Capitulo 5

1393 Palabras
Perla  Sabía que mi vida había cambiado a lo largo de los años, ya no era esa misma niña que presencio absolutamente todo lo que su abuela provocaba en mi familia, pero los recuerdos seguían presentes al igual que mis miedos, mis abuelos eran una parte fundamental en mi vida, lamentablemente mi abuelo Lorenzo nos había dejado hace algunos años por problemas de salud, fueron tiempos difíciles porque Dinorah había querido reclamar cosas que ya no le correspondían, mi padre a pesar de que no le interesaba el dinero de mi abuelo, se negaba a querer dejarle las cosas que mi abuela siempre idolatro, pues para ella el dinero lo era todo y por eso mismo había rechazado a mi madre cuando se casó con mi padre. Extrañaba a mi abuelo Lorenzo pues a pesar de que no era tan cercana a él como lo era mi hermano, sentía ese gran amor que tenía para ambos, pero el hecho de no tenerlo más, me hizo valorar aún más a mi abuelo Esteban, si bien con él había sido más unida de pequeña, todo lo que vivimos juntos fue algo que nos marcó a ambos y sin duda me sentía culpable de que el este en ese lugar, porque si era sincera la que debía estar ahí debí haber sido yo, porque yo había sido su objetivo desde un principio, porque Carla solo quería que mi madre sintiera lo que ella sintió cuando su hija falleció en aquella cuna casi 40 años atrás. Después de un momento de estar con mi abuelo tuve que irme, tendría una cita con una clienta que habia solicitado su divorcio, la chica tenía casi mi edad sino un poco más, pero no pasaba de los 30 años, a decir verdad, era muy joven, se habia casado hace 6 años, poco más de lo que tenían Mar y Santiago, casi lo mismo que tenía yo en mi relación con Daniel y era algo que de una u otra manera me hacía seguir en mi postura de no matrimonio. -Lamento llegar tarde señora Santos- mencione y ella sonrió con tristeza -Solo llámame Ivana, no necesito tantas formalidades, después de todo será un proceso largo y más que un abogado necesito una amiga- menciono con pesar y yo sonreí tomando mi asiento detrás del escritorio -Bueno entonces supongo que puedo ser ambas- asegure y ella sonrió- ¿Has decidido detener los planes de divorcio? - pregunte y ella negó -No, de verdad quiero terminar con esto, sé que apenas estamos comenzando con el proceso y que lo ideal sería detenerlo ahora, pero quiero el divorcio no quiero seguir a su lado- aseguro y yo suspire -En nuestra cita pasada mencionaste que aún lo amabas como el primer día, y créeme si yo amo a mi pareja tanto como el primer día, entonces no lo dejaría nunca a menos de que el me lo pidiera y aun así haría todo para intentar arreglar las cosas- asegure y ella suspiro -Se que me engaña, no puedo seguir con el si yo no soy lo suficiente para él, somos de distintos mundos, pensamientos distintos y creo que nos apresuramos al casarnos, no pensábamos con claridad- menciono y yo suspire -Llevan juntos 6 años Ivana, no creo que se hayan apresurado a hacer las cosas, si tal vez se casaron jóvenes, pero realmente creo que era por amor y sobre lo primero lo siento, créeme no imaginaba que eso te estuviera pasando- tome iré- Preparare la demanda de divorcio y te la hare llegar en unos días para que puedas dársela y que los firme, si es por mutuo acuerdo, entonces esto terminara rápido- ella asintió -Entiendo, muchas gracias Perla, solo quiero que quede claro en los documentos que no quiero nada, solo quiero que firme- sonreí poniéndome de pie para despedirla y quedarme sola en el despacho, me senté y miré hacia la gran ventana que daba hacia la ciudad, las vistas eran increíbles, el bufete que mi padre era enorme, desde que falleció mi abuelo fusiono la empresa con el despacho y ahora tenía un gran imperio legal en mis manos, porque aunque mi padre me ayudaba en todo, seria yo la que en un futuro se hiciera