodka por favor
- El bar está detrás de ti -comencé a tartamudear-
- ¡Oh, si, si claro! -Me aparté de él, la temperatura de mi cuerpo aumento sentí mis mejillas arder-
- Ten -Me extiende el trago bebo un gran sorbo- ¿Nerviosa? –Asentí, retomando mi seguridad volvi a mirarlo a los ojos-
- Claro, un hombre extraño me invita a pasar un fin de semana en su mansión y yo de loca acepté -Le sonrío-
- Créeme contigo seré inofensivo -Su mirada se tornó tierna, estaba confirmando que iba por buen camino yo le gustaba-
- Y tú créeme cuando te digo que no voy a acostarme contigo -Le pase, por un lado-
- De ser así ¿Que necesito para conquistarte? -Lo miré sorprendida, un hombre como este haciendo una pregunta así- ¿Cómo han sido los hombres que te han conquistado?
- La verdad he estado con pocos, digamos que soy una romántica empedernida, me gustan los caballeros, aunque no soporto que me traten como si fuera de cristal y no quiero un carcelero, quiero mi tener libertad de elegir como debo vivir ¡Ah! Y que me soporte no tengo un carácter fácil
- Interesante, si me lo permites yo podría darte todo eso
- ¿En un fin de semana lo dudo? A parte esta casa parece una jaula de oro, nadie me doma Kirill, yo hago lo que quiero, cuando quiero y con quien quiero -Nos miramos fijamente en silencio, pero dentro de mi todo temblaba, estaba sorprendida de mi misma porque estaba utilizando una seducción que no sabía que tenía yo sabía lo que Kirill buscaba, podía tener a la mujer que quisiera, pero es evidente que me quería a mí y estaba dispuesto a todo-
- ¿Tienes miedo de que lo logre?
- Tal vez, no sé si pueda enamorarme de alguien a quien apodan el diablo, no es nada lindo que te llamen así, no sentía nada por mi padre, pero no le hago daño a nadie -Se apartó de mi con la mandíbula tensa, la mirada tierna se esfumó-
- Solo conóceme, dame quince días para enamorarte -Pongo mi dedo en mi barbilla- si lo logro te casaras conmigo de inmediato y nos haremos felices ambos-
- ¿Y si no lo logras?
- Te dejaré ir, no te obligaré a quedarte y no ha pasado nada tú sigues tu camino y yo el mío
- ¿Así nada más? ¿Serás un hombre enamorado y solo? -Se encoge de hombros-
- ¿Qué tan malo podría ser? Serias la primera mujer en rechazarme, pero seguiré con mi vida -Mucho maldito miserable porque te hare vivir un infierno, gritaba mi mente-
- No creo que seas un hombre de aceptar un no como respuesta
- Ciertamente no lo soy, estoy seguro de mí mismo –Entrecerré mis ojos bebiendo de mi trago-
- Es un trato entonces -Estrechamos nuestras manos de nuevo sentí esa electricidad en todo mi cuerpo, pero la ignoré… ahora que comience el juego-