cargo de todo esto, debido a que mi hermano no quería saber nada de lo legal. Mi mente comenzó a divagar por muchas situaciones y es que mi familia y yo creíamos muy seriamente en que el matrimonio era para siempre, era porque estabas seguro de haber encontrado a esa persona que haría que todos los días fueran más especiales que el anterior, en lo personal creía que esa persona yo ya la habia encontrado, Daniel era esa persona con la que sin duda en otras circunstancias sería la persona adecuada para casarme, pero yo no era lo que el necesitaba y tampoco creía que yo pudiera darle lo que el buscaba. Si bien estaba segura de lo que sentía por él, estaba sumamente segura de que lo amaba y que daría mi vida por él, pero un matrimonio traería complicaciones, no quería dañarlo como mis abuelas lo hicieron con mis abuelos, no quería ser como ellas con Daniel y tal vez mi error es amarlo tanto como lo hago, porque solo por eso es que nos hemos mantenido juntos, por el gran amor que sentimos y me negaba de que en algún momento en el futuro nosotros seamos como todas las personas que vienen buscando ayuda para separarse de la persona que decían amar. Sentí unas manos abrazándome por los hombros haciendo que me tensara al instante, pero no paso mucho para que me relajara al sentir su loción haciéndome sonreír, porque era extraño pero su aroma me tranquilizaba, su calidez era algo realmente increíble, me daba esa paz que muchas veces necesitaba. -Estas muy pensativa cielo- menciono y yo sonreí al sentir sus labios tocando mi cuello -Y tú no me dejas pensar con claridad- mencione intentando calmar las sensaciones que me producía tenerlo de esta manera, mientras intentaba que sus manos no me distrajeran porque habia comenzado a acariciar mis hombros con una calidez increíble -No me escuchaste entrar y toque varias veces- su lengua paso por mi cuello haciéndome jadear- ¿Qué pasa? - pregunto y yo negué mordiendo mis labios -Estoy en un caso de divorcio, creo que es más difícil que el de desviación de fondos- su risa sonó muy cercas de mi oído erizando mi piel por completo -No tienes que abrumarte por eso, yo nunca te daría el divorcio si fueras mi esposa- aseguro sin ningún titubeo haciendo que una sensación extraña se instalara en mi pecho, porque por primera vez no sentí esa sensación de querer huir ante sus palabras y a decir verdad se sentía genial que el dijera eso Me gire para mirarlo y no dude en ponerme de pie para besarlo, mis manos pasaron por su cuello atrayéndolo hacia mi intentando quitar todo el espacio que habia entre nosotros, sus manos fueron a mi cintura y me acerco sin dudarlo hacia él, sus besos producían las sensaciones más increíbles que jamás imagine, mi respiración comenzó a ser escasa así que me aleje un poco intentando tomar un poco de aire -Lamento irme por la mañana, pase a ver a mi abuelo y luego vine hasta aquí, tenía una reunión con una chica- mencione y el sonrió -Lo entiendo, créeme sé que tienes cosas que hacer, además el desayuno estaba delicioso- dejo un pequeño beso en mis labios- Vine a buscarte porque quiero llevarte a comer- sonreí y es que no sé cómo fue que el tiempo paso volando -Creo que puedo hacerle un lugar a mi novio en esta agenda tan apretada que tengo el día de hoy- bromee y él sonrió ampliamente -Eso es bueno porque esta sexy abogada es mía por lo que resta de la tarde- menciono haciendo que abriera los ojos sorprendida, una de sus manos seguía en mi cintura mientras que la otra acariciaba mis mejillas con delicadeza -Creí que sería tuya por lo que resta de nuestras vidas- mencione divertida y el sonrió ampliamente acercándome todo lo que podía hacia el -Es una promesa cielo- aseguro besando mis labios con deseo antes de tener que tomar valor y salir de la oficina para ir a comer juntos
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